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El pelirrojo se atoró con el agua que estaba bebiendo al oír las fuertes palabras de su amigo y lo miró con los ojos casi fuera de sus cuencas.

-¿Le quitaste la virginidad a este chico? -preguntó con los ojos abiertos de par en par- Dos veces... ¿En serio, Bakugou? No puedo creerlo.

Dijo sinceramente y trató de buscar en su mente algún espacio donde pudiesen haberse quedado ellos dos solos, pero no lo halló en su memoria.

-¿Recuerdas cuando fuimos a su casa después de tu fiesta? -preguntó Katsuki girándose a verlo a los ojos con una ceja levantada.

-No es cierto... -se cubrió la boca asombrado, no estaba creyéndose nada de eso- ¿Lo hicieron con Todoroki y yo ahí mismo? Eres un maldito pervertido.

-Oye, soy casi un adulto, que esperabas -se defendió tomándose el resto del agua y dejó el vaso en la camilla desocupada-. Más encima el fue el que se puso duro, yo nada más lo aproveché.

Relataba sin ninguna pizca de vergüenza, Kirishima pensó que ya era suficiente íntimo para que contase algo así, se sonrojó un poco por ello.

-Oh -fue lo único que pudo responder.

Kirishima se puso rojo de solo pensar en ver al pequeño Izuku siendo devorado por su amigo, aquello no era algo que uno normalmente pensaría.

-¿Nos acabas de imaginar haciéndolo? -preguntó acercándose un poco a él con el ceño levemente fruncido.

-No... -mintió muy notablemente mientras desviaba su mirada.

-Sí, si lo hiciste, bastardo morboso -djo tomando al pelirrojo por el cuello de su polerón y lo levantó un poco hacia él.

-¡Tú empezaste esta conversación! -se defendió colocando sus manos frente al rostro de Bakugou para que lo suelte.

-Como sea.

Katsuki al final le soltó la prenda creando un alivio en Eijiro y volteó su cabeza sintiéndose algo orgulloso de solo pensar en haberle quitado la virginidad al muchachito ahí recostado.

Pasaron unos minutos en completo silencio y Midoriya empezó a moverse en la cama fingiendo que estaba despertando ya que pensó que sería ahora un buen momento, aunque no tanto porque estaba avergonzado de haber oído a Kacchan hablar sobre ellos con el pelirrojo, sentía que ya no podría ver a su amigo a la cara.

-Midoriya, ¿cómo te sientes? ¿Estás bien? -preguntó Kirishima.

Se acercó al peliverde para tocar su frente, por suerte no tenía fiebre, al contrario, lo sintió un poco helado. Lo vio tratando de moverse solo, pero lo frenó de inmediato.

-No trates de hacer fuerza, yo te ayudo a sentarte.

Con cuidado el mayor de ellos dos lo sentó y le entregó una barrita de snickers, ya que el comestible tenía la energía para llenarte como si se tratase de un almuerzo, se sentó a su lado y le explicó.

-Bakugou te cargó hasta aquí, estabas pálido.

-¿¡No sabes callarte acaso!? -le gritó el rubio apretando su puño de la rabia.

-No grites, está recién despertando -dijo de vuelta el pelirrojo serio.

Bakugou apretó los dientes y reprimió las ganas de asesinar a su amigo, ya después se las iba a cobrar.

-¿Recuerdas lo que pasó? -preguntó Kirishima a Izuku-. Te desmayaste por una baja de azúcar, ¿cómo se te ocurre salir de casa sin tomar desayuno?

Lo regañó sin ser demasiado duro en sus palabras, pero si debía hacerlo entrar en razón.

-¿Y qué es eso de que estas bajo el peso normal? Deberías alimentarte bien.

fuck me, daddy [katsudeku] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora