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Midoriya regresó a la enfermería algo sudoroso por haber estado corriendo de un lado a otro luego de haber ido a comprar algo, regresó y le entregó un pequeño pastelito a Eijiro sin siquiera mirarlo. Confundido lo recibió y luego el pecoso con su rostro húmedo, se dio media vuelta destinado a irse.

-Ahora por favor no vayas a decirle que estuve aquí con él. N-no creo que reaccione bien si se entera que lo vi en una faceta débil, y-ya sabes... -Izuku sorbió un poco su nariz y se limpió el rostro con la manga de su chaleco-. Dale eso y... Por favor cuídalo.

-Sí, se lo daré cuando despierte, no te preocupes.

Kirishima trató de acercarse a el para darle algo de apoyo pero el ya había empezado su caminar, dejándole con el brazo estirado, se sintió patético.

Y así Deku volvió a irse de la enfermería sin siquiera notar la presencia del de cabello bicolor. Tenía que ordenar el enredo en su cabeza aún, ya que se estaba preguntando si era bueno seguir viendo a Bakugou... Cuando se pusiera mejor evaluaría la situación con calma, no quería tomar decisiones al azar. Por ahora volvería con sus amigos a pasar la tarde juntos.

Mientras en la enfermería el pelirrojo observaba el paquete en sus manos y optó por guardarlo en su bolsillo para luego entregárselo a Bakugou, pero Todoroki fue más rápido, se lo arrebató y le dio la espalda.

-Largo.

¿Qué es lo que tenía en su mente? Estaba seguro de que si Todoroki fuese lo primero que vea Bakugou estaría enojado y quería evitar algo así. Hasta prefería que estuviera solo si iba a ser de esa forma, ¿por qué insistía tanto?

-P-pero, Tod...

-¡Qué se larguen, puta madre!

Los muchachos se sorprendieron demasiado por ello, Shoto nunca levantaba la voz y por su puesto nunca los había tratado así, ¿qué ocurría con ese par de hermanos?

A arrastras salieron del lugar quedando Mina detrás de los chicos. Curiosa se devolvió a ver la enfermería y vio a Todoroki llevando una silla a un lado de la camilla del rubio. Observó que el muchacho se sentó en ella y se afirmó la cabeza apoyando el brazo en su pierna.

Ya habiendo visto suficiente regresó rápidamente donde sus amigos para que no notasen que no estaba. Lo bueno de no haberse quedado mirando más a Shoto fue que no pudo alcanzar a ver sus lágrimas caer.

Cuando llegaron a un pasillo de un piso arriba el pelirrojo frenó sus pisadas mientras apretaba sus puños, estaba tan irritado con el tema y con todo en realidad. Pensaba en Bakugou, en Mitsuki, en Midoriya y hasta en Kaminari... no sabía por qué lo estaba empezando a recordar a seguido, pero eso lo ayudó un poco a no estar tan enojado.

Se acercó Mina y abrazó por el torso a Eijiro, el se veía tenso e ido en su mirar.

-Kiri, el va a estar bien, tranquilo. Cuando mejore hay que hablar con él, ¿bueno? -le acariciaba la espalda para calmarlo-. Ahora dejémoslo descansar, Todoroki lo estará cuidando, y tenemos que ir a clase pronto.

Eijiro correspondió el abrazo y apoyó su cabeza en la de su amiga disfrutando sus caricias. A los dos amigos presentes los calmaba muy bien el tacto de Mina, ya que ella era tan suave cuando los mimaba, si hasta era capaz de dormirlos.

-Me da envidia no estar en el abrazo, con permiso.

Sero tratando de quitar esa tensión y pesadez del ambiente se metió entre los dos, ahora estaban los tres abrazados algo incómodos y Sero, como siempre, apretaba muy fuerte.

-¡Bien!, ¡ahora salgan que me estoy ahogando!, ¡soy pequeña! -gritó Ashido a punto de ahogarse-. ¡Hay olor a axila aquí!

Los muchachos se alejaron y rieron un poco por la situación mientras Mina trataba de respirar aire del cuello de su sweater para quitarse ese pésimo olor.

fuck me, daddy [katsudeku] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora