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-Iida, creo que tienes algo que contarnos justo ahora -habló un rubio energético en su sala de clases al rededor del de lentes al igual que su grupito de amigos.

-¿Y-yo? ¿Y qué cosa sería? -preguntó a la defensiva mientras se hacía hacia atrás en el asiento.

Sentía todas las cabezas de sus amistades mirarlo como si le clavasen cuchillas por cada uno, eran unos chismosos terribles.

-Aquí no tienes privacidad, Tenya, si uno de nosotros sabe algo lamentablemente todos sabremos -dijo Uraraka dándole una para nada simpática sonrisa-. Ya sabemos que te acostaste con Todoroki.

-Estúpida, no lo digas tan alto, vas a arruinar su reputación -susurró el de lentes fuertemente y le dio un manotazo despacio en el brazo-. Solamente fue a dormir a mi casa y ya, no pasó nada.

-¿Qué pruebas tienes? -preguntó Asui cruzada de brazos mientras apoyaba su cuerpo en la mesa estando de pie.

-Si quieren pregúntenle a él -dijo ya harto de la situación, sus amigos eran unos metiches-. Y a todo esto, ¿quién les dijo lo que pasó?

La castaña se volteó a ver a su mejor amigo con una sonrisa peliverde y lo apuntó.

-Fue este chico de aquí.

-¡Ochako! -exclamó haciendo un puchero mientras la miraba-. En mi defensa tengo que decir que Kacchan me lo dijo.

-Me has traicionado, amigo -lloriqueó Iida agachando su cabeza ya pasmado de la situación.

-Es que n-no pude evitarlo, perdóname -dijo realmente arrepentido.

Si había alguien que sabía guardar bien los secretos era Izuku, pero esto en serio debían saberlo todos.

-No importa -el de lentes ya estaba resignado, no era para darle tantas vueltas al asunto-. Oye, ¿y qué tal todo con Katsuki? -preguntó para cambiar el tema.

-Uy, si luego de la fiesta se fueron juntitos -dijo la castaña molestándolo mientras se abrazaba del brazo de su amigo.

Midoriya solo atinó a cubrir su rostro con la palma de sus manos, se le hacía tan vergonzoso hablar sobre aquello y más aún sabiendo lo que hicieron después.

-Oh, amigo, no te avergüences, no es la primera vez que te la ponen, ¿verdad? -preguntó el rubio hiperactivo acercándose a él.

-¡Kaminari! -exclamó realmente rojo descubriendo sus ojos para verlo- ¡No lo digas de esa forma!

-Imbécil, no seas así -dijo la chica más alta ahí dándole un manotazo al rubio en la cabeza para nada suave.

-Auch, más despacio, Asui -se quejó sobándose la zona afectada con una mueca de dolor.

-Deku.

Se escuchó de pronto que decían desde la entrada de la sala interrumpiendo los quehaceres de todos ahí, era nadie más que Katsuki mirando en dirección al peliverde.

Midoriya se volteó a ver al de ojos color ruby, no podía creérselo, ¿en serio había dicho su nombre? ¿Lo estaba llamando a él? Es que era un sueño.

-Mira, es Bakugou, fue el otro día a la fiesta -dijo una chica de la clase en susurro a su amigo sentada a un lado.

-¿Pero qué hace buscando al nerd de Izuku? -preguntó el otro bajando un poco más su voz porque estaba todo en silencio.

Los amigos del peliverde lo quedaron mirando mientras se iba en dirección hacia la puerta, estaba algo nervioso, no iba a mentir. Bakugou se veía realmente bien hoy, nunca lo había visto con una ropa de ese estilo. Usaba unos pantalones negros un poco anchos y gruesos que le quedaban excelentes junto a una camiseta manga larga color burdeo que se metía adentro de la prenda inferior, todo esto con unas zapatillas urbanas.

fuck me, daddy [katsudeku] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora