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-¡Izuku, ya llegaron por ti! -gritó su madre cuando escuchó el timbre de su casa.

Esa noche Midoriya iría a una fiesta con sus amigos Kaminari y Jirou por solo una razón, iría su amado: Katsuki Bakugou. El único e inalcanzable Bakugou que tanto admiraba. Se sentía como un colegial cuando llega alguien a salvarlo y se enamoran uno del otro, pero en este caso solo Midoriya terminó enamorándose del chico, quien lo salvó de una fea caída de un escalón, Bakugou había alcanzado a agarrarlo antes que cayera y Midoriya nunca más pudo fijar sus ojos en otra persona más que en su salvador.

Midoriya ya abajo en la puerta le gritó a su mamá que se iba, estaba vestido y listo para retirarse.

-¡Cuídate el trasero, pequeño! -le gritó de vuelta su madre.

-¡Que te den! -dijo para salir casi corriendo de la casa para evitar una catástrofe.

Tenían demasiada confianza entre ellos, pero a Midoriya aún se le hacía difícil hablar así con ella, se avergonzaba mucho.

"Vas a ver a la vuelta, niño hormonal."

-Maldita sea, Midoriya, ¿vas al desfile de moda? -le preguntó Kaminari observando su ropa mientras iban caminando a la fiesta.

-Oye, deja que se vista como quiera -lo regañó Kyouka-, cosa de él si quiere ir así.

-No me digas que es porque va a ir el tarado cara de imbécil Bakugou -ignoró a Jirou para preguntarle burlonamente a su amigo.

-¡No es así! -exclamó algo avergonzado- Ya me propuse olvidarlo...

- Si claro, y yo soy Kim Kardashian.

-¡Kyouka! ¡¿De que lado estás?! maldición, ya sigamos -dijo con la cara roja de la vergüenza.

Ya estaban frente al departamento de Kirishima, quien fue el que creó la fiesta. Subieron en el ascensor y llegaron al número, y obviamente había un ruido afuera que les decís que era ahí. Al estar en la puerta Midoriya tomó aire y golpeó la puerta, alguien ajeno nada más abrió dejando ver a mucha gente en distintos lugares de la casa. Vio a algunos conocidos del instituto y algunas personas que se besuqueaban, otras bailaban y otras bebían mientras conversaban.

"Maldición, ¿Dónde está mi futuro prometido?" pensaba para si mismo.

Kaminari y Jirou ya habían comenzado a beber y bailaban juntos en el patio de la casa, mientras Midoriya estaba adentro tratando de visualizar a ya-todos-sabemos-quien, pues tenía una adicción con ese muchacho.

-Ahhg, que aburrido -decía Midoriya para si mismo sentado en una silla. Miraba a la pared algo desganado, pues sólo había ido a ver a Katsuki.

-Hola, ¿estás sólo? -preguntó alguien de la nada yendo a sentarse a su lado.

"Que mierda fue esa voz tan seductora" se preguntó el chico volteando a ver quien era.

El chico tenía cabellera blanca y en la mitad de ella era roja, tenía un ojo de color negro y el otro azul, aparte de una misteriosa cicatriz.

"Que raro".

-Uh, sí. Vengo con unos amigos los cuales están bailando afuera.

Midoriya los miró mientras estaban muy pegados el uno del otro. Malditos, como restregaban su ebriedad y despreocupación en su cara, tenían una muy buena amistad.

fuck me, daddy [katsudeku] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora