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-Mhg, no lo muerdas tan fuerte, Kacchan... -susurraba un peliverde lascivo.

Le estaban prácticamente devorando los pequeños pezones en su torso por nadie más que Bakugou.

-Mhh -gemía el mayor tan entusiasmado en ese pecho.

-Pensé que íbamos a d-dormir -se quejó Midoriya tímido-, ni siquiera tenemos condones...

-¿Quieres que me detenga entonces? -preguntó Katsuki burlesco haciéndose hacia arriba ya que estaba encima del chico en la cama.

-Uhm...

Se quejó sintiendo como el dedo índice de Bakugou pasaba por el hueso de su cadera y hacía círculos, era increíble como había aprendido de los puntos sensibles del peliverde en menos de cinco encuentros juntos.

-P-puedes seguir -respondió al final pasando el antebrazo por sus ojos, así cubriéndolos.

-Te dije que dejes de cubrirte la cara -reclamó Bakugou.

Tomó ambas muñecas del chico y las puso hacia arriba aprisionándolas sobre la cama y dándose una lamida de labios volvió a succionar los pezones del pecoso.

-Ngh, ahh... Ahh... -se quejaba en voz baja sintiendo cosquilleos en su zona pélvica por rozar la del rubio constantemente, la cual poseía su miembro bastante duro ya.

El pecho de Izuku era un desastre, estaba todo mojado y lleno de chupones bastante marcados y también tenía un mordisco en el pezón izquierdo. Katsuki estaba orgulloso por haber creado tal obra de arte, estaba todo marcado por él, y dándole una última lamida a uno de sus botones rosados empezó a bajar por el torso del menos dejando pequeños besitos.

Midoriya no dejaba de soltar gemido tras gemido, tampoco podía dejar de mover instintivamente sus caderas de adelante hacia atrás, quería más que eso y Bakugou lo sabía.

Con movimientos tan delicados, si es que eso es posible, Kacchan empezó a desvestirlo por completo empezando por su pantalón de pijama que para nada fue difícil quitarlo y se encontró con sus calzones, porque sí, Deku nunca dejó de usarlos y la verdad es que a nadie le parecía extraño porque no lo era. Lo que no entendía bien era por qué se los ponía si sabía que tendría que quitárselos de nuevo, en fin. Odiaba los bóxers, no le gustaba sentir esa tela en sus muslos tan apegado a ellos y que al caminar sentía como se frotaban, era desagradable, simplemente eran mejores los calzones, más simples.

-El pequeño Deku se despertó -dijo molestándolo mientras le daba pequeños toques al miembro con su dedo índice.

Izuku estaba aferrado a la sábana, el solo hecho de que el tremendo guapo de Bakugou estuviese tonteando con su miembro lo ponía demasiado, sentía que no iba a soportarlo si seguía.

-Hm, Kacchan, no puedo...

Su voz salía un poco chillona por esas sensaciones, sentía su cuerpo caliente y ni siquiera habían empezado con lo intenso.

Entonces Bakugou se armó de valor y tomando aire miró a los ojos a Midoriya, quien no comprendía la razón de su mirada tan intensa, y con el ceño fruncido empezó a hablar.

-Debes saber que nunca he hecho esta mierda en mi vida a un hombre, así que si no te gusta te puedes morir -advirtió con su típico carácter.

Y acercándose a la pelvis del menor lentamente entreabrió su boca, la llevó hasta el pene de Midoriya y lo envolvió por completo con ella.

-¡A-ah, Dios! -se quejó posando su mano en el cabello del rubio mientras cerraba sus ojos y abría sus labios dejando salir su respiración entrecortada, no se había esperado eso.

fuck me, daddy [katsudeku] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora