31

9.9K 804 426
                                    

-Es bastante extraño que Bakugou falte tanto a clases, lo veíamos todos los días -habló una pelirrosa afirmándose la barbilla pensativa-. Tal vez Kirishima lo sepa, iré a preguntarle.

Una castaña junto a una peliverde estaban conversando sobre el hecho sobre que desde el regreso de Izuku al instituto Bakugou no ha asistido al mismo. No querían suponer cosas ni deducir nada, así que fueron directo a preguntarle a su amiga más cercana, ya que era la única que podía saber algo.

Era casi la hora de salida, pero como buenos chismosos siempre se quedaban hasta tarde en el instituto sólo porque eran idiotas, aunque es bastante curioso porque cuando terminan las clases todo lo que quieres es irte rápido de esa prisión, no quedarte a hablar adentro.

-La verdad es que lo he llamado varias veces y no responde -Mina se preocupó, pero no quiso demostrarlo-, quizás se quedó en casa de flojo y durmiendo.

Ashido sentada en su puesto y les mostró las llamadas no recibidas de su teléfono a sus dos amigos ahí presentes.

Asui no podía dejar de mirar a Mina, en serio estaba fascinada mirándole el rostro y sobre todo porque era una faceta distinta, no estaba alegre ni molesta, parecía preocupada aunque ella quisiera mostrarse enojada.

-¿Por qué todos faltan cuando quieren? Son unos suertudos -se quejó Sero luego de oír la conversación.

Este estaba ahí con ellas y se cruzó de brazos para hacer una mueca infantil y victimizada mientras se apoyaba en la pared.

-Oye, yo solo me quedé dormida ese día, lo otro fue que estaba castigada, idiota -aclaró ella y se cruzó de brazos-. Tampoco deberías faltar porque te pierdes el contenido de las clases y el recuperarlo es un fastidio -finalizó reprochando al pelinegro algo de molesta.

-Sí, y al menos tus padres se preocupan porque te eduques correctamente.

Aquello lo mencionó Kirishima siendo algo duro en sus palabras haciendo respingar a sus amigas que se quedaron todas en silencio y bajaron la mirada. Esas palabras les dieron un poco que pensar, Eijiro sabía que ellos no conocían nada de la familia de Bakugou.

-O-oye, yo no sé lo que pasa en su familia -Hanta pasó su mano por la nuca nervioso, no quería que iniciar una pelea-. Y lo entiendo, pero no me trates así.

-Entonces si no sabes no hables -finalizó el pelirrojo algo molesto.

Y se levantó de su asiento para desaparecer del campo visual de ambos ahí dejando a Sero algo dolido por las palabras de su amigo. Era cierto que no conocía bien al rubio de su amigo, pero no era porque no quisiera, simplemente era alguien en quien no podía confiar y se sentía triste de solo pensar en que su amigo desde hace años lo viese de esa forma. Hasta se cuestionó un poco si eran amigos verdaderamente.

-Chicos, ya nos vamos... -avisó Ochako algo tímida.

Qué ironía.

-Está bien, y lo siento por que hayan tenido que presenciar eso -se disculpó la pelirrosa.

-No se puede evitar.

La voz seria de Tsuyu hizo estremecer no solamente a la castaña, también le ocurrió a Ashido, quien ahora la miraba con los labios entreabiertos de impresión.

fuck me, daddy [katsudeku] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora