-Han entrado a la enfermería, estoy con todos en la otra habitación, ¡envíen más refuerzos, bastardos inútiles! -gritó Bakugou empezando a impacientarse al oír que ahora trataban de derribar aquella puerta.
Claramente todos sus amigos se tensaron del miedo, pero Katsuki no, sentía las ganas de enfrentarse vivas en sus venas.
'Hemos pedido más refuerzos, reducimos a casi todos, pero Fuyumi está ahí adentro.' Avisó Sebastián casi gritando de lo exaltado que estaba, hasta se podían oír los disparos desde su micrófono. 'Aghck.' Se quejó al sentir como una bala le llegaba a la mano.
-¡Hijo de perra, no te atrevas a morir o no vas a volver a ver a Beru! -gritó desgarrándose la garganta.
Aquello dejó a la nombrada sorprendida de oír eso y se espantó, rogaba al cielo que nada le ocurra al padre de su hija, a su amor de toda la vida prácticamente.
Katsuki por su lado estaba preparado al sentir las patadas en la puerta de su lado, la cual de tanto golpeteo fue derribada. Ya no había vuelta atrás, había que ir y enfrentar.
-¡Ahora!
Y se puso a disparar de forma hambrienta mientras gritaba, Ashido empezó a hacer lo mismo tratando de apuntar a las extremidades de los tipos.
Al final pudieron con todos gracias a la ayuda externa, ya que se confiaron pensando en que Katsuki estaba sin armería. El rubio agitado se sintió mejor por ello, pero no contaban con que quedaba una persona muy especial, una que sobresalía sobre el resto, una de apellido Todoroki.
Fuyumi, quien entró de un salto invicta trató de dispararle a Katsuki, pero gracias al cielo este lo esquivó y aprovechando la tacleó de inmediato y ambos soltaron las armas al caer. Empezó una guerra de golpes entre ambos, a veces el estudiante también recibía golpes, pero también podía entregarlos, después de todo ambos eran unas bestias estrellas de sus mafias, tenían casi el mismo nivel.
-Muere ya, b-bastarda -gruñó Bakugou haciendo fuerza contra ella.
Se tenían de las manos tratando de seguir golpeándose entre ellos, hasta que por fin quedó sobre la adulta y se sentó en ella para seguir con el forcejeo.
-¡Fangirl, apunta sus piernas! -gritó él histérico de no poder ganarle en la pelea frente a frente.
La pelirrosa falló varios porque estaba totalmente ansiosa, cosa que estaba dejando sin aire a todos.
Una muchacha rubia ya sin esperarse más se levantó corriendo, le quitó el arma a Mina de las manos y disparó perfectamente en ambas piernas de la enemiga mientras abría sus ojos como demente y sonreía sin sentir ni un poco de culpa por balearla, sentía hasta satisfacción.
-¡Ahg, ahh! -gritó de dolor la Todoroki, eran ruidos espantosos.
Katsuki aprovechó para levantarse y limpiarse el rostro, el cual tenía sangre brotando de su nariz y labio inferior.
-¡Hija de la gran perra! ¡Dile a tu papito que se va a pudrir en el infierno con todos los bastardos que le chupan el pene! -empezó a gritarle mientras la tomaba de la ropa y la arrojaba a la pared con fuerza.
Aquello los presentes lo pudieron apreciar y ver, se quedaron muy helados por la fuerza que tenía Bakugou, no era para nada un chiste, tenía unos problemas de ira fuertes y se imaginaban el por qué ahora.
-¡Podrás pasar a todos los inútiles que hay afuera, pero a mi no me pasas ni un poco, maldita bastarda! -dijo empezando a darle golpes en el rostro nuevamente.
Aquello provocó que de inmediato la cara de la Todoroki se desfigure, ella ya no tenía fuerzas suficientes del dolor.
Himiko la miraba retorcerse y no sentía nada, sentía solo ganas de dispararle en el rostro, pero no era su pelea, no era su asunto. Sabía que probablemente ahora Uraraka estaba hasta quizás decepcionada de ella, porque nunca le contó algo así, que fue parte de una organización terrible, sin corazón.
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fuck me, daddy [katsudeku]
FanfictionIzuku tiene sentimientos fuertes hacia Katsuki, un chico tan misterioso que esconde un gran secreto, pero este solo ve al pecoso como alguien más para follar. O eso es lo que quiere demostrar. - Lo único que conservo de los personajes son sus caract...