A la mañana siguiente un peliverde se había despertado bastante tarde, eran las una de la tarde. Y al parecer el chico a su lado estaba en un sueño profundo mientras lo abrazaba por la cintura de una forma extraña, ya que Deku estaba boca arriba.
Inconscientemente sonrió y acarició los tonificados brazos del más alto con las yemas de sus dedos. Claro estaba que no quería levantarse, pero tenía hambre y su orden alimenticio era una mierda, así que si no quería volver a tener una baja de azúcar sería mejor que se levante.
-Kacchan, hay que despertar -empezó a tratar de despertarlo mientras lo removía un poco con su mano-. Kacchan, oye.
Izuku pasó su mano por la rubia cabellera del chico acariciándola, pero nada.
No sabía otra forma de despertar a alguien que no sea moviendo a la persona bruscamente o dándole almohadasos en la cara, pero claro que si hacía eso no saldría vivo de esa casa.
-¡Que despiertes, Kacchan! -exclamó frunciendo el ceño.
Lo miraba mientras atento, la rabia la carcomía por dentro a ver que su respiración estaba tan tranquila como siempre. Estaba seguro de que no iba a despertar aunque un camión le pasara encima.
"Que atractivo."
Entonces siguió removiendo al chico con su brazo, pero ni puto caso, entonces derrotado prefirió girarse y quedar frente a frente con él. Se veía tan tranquilo durmiendo, parecía angelicalmente una persona tan calmada, se veía precioso como fuera.
Empezó a analizar su rostro empezando por sus pestañas, las cuales no eran oscuras, sino de un café claro y no eran muy largas, luego se fijó en sus ojos, largos, dándole una mirada única y tan atractiva que de inmediato parecía engatusar a la gente. Bajó a su nariz, tan respingada y pálida, le encantaba, aunque algo que envidiaba un poco de ella es que no tenía ningún punto negro o algún rastro de imperfecciones. Midoriya vivía cada día limpiando su rostro como loco porque vivían saliéndole granitos, pero a Bakugou nada, ni un lunar tenía, nada. Ya por último llegó a sus labios, tan delgados y secos que hacían notar lo poco y nada que Bakugou se preocupaba de su aspecto, aunque ya siendo así tal cual como es era tan atractivo.
Inconscientemente entreabrió sus labios mientras observaba los contrarios, en serio Bakugou provocaba mil sensaciones en el peliverde solo por existir. Su mirada enamorada no era una broma, hasta podría morir por el rubio.
-¿Hasta que hora vas a observarme?
De repente Katsuki abrió los ojos haciendo que Midoriya dé un brinco del susto, estaba tan sumergido en sus pensamientos.
-¡Ah, ehh...!
-¿En que estabas pensando poniendo esa cara?
Había sido descubierto justo cuando estaba mirando sus labios, aunque quizás hace cuanto que se había despertado, Dios, que vergüenza. Más encima la voz ronca que tenía por haber despertado era tan profunda que casi se desmayó.
-Ah -Izuku no sabía que decir-, y-yo solam...
No puedo continuar hablando porque sus palabras fueron calladas por los labios de Bakugou, a lo que reaccionó tarde, pero pudo seguir el vaivén aunque con un poco de dificultad.
Luego de un momento el rubio se separó para ver a Izuku, este tenía sus ojos cerrados, los cuales los acompañaban unas mejillas algo coloradas.
-¿Avergonzado? -preguntó molestándolo y rozando su nariz con la de Midoriya cariñosamente.
-¿Yo? N-no -respondió no sabe si tratando de autoconvencerse a el mismo o para convencer a Katsuki.
"Que vergonzoso está, cuando gemía anoche no hablaba así."
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fuck me, daddy [katsudeku]
FanficIzuku tiene sentimientos fuertes hacia Katsuki, un chico tan misterioso que esconde un gran secreto, pero este solo ve al pecoso como alguien más para follar. O eso es lo que quiere demostrar. - Lo único que conservo de los personajes son sus caract...