-Iré a ese pasillo, vuelvo de inmediato -avisó una rubia adulta a su hijo mientras se iba de su lado.
Todoroki y Mitsuki se paseaban por el centro comercial buscando cosas para comprar, ya llevaban varias cosas en el carrito, de hecho se la estaban pasando bien opinando sobre los objetos que podrían llevarse a casa.
La mujer sostenía el carrito con fuerza, estaba tan contenta de compartir con su hijo que podría estallar de felicidad.
Luego lo vio regresar a lo lejos con unos cuchillos de colores, realmente eran bonitos. Se veía tan pequeño en su mente, aún lo veía como un niño de diez años. Sin pensarlo más caminó hasta él y lo abrazó, dejando descolocado al adolescente.
-M-mamá... ¿pasa algo?
De igual forma correspondió el abrazo con interrogantes al sentirla aferrarse mucho, a su parecer ella quizás estaba algo asustada.
-¿Estás bien? -insistió-. Si quieres podemos no comprar nada e irnos, tal vez fue una mala idea venir...
-Shoto... -lo interrumpió.
Se separó de él algo brusca, le dio la espalda y empezó a caminar hasta el carro, Todoroki en verdad no entendía nada, ¿no quería irse?
-¿Mamá? -preguntó preocupado.
-Lo siento -dijo en voz baja-, cada vez que te veo me da un sentimiento de culpa, perdón por ser tan imprudente...
Se notaba algo apenada por haber dicho eso, sentía asco de si misma, de ser tan pésima madre.
-Olvídalo -habló ella-, ahora vamos a la caja para pagar.
-Mamá.
Todoroki la tomó del brazo a lo que Mitsuki pegó un salto ya que no se lo esperaba, se giró un poco a él y lo escuchó.
-Si necesitas un abrazo solo dilo, no me molesta, aunque a Bakugou puede que sí -bromeó un poco al final, aunque se arrepintió un poco porque el rubio prácticamente la odiaba-. ¿Sabes? Todos necesitamos una muestra de afecto de vez en cuando, así que es normal, ¿entiendes?
Mitsuki bajó la cabeza, asintió con ella y siguió caminando, estaba muy apenada por ello, sentía que debía ser incómodo que alguien que solía tratarte mal o que te golpeaba venga ahora y te abrace con cariño, pero le costaba no tener esos impulsos de protección hacia él, y hacia Katsuki... Sería peor con él ya que fue su primer hijo creado. ¿Qué diantres debería hacer?
•
-Oye, lo siento... No debí haberte tratado así, fue mi culpa -se disculpó un pelirrojo mientras tenía la cabeza agacha adelante de sus amigos.
-Kiri, lo entiendo -respondió Hanta-. No es tu culpa, supongo que todo ese tema te tiene algo fuera de tus casillas.
El pelinegro posó la mano en el hombro ajeno mientras le sonreía levemente a la mujer.
-No sé qué sea lo que pase con Bakugou, pero vamos a apoyarlo, ¿sí? Es nuestro amigo al final de todo.
-Por fin se arreglaron, tarados -habló Ashido dándole un palmazo a ambos en la cabeza-. Me tenían harta con la maldita tensión -expresó viéndolos con una expresión de odio.
-T-tienes la mano pesada, ¿te lo han dicho? -se quejó el pelirrojo sobándose el lugar afectado incapaz de devolverle el golpe.
A ambos les daba algo de temor su amiga luego de que una vez se metió a defender a Sero porque unos bravucones trataban de quitarle su dinero, por suerte ella estaba ahí y los golpeó por todos lados. Les hizo chocar la cabeza en la pared, patada en los genitales, dedos en los ojos y muchas cosas más. Por su puesto que luego se arrepintieron mucho porque a algunos los dejó sangrando y temía ser echada del instituto, pero los muchachos no se atrevieron a culparla, no luego de hacer algo así, por suerte. Desde ese momento se convirtieron en mejores amigos, y hasta hoy se mantenían los roles.
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fuck me, daddy [katsudeku]
FanfictionIzuku tiene sentimientos fuertes hacia Katsuki, un chico tan misterioso que esconde un gran secreto, pero este solo ve al pecoso como alguien más para follar. O eso es lo que quiere demostrar. - Lo único que conservo de los personajes son sus caract...