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-Deberíamos llamar a Bakugou, ya va a llegar la profesora -propuso Kirishima.

Estaba algo preocupado mientras sacaba sus cuadernos y los ponía sobre la mesa, sus amigos hacían lo mismo.

-Nunca responde, pero hay que intentarlo -dijo el pelinegro sacando el celular y le marcó para ponerlo en su oído.

'Qué.' Respondieron del otro lado, claramente con un tono irritado. Sero no se esperó que vaya a tomar la llamada y todos quedaron muy sorprendidos.

-¿Ya vienes a la sala? Van a empezar las clases -habló algo incómodo y pasó la mano libre por su nuca, los demás estaban atentos a lo que alcanzaban a oír.

'No voy a ir, imbécil, mueran.' Respondió a punto de colgar, estaba haciendo algo mejor en ese momento.

-¡Espera! A-antes sólo estábamos bromeando, Bakugou, no te pongas así -pidió afligido y se tomó la frente, en serio estaba preocupado por su amigo-. Ya ven a la sala o vas a tener otra anotación.

No hubo respuesta, tan solo se escuchó un ruido extraño de golpes fuertes, lo que había pasado es que el celular se le cayó de las manos al rubio porque obviamente estaba ocupado haciendo otras cosas, impactó en el suelo al final y ahí se quedó.

'Mierda, no importa.' Dijo enojado y Sero lo escuchó pero muy despacio, a lo lejos, y sus amigos fruncieron el ceño al ver su rostro desentendido, así que activó el altavoz para poder oír mejor.

-¿Estás bien, Kacchan? -preguntó Mina acercándose al aparato para hablarle de más cerca.

No hubo respuesta porque no podía oírlo, ya a esa altura dejó de enfocarse en la llamada, así que lo normal sería cortarle.

'¡A-ah, ahh! ¡K-kacchan, mh!' Se escuchó a través del teléfono y Hanta abrió los ojos como platos para ver luego el rostro de la única chica en el círculo de amigos, claramente conocían esa voz a la perfección. '¡Ay, ah, ah!'

De inmediato Ashido apretó el botón para finalizar la llamada porque varios y varias compañeras lograron oír por estar cerca, se quedaron mirando entre todos muy avergonzados y encima Sero no reaccionó a finalizar la comunicación, se quedó mirando el celular como idiota por el morbo encima.

-Oh -jadeó el pelinegro mirando al suelo algo culpable de haber llamado.

-Tan impulsivo que es -comentó la pelirrosa yendo a sentarse a su puesto correctamente y justo llegó la profesora a la sala.

-Que mierda es esta situación -dijo Eijiro muy avergonzado.

Aún no podía olvidar lo que había dicho Shoto en el almuerzo, escuchar aquellos jadeos de Midoriya provocaron que sus bellos corporales le erizaran, quería sacarse aquella imagen mental de la cabeza.




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-Kacchan... ¿Por qué atendiste la llam...? ¡Ah!

Trataba de hablar un pecoso mientras sentía a su pareja introducirse en su agujero hasta el final, dejándolo casi sin aire, a penas tuvo una preparación floja porque Midoriya le pedía que se apresure, pero no contaba con que habían pasado muchos días sin haber tenido nada de sexo.

fuck me, daddy [katsudeku] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora