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-¿No te irás aún? -preguntó el pelirrojo hacia su mejor amigo al ver que no se estaba yendo del local.

-Tengo algo que hacer antes, no me esperes -respondió inexpresivo.

Katsuki empezó a caminar hacia el baño mientras metía las manos a los bolsillos de su pantalón.

-Nos vemos mañana... -se despidió Eijiro a lo lejos aunque no podía oírlo.

Estaba algo curioso por saber qué es lo que Bakugou haría ahora, pero debía confiar en él así como el rubio hizo de igual manera. Con algo de preocupación se fue, después de todo su amigo había llorado hace unos momentos atrás pero quizás dejándolo solo podría hacerlo sentir mejor.

Anteriormente Izuku había entrado también al baño porque necesitaba entrar urgente, digamos que el café siempre lo hacía irse por el excusado pero aún así nunca pararía de tomarlo. Entonces una vez terminó de hacer sus necesidades salió y se fue hasta la salida a pasos tranquilos, pero no notó en ningún momento de que Bakugou lo estaba siguien sin que se diera cuenta.

El mayor iba varios pasos más atrás que él para que no pudiese notarlo, tenía qué ser cuidadoso, así que siguiéndolo se metió a una calle donde habían varías casas y supuso que pronto iba a entrar a la suya así que no perdió la oportunidad y se fue corriendo para alcanzarlo ya que sino se quedaría afuera y su plan se arruinaría.

-Deku -lo llamó caminando como si nada a su lado mientras entraba junto a él.

-¡¿Kacchan?! -exclamó quedándose totalmente sin poder creérselo-. ¿Q-qué haces aquí? -preguntó necesitando saber rápido la respuesta, no estaba entendiendo nada.

-¿No es obvio?

Katsuki lo arrastró adentro, al cerrar la puerta lo empujó contra esta y miró sus labios con deseo, Midoriya tenía su vista en sus ojos, esos mismos ojos de depredador cuando lo hicieron por primera vez y comprendió de inmediato sus intenciones.

Bakugou no se aguantó más y juntó sus labios con los ajenos, Izuku solamente se dejó llevar por su amor platónico y siguió el beso, se sentía emocionado y era excitante, no podía creer lo que estaba pasándole ahora mismo.

De un momento a otro Bakugou pasó su pierna por entremedio de las de Midoriya y empezó a restregarse contra él, sacándole varios gemidos mientras seguía profundizando el acto, sus lenguas esta vez fueron partícipes y bailaban entre ellas humedeciendo así la situación.

- Llévame a tu pieza -ordenó con voz ronca.

Izuku fue bastante obediente y lo llevó de la muñeca subiendo las escaleras, estando afuera abrió la puerta y al estar dentro cerró, se quitaron sus bolsos y siguieron en lo que estaban. Bakugou tiró a la cama al pecoso y empezó a desvestirlo, pero esa camisa que traía puesta tenía los botones muy duros.

- Es imposible desabotonar esa mierda, quítatela antes de que la rompa -gruñó enojado.

El ojiesmeralda obedeció con velocidad, lanzó la polera en algún lugar de la pieza y Bakugou continuó desvistiéndolo, luego rápidamente se desvistió él. Midoriya observaba el trabajado cuerpo de Kacchan hasta que vio su hombría y se tapó la cara.

"Es... perfecto."

-¿Que mierda te pasa? No es la primera vez que me ves así -preguntó demandante para provocarlo un poco, parecía un niñato.

-L-lo siento -se disculpó.

Izuku no podía descubrir su cara de vergüenza, pero Bakugou lo ayudó y le quitó las manos de ahí, quería ver ese rostro de placer.

-Tienes cuerpo de muñeco, brócoli, ¿lo sabías? -preguntó lujurioso.

Y Katsuki lo acostó nuevamente en la cama mientras le dejaba marcas y besos en el cuello, podía sentir como Izuku se estremecía debajo suyo y aquello le encantó, su sensible cuerpo empezaba a reaccionar.

fuck me, daddy [katsudeku] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora