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El trío de amigos ahora se hallaban en el segundo piso del local sentados en una mesa mientras esperaban el pedido que Mitsuki les traería, estaban tranquilamente junto a la leve música que había ahí y estaban conversando cosas triviales.

-Oye, no hemos hablado con Asui ni con Kaminari -dijo la muchacha mientras sacaba su teléfono de su bolso dispuesta a enviarles un mensaje por el grupo que tenían.

-Están en clases, llámalos a la hora del recreo -respondió el de lentes deteniéndola.

-¿Te sabes las horas del recreo, Iida? -Preguntó abriendo su boca sorprendida mientras lo miraba, en serio su amigo lo sorprendía cada vez más.

Todoroki como siempre estaba en silencio escuchando tranquilamente la conversación y se dispuso a mover su silla más cerca del peliazul, ellos dos estaban en un lado de la mesa y la castaña en el otro, así que tan solo porque quería realizó aquello volviendo algo tímido a Tenya. Acto seguido buscó en su bolso un poco de base que siempre andaba trayendo junto a un espejo, debía taparse ese chupón que le había dejado Iida antes o su madre podría salirse de control.

El más alto de ahí se giró a ver a Todoroki y se avergonzó en demasía por ver lo que estaba haciendo, se sintió algo mal por ello porque fue él quien le hizo esa marca y era totalmente válido que se la quisiera ocultar.

Shoto era experto en esconderse y borrar imperfecciones de su cuerpo, por lo mismo en un dos por tres ya se había cubierto por completo el chupón dejando a ambos expectantes muy sorprendidos.

"Es mejor que se lo borre del cuello, sino Bakugou... Uy, siento escalofríos de solo pensar en ese tipo."

-Algún día deberías maquillarme -dijo la castaña halagando a Todoroki, quien desvió su mirada al instante-. Yo ni usar máscara de pestañas sé -confesó algo desanimada.

Por lo mismo ella nunca en su vida usó maquillaje, y ya de por sí naturalmente era preciosa así que no lo encontraba necesario, pero si era un arte divertido y digno de apreciar.

-No sé maquillarme, tan solo es usar un corrector de la manera correcta -aclaró en voz baja algo nervioso.

Uraraka lo ponía algo tímido por su personalidad, sentía que en cualquier momento gritaría o se enojaría con algo, era tan impredecible.

-Te dijo que no sabes usar una base de la forma correcta -se burló el de lentes tirándole leña al fuego para molestar a su amiga mientras la miraba con una ceja alzada.

-¡N-no, no quise decir eso! -aclaró rápidamente el mayor ahí abriendo sus ojos como platos y agitando un poco sus manos.

No quería crear malentendidos, pero claramente ellos dos eran como el perro y el gato y encontrarían la oportunidad que sea para discutir o llevarse la contraria sólo porque sí.

-¿Acaso tu sabes usarla? -preguntó Ochako de vuelta al de lentes ladeando su cabeza y cruzándose de brazos a la vez que hacía una mueca ganadora.

-Nunca lo he intentado -respondió imitando su postura-. Pero puedo hacerlo, hasta un niño de tres años puede hacerlo.

-¡Que chanta! -exclamó mirándolo con la boca entreabierta-. Eres la palabra torpeza hecha persona.

-Oye, más respeto, yo...

Iba con todo el vuelo a seguir la tonta pelea que estaba teniendo pero de pronto se detuvo porque visualizó a Mistuki a lo lejos, estaba caminando hacia ellos con una bandeja suponiendo que en ella estaba lo que antes ordenaron. Shoto giró su rostro y se encontró con ese repentino cambio de humor, quiso preguntarle que le ocurría pero parecía más duro que una piedra, así que río internamente al verlo tan nervioso, solamente era su madre, ¿qué tan terrible tenía que ser eso?

fuck me, daddy [katsudeku] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora