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-Mina.

Llamó una chica de larga cabellera hacia su pareja mientras la veía caminar con sus amigos en la cafetería del instituto, ella muy alegre y de inmediato se volteó a verla con una sonrisa y fue a abrazarla por el torso, su gesto fue correspondido con una mano ya que la otra estaba ocupada y la mayor lo notó.

Kirishima y Sero miraron la escena bastante enternecidos y se quedaron ahí lejos para dejarlas a solas sin antes que el segundo chico pronuncie un "te vemos luego". Ellas dos tenían una bonita y sana relación, no como la de unos tercos e infantiles niñitos que se ponían a pelear por todo.

-¿Qué traes ahí? -preguntó frunciendo un poco los labios y trató de asomarse, pero Asui fue más rápida y le puso la bolsa frente a sus ojos, era una bolsa de las que daban en la tienda de Inko y sus ojos brillaron-. ¿Es para mí? -preguntó casi devorándose la bolsa con la mirada, hasta se le hizo agua la boca.

-¿Hay alguien más aquí? -preguntó haciendo una mueca indiferente y elevó un poco su mirada para acercarle más el objeto-. Feliz cumpleaños.

Pronunció en voz baja e hizo una mueca al sentirse algo avergonzada de lo que había hecho, nunca en su vida hizo ese tipo de regalos y se sentía algo tímida.

Mina de inmediato recordó las palabras de su mejor amigo, ellos querían recordar su cumpleaños como un bonito día, con buena compañía y con mucha alegría también, así que empezando a humedecer sus ojos tomó la bolsa en una mano y abrazó de nuevo a esa chica que tanto le gustaba, su corazón no dejaba de latir de forma veloz, estaba tan agradecida por el gesto.

-Muchas gracias, Asui -dijo en un susurro doloroso.

Se aferraba cada vez más a ese tonificado cuerpo por lo que la menor le acarició con suavidad su corto y rosado cabello para ayudarla a tranquilizarse. Algún día cuando esté lista podría decirle por qué odiaba su cumpleaños, pero ese día no sería hoy, ahora quería disfrutar nada más.

Al separarse Tsuyu limpió ese precioso rostro invadido de tristeza con un pañuelo que sacó y le dio un beso en la frente, ya que debido al lugar en que estaban no se podía hacer más, pero aquello significó mucho para Ashido.

-Ya, ven a probarlo, no llores en un día tan bonito -pronunció la más alta.

Tomó de la mano a su pareja y la llevó hacia las mesas de la cafetería, se sentaron al lado de la otra en unas sillas que daban a la pared y por fin la pelirrosa revisó su contenido y lo sacó de la bolsa, era un queque con un agujero al centro y glaseado color rosado, el favorito de la mayor, encima al centro tenía lo que parecía ser una cajita con una bonita cinta y todo lo soportaba una base con plataforma decorada.

-Está todo muy lindo, me encanta -dijo al analizar todo lo que podía ver en la mesa, era tan elegante-. ¿Cómo sabías que me gusta este?

Mina se refería al comestible y se volteó a mirar a Asui, esta se tensó un poco por ello, ¿cómo debía decirlo?

-Cuando fuimos al local de Inko con Izuku vi que pediste ese -explicó acomodándose un poco el cabello, lo tenía tan largo que llegaba hasta su trasero, pero aún así no pensaba en cortarlo, tan solo a veces era molesto por el viento-, te veías muy a gusto comiéndolo, así que mandé a hacer uno grande.

Finalizó sonrojándose un poco, así que prefirió mirar hacia otro lado, así perdiéndose la preciosa sonrisa que tenía Ashido en sus labios.

-¡Eres tan linda, Asui! -exclamó feliz la mayor.

Podía notar que desde hace mucho tiempo Asui ya se había fijado en ella por ese tipo de acciones, tales como recordar las cosas que le gustaban de hace mucho tiempo. Sintió tantas mariposas en su estómago que no pudo evitar reír un poco, todo mientras cortaba un pedazo de queque con un cuchillo de plástico transparente que venía y vio como por dentro del trozo había un relleno de crema de chocolate, se metió casi la mitad adentro de la boca y empezó a masticarlo con dificultades.

fuck me, daddy [katsudeku] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora