14

13.6K 1K 865
                                    

-Shoto... -Lo llamó un peliverde algo nervioso mientras jugaba con sus manos.

-Dime, bonito -respondió mirándolo a los ojos aún cuando el peliverde no lo observaba de vuelta.

"Ya basta de decirme cosas así."

-¿Desde cuándo eres hermano con Kacchan? -preguntó sintiéndose algo entrometido pero estaba muy curioso así que sin más preguntó.

El humor de Shoto cambió completamente al oír esa pregunta, estaba algo harto de que lo único que saliera de la boca del chico sea "Kacchan, Kacchan y Kacchan", pero tampoco quería dejarlo con la duda así que accedió a explicarle.

-La verdad es que tenía unos cuatro años... Mamá me adoptó con quien en ese entonces era mi padre -recordó algo nostálgico mientras bajaba un poco su rostro-. Ella fue una luz cuando estaba en la oscuridad.

"Wow, que poético este hombre."

-Tuvo que ser un hermoso momento -opinó siguiendo la conversación mientras empezaba a jugar con los lápices que habían en la mesa.

-Fueron unos años hermosos -admitió en una mueca alegre, pero esa alegría se desvaneció en segundos-. Ahora solo me quedan recuerdos.

Su expresión reflejaba pena y un poco de dolor, Midoriya se arrepintió al instante de haberle preguntado algo así, no pensó que quizás podía haberlo hecho recordar algo que no quería, después de todo debió haber pensado que entre él y Katsuki se llevaban terrible.

-N-no sigas si no quieres, de todos modos fue mi culpa por entrometerme -habló con culpa acerándose un poco para que lo tomase en cuenta, esta vez se decidió a mirarlo a los ojos para no desanimarlo.

-Tranquilo, confío en tí. No me preocupa contarte esto -dijo para acomodarse en su asiento y continuó-. Bakugou cambió cuando papá se fue... Pero ya me da igual.

Expresó sonriéndole un poco para tranquilizarlo, no quería ver a Izuku desanimado por su culpa.

Todoroki sabía que tenía una máscara detrás de sus palabras, obviamente le afectaba que todo se haya tornado negro de repente pero le afectaba más el hecho de que Bakugou lo odiase, así que para no mostrarse triste por ello decía odiarlo también. No quería verse más débil de lo que ya era, si no podía aliarse a él debía enemistarse para seguir, su corazón no aguanta ese rechazo de su parte y necesita refugio.

-Te entiendo -Izuku bajó la mirada y sonrió triste-, papá igual se fue, la verdad es que ni siquiera recuerdo su cara, pero lo bueno es que Inko pudo salir sola adelante conmigo.

Quizás Midoriya le dijo eso para que no se sients tan triste pero igual le dolía decir algo como eso, aparte sentía que podía ponerse en sus zapatos, pero no estaba ni cerca de ser su misma talla.

-Me imagino que fue terrible, pero lo bueno es que Inko se ve bien en su día a día -comentó tratando de animar la apagada conversación.

Se supone que se habla con la persona que te gusta para hacerla reír, para ponerla alegre, no para que recuerde tristes anécdotas.

-¿Qué dijiste? ¿Acaso la has visto? -preguntó sorprendido.

Ahora mismo Izuku trataba de pensar en un buen razonamiento que encaje con ese comentario, no quería pensar en que se conocían o algo.

-Voy casi todos los días a estudiar y pasar el rato a su local desde hace años en realidad -explicó más animado pero con una pizca de incomodidad-. Nunca supe que era tu madre hasta que una vez que fui te vi con Inko, lo supe porque te pareces bastante a ella.

-Oh, no lo sabía...

Nervioso, estaba tan nervioso de tan solo pensar en que ellos hablaron. Era horrible, se sentía entre traicionado y celoso por su madre, y sí, se ponía celoso por una tontera como esa.

fuck me, daddy [katsudeku] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora