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-¿Qué hacen aquí? -preguntó Uraraka volviéndose hacia Mina y Sero.

Asui se sentó en la mesa de Uraraka para poder conversar más cómodamente, y por suerte no se quejó. Su puesto quedaba más atrás, a un lado del de Kaminari, quien seguía conversando con su pareja. Iida por su parte se quedó al lado de Midoriya para cuidarlo por cualquier cosa, en realidad también tenía algo de sueño y aprovecharía para relajarse un poco, tampoco es como si tuviese muchas ganas de vivir por haber estudiado tanto el fin de semana, y sobre todo porque al ir al bar de su papá tuvo menos horas de sueño y un desorden en ellos, cosa que Iida odiaba por ser tan correcto.

-Vinimos a visitarlos, ¿acaso no puedo venir a visitar a unas lindas chicas? -preguntó la pequeña pelirrosa coqueta.

-Deja de hacer eso con cada chica que ves, Ashido -la regañó el pelinegro dándole un suave golpe en la cabeza.

-Solo lo hago con chicas lindas, estúpido -lo enfrentó con el ceño fruncido y sobándose, luego volvió a hablar con las adolescentes cambiando por completo su rostro a uno agradable y sonriente-. ¿Y cómo han estado? Hace mucho no las veía.

-Nosotras bien, algo atareadas pero nada muy estresante -respondió Asui con toda la calma del mundo.

Por ello a Uraraka casi se le cae la mandíbula al verla tan tranquila luego de casi agarrarse a balazos con ella, ¿acaso se rindió o algo así? Luego se burlaría de ello, esperaría con ansias ese momento.

-Verdad que es periodo de pruebas, nosotros la tenemos peor ya que este año nos graduamos y los contenidos son mucho más complejos -se incluyó Sero haciendo un puchero.

-Había olvidado que iban un curso arriba del nuestro -dijo Tsuyu cruzándose de brazos sonando indiferente-, me apiado de sus cerebros y sus horas de sueño, espero les vaya bien.

-Al fin alguien que lo entiende -dijo Mina cerrando sus ojos y sonriendo-, ¡gracias por tu apoyo!

El corazón de la peliverde empezó a latir más fuerte que de costumbre cuando la vio sonreír, su rostro enrojeció mientras se quedaba mirándola, pensó que... Tal vez se veía preciosa de esa forma.

-Mierda, la profesora va a llegar a nuestra sala y estamos aquí, vámonos ahora -interrumpió Kirishima mirando el reloj en su muñeca.

-Pero no quiero -dijo Mina haciendo un pequeño berrinche y alargando la última palabra-, odio las clases de matemáticas, que alguien me salve.

-Yo igual, pero así es la vida -la "consoló" Sero palmeándole el hombro para luego voltearse hacia la salida-. ¡Nos vemos, pequeños!

-Pequeño tu culo, soy más alta que tú -respondió Tsuyu a la defensiva rodando los ojos.

-¿En serio? ¿Cuánto mides? -la desafió mirándola fijamente.

- 1,78.

-¡Me pasas por dos malditos centímetros!

-Vaya, es realmente un privilegio ser mujer y ser alta, es uno de los mayores atractivos de la gente -halagó Ashido-, ojalá yo fuese alta para gustarle a alguien.

-Ser alta es una cualidad física nada más, lo interior es lo que importa -la animó Asui acercándose a ella.

Sin pensarlo mucho le puso una mano en el hombro asombrando a la chica, pero retiró su mano de inmediato, ahora estaba muy avergonzada de si misma por acercarse a ella de esa forma tan confianzuda, pero así también se dio cuenta de que ella era muy bajita y tierna.

-¡Más encima eres buena hablando! -dijo poniendo una mano tapando su boca-. ¿No quieres ser mi polola? -preguntó con una brillante mirada.

-¡Ashido Mina! ¡Ya deja de hacer eso! -Sero la agarró de la muñeca y la sacó a arrastras por luchar contra la gran fuerza de la chica-. Qué desvergonzada esta niña -susurró para el mismo y luego se dirigió a las chicas-. ¡Nos vemos!

fuck me, daddy [katsudeku] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora