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-¿Trajiste la llave? -preguntó un peliazul en un susurro hacia la chica a su lado.

-Obvio, tarado, ¿sino como entramos?

Ella rodó los ojos y se puso a revisar en su bolso para encontrar el objeto.

-Ya, pero sin llorar -dijo en tono de burla para molestarla.

-¡Ya cállate! -exclamó casi susurrando y golpeó la cabeza del de lentes con su palma no muy suavemente- Hay que ser silenciosos, sino Max nos va a delatar con sus ladridos.

-Ouch -se quejó Iida y sobó el lugar afectado con un infantil puchero-. Lo siento -se disculpó mirando todo lo que hacía.

Ochako encontrando la llave la puso en la cerradura, la giró para abrir en silencio la reja y una vez adentro abrió la puerta principal. Agradeciendo que ya estaban adentro sin que Max los descubra y estando dentro de la casa de Izuku se dirigieron por las escaleras hacia su habitación.

-Va a matarnos por esto, ¿y si no está? -susurró nuevamente el chico mientras sentía algo de culpa por lo que estaban haciendo.

-Shh, sigamos -lo calló.

Los dos al estar arriba abrieron la puerta de Midoriya, pero no esperaban verlo tirado en el suelo durmiendo mientras abrazaba un polerón.

-¿¡Está muerto!? -preguntó algo asustado Iida poniendo una mano en su boca mientras retrocedía un paso inconscientemente.

-Claro que no, imbécil -lo regañó la castaña y rodó los ojos algo irritada, la torpeza de su amigo lo estaba superando-. Está durmiendo, mira como respira.

-Lo siento, me alteré... -se disculpó, nuevamente, y bajó la cabeza sintiéndose algo tonto.

-¡No puede ser! ¿Qué es eso? -preguntó gritando horrorizada la chica cuando vio un viscoso líquido blanco en el suelo a un lado de su amigo.

-No me digas que es del... -apuntó su zona púbica- De... -finalizó apuntando a Midoriya igual de sorprendido que Uraraka.

-¿Qué mierda es esta situación? -preguntó sonrojada la chica.

Se cubrió sus ojos con las manos avergonzada, todo era tan explicito ahora mismo, si Izuku ni siquiera se puso sus pantalones.

-Como sea.

Tenya cambió rápidamente el semblante, no estaban ahí para mirarlo dormir, así que se agachó al frente del chico.

- ¡Midoriya, despierta! -lo sacudió Iida un poco de lado a lado levemente y tratando con todas sus fuerzas de no ser tan brusco.

-Mmm... Kacchan, no puedo... -susurró algo inconsciente con la voz totalmente ida entre sus sueños.

Aquello dejó a sus mejores amigos paralizados, ambos entreabrieron sus bocas y se miraron entre sí sin poder creerlo.

-¿Tu igual lo esuchaste? -preguntó Uraraka algo perturbada mientras miraba al pecoso removerse levemente.

-¿¡Qué falta de respeto es esta!? ¿¡Cómo que Kacchan!? ¡Soy tu mejor amigo, maldito bastardo!

Iida de una forma u otra perdió la paciencia que tenía y remeció más fuerte a Izuku hasta que lo despertó, no le importaba tampoco el hecho de que estaba sonrojado hasta los pies por lo que había escuchado del muchacho.

-¿Chicos? ¿Cómo es que entraron?

Una vez Midoriya los vio se restregó un poco los ojos para confirmar que no era su imaginación, ellos en serio estaban ahí.

-¡Volando por el cielo, tarado imbécil! -respondió Ochako sarcásticamente.

-¿Q-Qué hora es? -preguntó el pecoso algo desorientado.

fuck me, daddy [katsudeku] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora