fuck me, daddy [katsudeku]

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-¡Sí, sí m-me tocaba pensando en ti! -confesó en jadeos un pequeño rubio.

Este mientras era embestido con fuerza, sus ojos estaban llorosos y se iban hacia arriba inconscientemente, no podía con tanto de la nada.

- ¿No te da vergüenza? ¿Eh? -preguntó el mayor.

Y de un movimiento lo puso boca arriba para volver a entrar fuertemente, le encantaba ese rostro tan entregado que tenía, si hasta podía ver su lengua desprendiendo algo de saliva, se veía tan erótico, impulsaban a follarlo casa vez más fuerte.

-Denki, pequeño, ¿está todo bien? Siento mucho ruido.

Mierda, era la mamá de Kaminari que estaba afuera de la habitación, debieron ser más silenciosos, pero estaban tan agitados que se les olvidó en un santiamén que no estaban solos.

Kirishima por su parte paró un momento, pero al ver que el más bajo se cubrió la cara de la vergüenza sonrió, esta vez haría una maldad. Se acercó a su cuerpo y se puso a succionar parte de su hombro dejando mordiscos y chupones.

-¿No vas a contestar, Denki? -susurró Eijiro.

Lo provocó mientras dejaba su hombro y bajaba a jugar con su lengua en uno de sus pezones, haciéndole escapar un pequeño gemido al rubio.

-¿Pequeño? -insistió la voz preocupada-. ¿Están bien?

-M-mamá, solo estábamos ordenando unas... ¡Ahh!

El pelirrojo empezó nuevamente a embestirlo con la misma fuerza que antes, lo había tomado desprevenido. No quería que su mamá lo viese así, sería tan vergonzoso también que lo escuche de esa forma.

-¿Por qué gritas, estás bien?

-Sí, no te... Uhh...

Hablaba entre gemidos, realmente no podía disimular nada, se sentía tan sucio pero era tan caliente.

-Estamos can-cansados, voy a d-dormir, ¡ahmm!

Sus paredes de pronto empezaron a contraerse creando muchos más gruñidos de parte del más alto, su culo lo estaba succionando.

"Mierda, casi me vengo."

-Bueno, si te sientes mal me avisas a mi porque tu mamá está durmiendo -avisó sin meterse mucho en el asunto.

Por suerte ella no estaba ya en pos de hacer algo, fue un día largo para ella y estaba exhausta, así que sus pasos anunciaron que ya se había ido de ahí.

-Sí, m-mamá, ah...

"¿Ella también era su mamá?"

-Supieran tus familiares que eres todo un pervertido -dijo Kirishima.

Le destapó el rostro y lo tomó por las muñecas para impulsarse y embestirlo. De repente los jadeos del rubio empezaron a ser mucho más repetitivos, convirtiéndose en melodías para los oídos del otro.

Kaminari mientras se movía de un lado a otro por las penetraciones, miraba casi con corazones en sus pupilas a su pareja mientras se retorcía en la cama, esta vez sentía tan exquisito como el gran miembro de Kirishima pasaba por su punto dulce.

-¡A-ah! ¡Abrázame! ¡Mmm! -trató de pronunciar como pudo.

El pelirrojo obedeció de inmediato y lo rodeó con sus brazos por su pequeño torso sin dejar de moverse de adentro suyo, Kaminari lo abrazó de vueltas y se afirmaba de su gran espalda arañándola despacio, pero de igual forma quedarían algunas marcas.

El embestido de repente sintió que iba a venirse, su pene también rozaba levemente contra los estómagos de ambos haciéndolo sentir doble placer, ya para entonces sus ojos desprendían verdaderas lágrimas mientras jadeaba.

-Kiri, n-no, me voy... ¡Ah! ¡Uh!

-¿Te vas a correr? Y-yo también -avisó con el ceño fruncido mientras respiraba sin control.

Dejó de abrazar el cuerpo y se afirmó de la cama para sacar fuerza de no sabe donde y embestirlo mucho más salvajemente que antes provocando ruidos obscenos de sus pieles chocando y volviendo más agudos los jadeos de Kaminar.

-M-me vas a... ah..., ¡Kiri! -jadeó mientras lo miraba con la boca abierta.

-¿Dónde quieres que me corra? ¿Eh? -preguntó siendo sucio en sus palabras mientras su pololo lloraba y se quejaba de lo excitante que era todo ello.

"Asui, perdón, pero me gusta que se venga adentro mío, no en un condón."

-Hazlo a-adentro, córrete adentro m-mío -pidió hablando muy descontrolado mientras sonreía levemente.

-Ngh... Denki... -gimió elevando su voz cada vez más.

Luego de unas embestidas más Kirishima se vino en todo el agujero de su pololo mientras gruñía y pegaba su pecho al de él, por su parte el rubio también se vino manchado sus vientres y tuvo unos pequeños espasmos acompañados de unos jadeos de orgasmos mientras se afirmaba de los formados brazos del pelirrojo, quien al verlo con la lengua afuera aprovechó y empezó a succionarla.

Luego de ese mojado y pequeño besuqueo ambos se dejaron caer en la cama rendidos mientras respiraban agitados y trataban de volver a su normalidad. Kirishima se levantó un poco quedando frente a frente con Denki y le sonrió cansado.

-Te quiero, Denki.

Kirishima le dejó un piquito en la nariz tiernamente y Kaminari sonrió por el acto mientras seguía llorando.

-Lo siento, ¿te dolió mucho? -se preocupó el mayor.

Salió de adentro suyo provocando que un pequeño ruidito saliera de él, le hizo gracia, pero no era momento de reírse.

Rápidamente buscó unos pañuelitos en su mochila para limpiarlo, Denki en todo ese tiempo tuvo las piernas abiertas y se notaba que escurría semen desde su ano, a Kirishima casi le sangra la nariz por verlo así y porque tenía además esa expresión tan provocadora en su rostro.

El pequeño no decía nada, solo lloraba en silencio mientras era limpiado por su pololo con tanto cuidado, no se parecía en nada a esa bestia con la acababa de follar. Cuando estuvieron limpios se colocó el bóxer con su pantalón y la polera, y ya cuando iba poniéndole las prendas al rubio este se tiró arriba suyo sorprendiéndolo y cayendo ambos en la cama, ¿acaso lo iba a golpear?

-¿Qué pasa, Denki? ¿En serio dolió mucho? Para la otra seré más cuidadoso -se disculpó cerrando los ojos-, lo promet...

-¡Cállate! No estoy llorando por eso, es que... -exclamó con la voz muy temblorosa y era obvio que estaba avergonzado-. Se sintió tan b-bien que no puedo dejar de llorar, lo siento -confesó aferrándose a su polera mientras lloraba en su pecho.

Kirishima no podía estar más feliz, se estaba preocupando por nada cuando todo estaba perfecto, tenía miedo de hacerle daño, pero al contrario, ahora tenía una pareja masoquista y pervertida... Tenía que adaptarse a sus peticiones solamente, ¿no creen?

El más alto se levantó de la cama y se sentó en ella, invitó a Kaminari a sentarse en sus piernas palmeándolas y obedientemente fue y se sentó en ellas para luego sentir unos brazos rodeándolo. Poco a poco su llanto fue cesando, ya que las caricias que recibía por parte de Eijiro eran tan suaves y cálidas, eran confortantes.

-Lo siento por ser un pervertido -dijo algo culpable.

Estaba con la cabeza agachada pero esta fue levantada por Kirishima, quien le limpió el rostro con sus pulgares porque estaba todo mojado por las lágrimas.

-K-kiri, yo también te...

Realmente de los puros nervios no se sintió capaz de terminar esa frase, pero quería que él lo supiera. Kirishima solamente lo miró atento con los ojos muy abiertos.

-También te quiero, mi príncipe.