Jade
Creer era una cosa, que suceda, era algo muy diferente.
Cuando creí que encontrar nuevamente a mi compañero en este ir y venir de personas, seria sencillo, no tomé en cuenta la cantidad de personas que habría.
Las primeras dos semanas, no permitía que nada, absolutamente nada, ni nadie, me desmotivara, pero ahora, a dos meses de esa bendita noche, mis esperanzas están por el subsuelo.Estaba claro que no le había hablado a nadie, a excepción de Lyra, de lo sucedido. Pero, ¿Qué podía decirles? " Encontré a mi compañero en una fiesta y me olvidé de preguntar su nombre, sí lo sé, que despistada."
Demonios, aún no comprendo cómo pude ser tan idiota como para no hacerlo.Había esquivado las llamadas de mis padres, zigzagueando en sus preguntas como una verdadera piloto de carreras, pero sé que no podré hacerlo por mucho tiempo.
Tal vez podría engañar a mi madre, quien creería que todo es culpa del estrés y la adaptación a un nuevo ambiente, pero mi padre era otra cosa. Él tendía a mostrarse algo distraído, pero era un jodido halcón, persiguiendo aquello que había captado su atención.No me sentía culpable por ocultarles esto. A pesar de haber crecido con ellos fortaleciendo la confianza familiar, no soy idiota.
Ese cuento de: "confía en nosotros cariño, que siempre te entenderemos", no era sino una manipulación mental, para que abra mi bocota y les cuente cada detalle de mi vida.-¡Jade! - escuché detrás de mí, por lo que no tarde en voltear y ver a Flavio correr hacía mí.
El chico no tenía idea de lo atractivo que era, pero tenía suerte al ser compañero de Beatriz. Bueno, tal vez no era tan suertudo, ya que ella era un poquito intensa, pero aún no lo conocía tan bien a él.
A pesar de que los últimos dos meses hemos pasado varias noches cenando juntos, sentía que él no se abría del todo a mí, por lo que también mantenía ciertas reservas.-Oh hola chico, ¿Dónde quedó Bea? - miré más allá de él, tratando de ver si venía detrás, pero no había rastro de ella.
-Tenía clases. ¿Tú qué haces por aquí? Creí que tus clases estaban en otro edificio. -lo estaban, de hecho estaba perdiéndome una clase de historia.
-Buscaba a alguien. - respondí sinceramente. - ¿Tú no tendrías que estar en clases?
Casi me río en su rostro al ver la mueca de disgusto que puso, pero no quería que se sintiera mal.
-Seh, me dormí. - miré mi reloj y volví a mirarlo.
-Son las doce del mediodía.
-Lo sé Jade, pero es culpa del jodido de Drew. Anoche llegó a casa a eso de las tres y media de la madrugada, por lo de me despertó con los golpes en la puerta.
-¿Acaso no tiene llaves?
-Las tiene, pero las olvidó en el hospital. - asentí, pensando que si estuviera en su lugar eso me sucedería con bastante frecuencia.
Tal como había demostrado, solía ser demasiado distraída, al punto de que mis padres habían optado por ya no darme un juego de llaves, al perderlas por quinta vez.
-Bueno, al menos sabes que si te enfermas alguien te cuidará bien.
No conocía aún al dichoso Drew, el chico era como una especie de fantasma. Siempre estaba estudiando o en el hospital, no sabía si tenía vida privada, pero lo dudaba.
Tenia cierto grado de curiosidad hacía él, me preguntaba si era tan atractivo como Santiago y Flavio, aunque imaginaba que si.-¿Jade, Jade, me escuchas? -volví al ahora y negué al chico frente a mí.
-Lo siento, me fui, ¿Qué decías?
-Que creo que te dejaron plantada, quizás deberías tratar de llegar a tu próxima clase.
-Tienes razón, en lo de la clase, porque nadie me dejó plantada. -no sabía si se estaba burlando de mí, pero si lo hacía, se estaba equivocando y encantada lo sacaría de su triste error.
-Pero dijiste que estabas aquí esperando a alguien.
-No chiquito -golpeé amistosamente su mejilla, antes de sonreír de manera pícara. -Te dije que buscaba a alguien, pero no lo encontré, sin embargo lo haré.
Comencé a caminar por el camino de césped, perfectamente cortado, solo perturbado por alguna que otra piedra.
¿Cómo pudo creer que alguien me había dejado plantada? ¿Acaso estaba perdiendo mi encanto?Definitivamente ese chico estaba mal.
Mientras caminaba hacia el próximo edificio, sentí un pequeño mareo, el cual provoco que me sentará en un banco cercano.
Había pasado tanto tiempo parada en sol, que no me había dado cuenta que me estaba haciendo daño. Aunque también podía ser el hecho de preocuparme demasiado en encontrar a mi compañero, que me estaba estresando. De ser así, debería relajarme, no quería terminar como Leticia.Ella en un intento desesperado de enorgullecer a sus padres, se había forzado demasiado, al punto de poner en riesgo su salud.
Podían considerarme egoísta, pero ellos habían vivido sus vidas, ahora yo viviría la mía, sin su intervención.No dejando que un simple mareo me venza, me puse de pie y caminé entre todos los estudiantes.
A diferencia de muchos, no tenía una jodida idea sobre a que me dedicaría en el futuro, solo completaba materias genéricas, las cuales podría complementar en un futuro.Cuando mi compañero volvió a aparecer en mi mente, recordándome lo bien que besaba, fue cuando mi teléfono comenzó a sonar y vibrar en mi bolsillo trasero.
-Dime hermosa, ¿Qué sucede? -no imaginaba para que podría llamarme y aunque haya interrumpido un buen recuerdo, no podía portarme sarcástica con Leticia.
-¿Tienes algo que hacer esta noche?
-Mmm... no.
Mis noches últimamente se dividían entre sentarme a ver una serie, mientras devoraba una infinidad de papas fritas y dormir como si no hubiera un mañana.
-Que bueno, entonces no podrás negarte. Con Santiago pensamos ir al nuevo bar que abrirán cerca de su apartamento y quiero que vengas con nosotros.
-De acuerdo.
-Sabia que podía contar contigo. Le pregunté a Lyra también, pero me dijo que estaría ocupada.
Cada noche lo estaba. Ella simplemente salía y volvía hasta la madrugada, para ser sincera, ya comenzaba a preocuparme.
Algo me decía que debería hablar con ella y preguntarle, pero sabía cuál sería su respuesta.-Esta con muchos exámenes. -mentí, por lo que me lo cobraría luego. - le he dicho que debe darse un tiempo para descansar, pero no me escucha.
-Solo espero que no se esfuerce de más, créeme a la larga eso le hará daño. - mordí mi labio inferior, ya que ella no sabía que sus palabras podrían ser muy ciertas. -Pero a ti si te espero.
-Estoy lista.
-De acuerdo, pasaré a buscarte a las nueve.
Cuando guardé mi teléfono, levanté la mirada y me encontré con el enorme edificio gris, en el que debería pasar las próximas dos horas.
Pero al menos esta noche me podría distraer de todo un poco.
∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆Holis!
Uffff lo que extrañé la app😭
Andaba incomunicada, tengo la compu (Hace mucho) en arreglo ya que mi sobrinito le arrancó una ficha al teclado. Y desde el 29 tenía mi teléfono en la garantía.Les doy un consejo, nunca lo lleven a la garantía, más vale paguen un particular. Porque uno dice, la garantía es más segura ya que el celular es nuevo, pero no, porque les puede pasar como en mi caso, dónde la garantía te termina de romper el aparato, luego de dárselo "erróneamente" a alguien más, para luego decirte: "ahora no te cubre".
Entonces vos debes empezar a demandar y tardas mucho tiempo y das muchas vueltas y te terminas estresando.Pero como me cansé de esperar, me compré otro celular, así que comenzaré a subir capítulos como lo hacía antes.
Espero que todos estén bien, los extrañé mucho😭∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆
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Jugando limpio
Manusia SerigalaLeticia Fenn sabía tres cosas con seguridad: 1-Su futuro había sido decidido desde que nació. 2-No podía luchar contra este, sin lastimar a las personas que más amaba. 3-La cuenta regresiva había comenzado y solo le quedaban horas para enfrentar su...