Drew
Traté de quedarme el mayor tiempo posible junto a Jade, sin embargo no podía abandonar mis responsabilidades.
No solo lo hacía por mí, pero ahora tendríamos un bebé y no se mantendría solo, por lo que debía dar lo mejor de mí para terminar mis estudios y graduarme de una vez por todas.Ella seguía preocupada por su amiga, al igual que todos los demás y aunque no quería demostrarlo, también comenzaba a estarlo. Ya habían pasado tres días y nadie sabía nada.
Los hermanos y el padre de Jade, se habían sumado a una especie de grupo de investigación, seguridad o algo por el estilo. Según había escuchado, era el antiguo trabajo de uno de ellos.
Pero no había pistas, era como si la tierra se la hubiese tragado.Ahora, mientras estábamos a la espera de que llegarán los demás familiares, no dejaba de pensar en como tomaría Jade que haya sacado un turno para su control.
Tal vez ella hubiera querido esperar que Lyra apareciera, pero no podíamos seguir así, necesitábamos saber cuantas semanas tenía y si el embarazo iba bien.—Llegaron. — dijo Beatriz y no tardó en correr y abrir la puerta.
Supe quienes eran los padres de Lyra enseguida. La desesperación en sus ojos, la forma en la que la mujer se aferraba a él y la expresión de tristeza, no dejaban mucho lugar a la duda.
—¿Saben algo de Lyra? Por favor díganme qué hay alguna noticia. —la mujer se acercó a Abigail y la abrazo.
En ese abrazo buscaba consuelo, refugio, buscaba algo que no iba a encontrar, porque nada la dejaría tranquila, no hasta que encontrará a su hija.
—Aún no hay noticias, lo siento Megan, me gustaría decirte que Lyra apareció, pero no lo hizo.
—Caperucita, estoy seguro que ella está bien…
—¡No Michael! ¡Ya basta! Estoy harta de que todos me digan que ella está bien, ninguno sabe si está bien o acaso lo saben. ¿Lo saben? Dímelo Michael, ¿Están seguros de qué mi pequeña se encuentra realmente bien?
—Megan, debemos calmarnos…
—No Jack, estuve calmada porque me prometiste que tendría respuestas y nadie me dice nada. —Megan, como todos la llamaron, comenzó a pasear su mirada por la habitación hasta dar con Jade. En el instante en el que la vio, comenzó a caminar hacia nosotros. — Jade, Lyra confía en ti, dime por favor todo lo que sepas.
—No sé nada, solo que encontró a su compañero y que su nombre es Iván, el resto siempre lo mantuvo para ella, no quería que supiéramos nada. Ella, siento que ella quería protegernos de él, pero no sé porqué.
—Jade. — advirtió su hermano, pero ella ni lo miro, se concentro solo en Megan.
—Quiero que aparezca, no volveré a ocultar nada, no me pidan que oculte más nada. Si hubiera sabido que ese día algo pasaría, no la hubiera cubierto, habría hecho lo posible por qué se quedará.
—Gael, ¿Tus amigos averiguaron algo más?
—Nada, no se Cédric, parece que hubiera desaparecido de la ciudad o algo.
—Muy bien, vamos a organizarnos y a encontrarla. .
Habían llegado tantas personas que no sabías a quien escuchar o a quien mirar, ya que todos parecían querer dar su punto de vista.
El orden no era su fuerte, ya que todos parecían querer mandar, a pesar de que el que parecía llevar la voz cantante era el chico castaño, al que llamaron Cédric.—Creo que necesito un poco de aire. — miré a Jade y asentí.
Cómo nadie estaba prestándonos atención, fue muy sencillo escabullirnos.
—Tienes una gran familia. —gran era la palabra justa.
—Esto no es nada, aquí falta la familia de papá. Ellos trabajan en la carpintería familiar, deberías conocerla, es genial.
—Tal vez cuando estemos más relajados podríamos visitar la famosa manada. —tenia tanta curiosidad, quería conocer el lugar donde todos ellos habían crecido y ver cómo eran los lobos en su hábitat.
—¿Lo dices en serio?
—Por supuesto que sí, me gustaría ver el lugar donde creciste.
—Me gustaría mostrártelo, sé que te gustará. Aunque bueno, no es tan sofisticado como la ciudad, pero es el mejor lugar en el que vivir.
Seguimos caminando, hasta sentarnos en el banco de una parada de autobuses.
Aquí podríamos descansar unos momentos de todo el drama que estaba dándose en su casa.—Jade, tenemos que ir a ver a un médico.
— Tú serás médico, Drew.
—Sabes a lo que me refiero. Quiero saber cómo va todo, si el bebé está bien y si tú también lo estás.
—Lo sé, también quiero hacerlo. ¿Crees que podrías conseguir un turno? No tengo ánimos para ir al hospital. — imaginé exactamente eso.
—Ya lo hice lobita, tienes que estar allí pasado mañana, a las tres de la tarde.
Crei que se molestaría por tomar la decisión sin consultarselo antes, pero ella solo apoyo su cabeza en mi hombro y suspiró.
—Gracias. Aunque me digo que debo hacer estas cosas, sigo siendo irresponsable.
—Estas preocupada por tu amiga.
—Esa no es una excusa, debo ser responsable con mi bebé. Es que solo quiero saber que está bien. — envolví mis brazos a su alrededor y nos quedamos así, quietos, en completo silencio observando la calle.
A pesar de ser un horario concurrido, no había mucho ruido, por lo que la tranquilidad era lo mejor.
Lo era, hasta que su teléfono comenzó a sonar.—Creo que ya notaron que no estamos. —la solté y no tardó en responder.
—Hola. —no podía escuchar con quien hablaba, pero no tardó en ponerse de pie. — ¿Dónde demonios estás? ¿Tienes idea de lo preocupada… —no llego a terminar de preguntar, porque al parecer la persona del otro lado la había interrumpido.
No tenía que ser muy inteligente para saber que se trataba de Lyra, quien solo esperaba que de alguna explicación.
—¿De quién es este número? No Lyra, no me importa, solo responde. —Tras otro momento de silencio, ella continúo —Tuve que llamarlos, ¿Qué esperabas? ¿Lyra? ¿Lyra? Hija de… —Jade guardo su teléfono y me observó.
—Déjame adivinar, ¿La chica prófuga?
—No es momento para bromas, debemos volver ahora, ella está en problemas.
No quería decirlo en voz alta, pero esa chica parecía ser los problemas.
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Pista: No es el Alfa de la manada que persigue a Ruby y Lorenzo, pero si tiene que ver.
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Jugando limpio
Hombres LoboLeticia Fenn sabía tres cosas con seguridad: 1-Su futuro había sido decidido desde que nació. 2-No podía luchar contra este, sin lastimar a las personas que más amaba. 3-La cuenta regresiva había comenzado y solo le quedaban horas para enfrentar su...