Jugando limpio

C.20

Iván

¿Qué si quería? Por supuesto que quería. Estar con ella era una de las cosas a las que más ansiaba, pero teníamos que hablar bien sobre esto.
Sería más sencillo si mi garganta no se sintiera como la mierda y que cada vez que intentará hablar, está me cortará por dentro.

Sin embargo, Lyra seguía a la espera de una respuesta. Sentada aquí, con la mirada expectante, brillante de inquietud y temor.
Comencé a asentir lentamente, ahora  sería sincero, pero cuando pudiera hablar normalmente, hablaríamos sobre todos los detalles. Una relación entre ambos, claramente no sería sencillo, ya que nuestras personalidades eran bastante diferentes, pero a pesar de esto,  ambos queríamos intentarlo.

—¿Si? ¿De verdad? — Suspiró y apoyo su cabeza en mi pecho. — Tenía miedo de que luego de todo lo que he hecho no me aceptaras. Sé que actúe infantil y que fui bastante borde, pero no podía confiar en ti, no sabía si estabas de mi lado o tratabas de engañarme.

Podría recordarle que ella fue quien me engaño a mí, haciéndome creer que era una loba solitaria, solo para entrar al eje de nuestra manada y tratar de destruirla desde dentro, pero eso sería innecesario. Podía percibir su arrepentimiento, todo su cuerpo emanaba oleadas de culpa, por lo que no tenía ganas de ser un imbécil que patea a alguien que ya está en el suelo.

—Claro que ahora ya sé que eres confiable, eres la persona en quien confío aún con los ojos cerrados. —me observó, poniendo sus manos en mi mejilla y negó. — Casi mueres por mí, no merezco que me protejas tanto como lo haces, pero te cuidaré, de ahora en más no me apartare de tu lado.

—Lyra… — ¿Acaso no me escuchaba?

Todo lo que le he dicho durante este tiempo es que si nos quedamos juntos, nos exponemos y eso no sería lo mejor.
Cómo ella dijo, quiero cuidarla, que esté bien y segura, pero si hago esto, solo la expongo.

—No Iván, no voy a dejarte solo, no puedo. Entiende que la misma preocupación que tú sientes por mí, yo siento por ti. —entendía eso, pero también veía el escenario completo y las cosas no pintaban muy bien si seguíamos juntos.  —Ahora vamos a intentar estar juntos, como pareja y eso significa que ambos vamos a remar hacía la misma dirección.

—Lo único que lograrás es ponerlo nervioso. —ambos volteamos a mirar a Sandra, quien se encontraba parada contra el marco de la puerta. — Él recién está despertando y está tratando de adaptarse a este nuevo lugar, creo que no es el mejor momento para bombardearlo con información.

—Sé eso, pero hay cosas que debemos hablar y no pueden esperar.

—No va a huir, a pesar de que creas lo contrario. Iván no es tonto y debe imaginar que sí él huye, tú con lo irresponsable que eres, irías a buscarlo sin importarte los peligros. —entendí el mensaje, Sandra me conocía bastante bien y sabía que tenía la idea de irme.

Pero ella tenía razón, si me alejaba, Lyra me seguiría.
Acababa de decirme que no me dejaría solo, que intentaríamos estar juntos y para ello, efectivamente, debíamos permanecer juntos. Sin embargo me preocupaba la forma en la que ella se comportaría.

Lyra no se media, ella iba al frente y trataba de imponerse frente a quien sea y eso era una complicación. No era momento para ser tan impulsiva, ahora había que ser analíticos, había que controlar cada paso que diéramos, porque un paso en falso, sería una muerte.
No conocía a nadie de su familia, a excepción de Abby, pero no creía que Lyra estuviera de acuerdo con que alguno de ellos resultará herido.

—Claro que iría a buscarlo, él no puede salir y menos así, aún está herido.

Ahí estaba la confirmación, ella seguía siendo irresponsable. Iba a llevarnos mucho tiempo ver qué ella mostrará algún indicio de madurez, pero quería confiar en que lo terminaría viendo.

—Él eso lo sabe, así que no te preocupes. Ahora, ¿Puedes dejarnos un minuto a solas para hablar?

—¿Sobre qué?

—Sobre lo que ocurrió. De verdad Lyra, entre Iván y yo no hay nada más que una amistad, deja los celos de lado.

Eso es algo que hablaríamos a fondo cuando pudiera entablar una conversación apropiadamente.
Iba a dejarle en claro la relación que Sandra y yo compartíamos y le demostraría cuán diferente es a la que nosotros dos teníamos.

—No son celos, solo que no confío en ti.

—Pero Iván si confía en mí.

Tras una mirada que pareció durar una eternidad entre ambas, Lyra volteó y me observó, preguntándome en silencio si eso era lo que quería o no.
Lentamente asentí y tome su mano, dándole un pequeño apretón.

No pasaría nada con Sandra, necesitábamos hablar y estaba seguro de que si quería hacerlo a solas era sobre algo importante.

—De acuerdo, pero no estaré fuera mucho, así que habla rápido. —le informó, antes de pasarla y dejarla atrás.

En el instante en el que Lyra salió, cerrando la puerta detrás de si, Sandra caminó hacia mí, sentándose junto a mí.

—Joaquín está determinado a comenzar una guerra. No esta para nada feliz con todo lo que ha sucedido, no solo escaparon de Henry, ahora también herimos a su mejor buscador.  —una guerra era inminente, la veía venir desde el instante en el que descubrí quién era en verdad Lyra. — Es lo único que pude enterarme, mis contactos allí ahora son menos, a los ojos de todos soy una traidora, al igual que tú.

—Lo, lo siento … —dije con dificultad, pero con demasiada sinceridad.

Sentía haberla metido en toda esta situación. Ahora su cabeza también estaba en la lista.

—Hace mucho tiempo me alejé de allí y fue porque no compartía sus ideales, no hubieran tardado en decidir que soy una traidora, así que no te culpes. Ahora lo importante es que te recuperes, porque entre todos vamos a tener que idear un plan para ganar está guerra y tratar de que la mayoría de nosotros salgamos con bien.

Tenía que poner todo de mí para salir adelante cuánto antes, no me gustaba ser un estorbo y en eso me transformaría si atacaban y no podía luchar.