Jade
Los siguientes días los pasé vegetando en mi habitación, quemando cada neurona, tratando de conseguir algo que decirles a mis padres. No buscaba que olvidarán todo, pero quería que dejarán en paz a Drew y ese sería un verdadero desafío.
No había vuelto a hablar con ninguno, manteniendo mi teléfono apagado y escondido en el último cajón de mi armario.Tenía la tentación de buscar a Drew, de saber cómo estaba, qué sentía o si me extrañaba, pero no podía hacerlo, debía darle tiempo para que pensará bien lo que quería.
El ser insistente solo lo llevaría a pensar que era una chica intensa, tratando de meterme hasta por sus ojos, por lo que un tiempo nos ayudaría.Por lo que me dijo Lyra, cuando vino a traerme el desayuno, mis padres llegarían en algunos minutos, así que me levanté, me duché y me vestí de tal manera que creyeran que estaba bien y que no estaba con mi corazón roto.
—Por fin volvemos a ver tu bonita cara, lo que es bueno, porque no se nos ocurría nada para decirle a los demás. —Me acerqué a Beatriz y la abrace.
—Leticia me contó lo que pasó con Flavio, no quiero que pelees con tu compañero por mi culpa.
No era justo que ellos se separaran cuando estaban tan enamorados. El problema era solo de Drew y mío, no quería cargar con el peso de romper una relación.
—No fue tu culpa. Flavio debe madurar, ya no es un niño y se sigue comportando como tal.
—Solo recuerda a mi padre, él se comporta como un niño, Flavio solo quiere llamar la atención.
—Puede ser, pero yo no tengo la paciencia de tu mamá, no quiero tener que cuidarlo como si fuera un bebé. —entonces recordó mi situación e hizo un mueca. —Bueno, tú me entiendes, solo quiero que maduré un poco.
—Y lo hará, pero solo debes darle un poco tiempo. ¿Acaso no lo extrañas?
—Muchísimo, pero no puedo olvidar lo tonto que se comportó cuando se enteró de lo que sucedió entre Drew y tú.
—Solo habla con él y deja que se disculpe. — me acerque a ella y la envolví en un fuerte abrazo. —Bea, solo recuerda no mencionar el nombre de Drew, ni a mi padre, ni a mis hermanos.
—No estoy loca, puedes confiar en mí. Estoy enojada con Flavio, pero no por eso enviaré a la jauría de lobos a su casa, para que acaben con uno de sus amigos.
Eso me hacía sentirme un poco más calmada, ya que si desconocían a Drew, no podrían lastimarlo.
Pero toda mi calma se esfumó cuando el timbre sonó y tras él, empezaron los golpes a la puerta.—Abre tú. —dije y ella negó.
—¿Escuchas esos golpes? Está molesto, claro que no abriré.
—Tranquilas, par de gallinas, yo abriré. —Lyra rodó sus ojos y caminó a abrirles a los recién llegados. —Hola tío Mitch, tía Abby. ¿Dónde quedaron los demás?
—Hola Pinki, espero que estés bien, ahora hazte a un lado. —mi padre ingresó corriendo y ni siquiera me observó.
—Hola Lyra, discúlpalo, tenía que usar el baño. —ahora comprendía la razón por la que no me dijo nada. —Y respondiendo a tu pregunta, los demás venían en el auto detrás de nosotros.
Mi madre entró y me observó desde la puerta.
—Hola Beatriz, tu madre me pidió avisarte que ellos también estarán viniendo unos días a visitarte.
—No estarán haciendo lo mismo que hicieron con Santiago, ¿Verdad?
—No , ellos hablaron de extrañarte demasiado.
—Oh bueno.
—Hola mamá. —dije en cuanto sus ojos estuvieron en mí.
—Estoy tan enojada contigo por ser irresponsable, pero me preocupa más saber cómo estás. ¿Ya te ha visto un médico?.
—No. En cuanto me enteré los llamé.
—Es verdad, ella ni siquiera se había dado cuenta de los síntomas. Cuando le traje el test, casi enloquece. —Lyra se acercó a mí y apretó mi brazo, dándome ánimos. —Cuando vio el resultado, fue aún peor.
—Mamá, ¿Cómo están ustedes?
—Yo estoy haciéndome a la idea y tu padre, bueno, ya lo verás.
Solo esperaba que papá no estuviera tan decepcionado de mí, no podría soportar ver el enojo en sus ojos, cuando siempre me había mirado con ternura.
—Cuando hablé con Gael, me dejó en claro su enojo.
—Lo superará, al igual que Aryeh, aunque él no te culpa a ti, sino al padre. —lo imaginé.
Sabia que ellos culparían a Drew, como si esto no hubiera sido también responsabilidad mía.
Tendría que hablar con ellos en cuanto llegarán y tratar de que dejarán en paz a mí compañero.—Tienen que darse cuenta que él no es el único responsable.
—Ellos lo saben, pero a ti te adoran.
—Casi muero, pero ahora soy un hombre nuevo. Diosa, fue un largo, largo viaje. —mi padre caminó hacia nosotras con su habitual sonrisa. —Merlina, te ves más relajada, Pinki, tú estás igual, chispita, de ti no puedo decir que estás igual.
—Papá…
—Shhh, shhh. Fuiste una chica mala en este tiempo aquí, tu madre y tus hermanos están furiosos contigo, creen que debiste ser más responsable. Pero yo estoy feliz, voy a tener un bebé, un nieto. —creo que no fui la única en observarlo con la boca abierta.
—¿ Entonces no estás molesto?
—Lo estoy, estoy molesto de que el imbécil de tu compañero te tocará…
—Papá no lo conoces.
—Eso no cambia el hecho de que sea un idiota y un futuro hombre muerto. Él debió esperar un poco, pero no, sucio cachondo se aprovechó.
—Él no se aprovechó de mí. —pero claro que él elegiría ignorar mis palabras.
—Pero también estoy feliz, porque tendré un nieto. Quería tanto uno, no tuyo, al menos aún, pero si la Diosa quiso bendecirme con uno, yo soy feliz.
—Sabes que estás siendo injusto con él, ¿Verdad?
—No me importa ser injusto, chispita. Tú vienes de la manada, en donde todos te cuidamos mucho, encontrándote al depredador aquí, depredador que no dudo en abalanzarse a ti.
—No soy una presa a cazar.
—Eres bonita, idéntica a mi fosforito, sé de lo que hablo cuando digo que se abalanzó a ti, porque yo hice lo mismo con tu madre.
—Oh vamos tío, ¿No crees que es un poco hipócrita de tu parte?
—Es mi hija, Pinki, puedo ser todo lo hipócrita que quiero. —rodé los ojos, sabiendo que no había manera de ganar está discusión. —Ahora díganme, ¿Ya has ido al médico? Porque quiero participar de la ecografía.
—No papá, aún no. —dije demasiado cansada, no llevaban ni veinte minutos aquí y ya quería volver a encerrarme en mi habitación.

ESTÁS LEYENDO
Jugando limpio
Hombres LoboLeticia Fenn sabía tres cosas con seguridad: 1-Su futuro había sido decidido desde que nació. 2-No podía luchar contra este, sin lastimar a las personas que más amaba. 3-La cuenta regresiva había comenzado y solo le quedaban horas para enfrentar su...