Leticia
Cuando recuperé el conocimiento, me encontré cara a cara con Drew.
Él se veía preocupado, con el mayor ceño fruncido que alguna vez he visto en el rostro de alguien, lo cual era mucho decir ya que mí padre y dos de sus amigos, son bastante conocidos por haber desarrollado el don en ceños fruncidos.Quería bromear, pero me sentía un poco mareada aún para hacerlo, por lo que solo lleve una mano a mí rostro y froté la frente con fuerza.
—¿Te encuentras bien Leticia? — preguntó sin esperar a que estuviera del todo recuperada.
—Un poco, solo me mareé.
—No minimices es las cosas, si no te atrapó, tu rostro ahora estaría marcado en el suelo.
—Puede que me haya bajado un poco la presión. Quizás debí esperar otro día antes de retomar mis actividades.
—Creo que lo mejor es que vayamos al hospital.
—No creo que eso haga falta, solo fue un desmayo, nada grave.
—Si no me haces caso, llamaré por refuerzos.
Conocía a ese refuerzo y era quien menos quería que supieran sobre lo sucedido.
Santiago ya se encontraba bastante preocupado por mi salud, tanto como para mandar a su amigo a comprobarme.—No llames a Santiago, por favor no le digas nada de lo que acaba de suceder.
—¿Por qué no? — el ceño volvió a aparecer.
—Si se lo dices solo se preocupara y eso hará que se distraiga de sus responsabilidades. No quiero ser la causante de que baje sus notas en la universidad o su rendimiento en los entrenamientos, soy su novia, pero no quiero ser una carga.
Desde que me conoció, he estado más veces enferma, de lo que había estado durante toda mi infancia.
—Dudo mucho que él te vea de esa manera. Pero ahora en verdad, necesito que vayamos al hospital, debemos hacerte un análisis general.
—No puedo.
Los lobos íbamos a hospitales a tratar heridas, por embarazos, pero no a realizarnos chequeos generales. Los análisis de sangre eran un poco perjudiciales para nosotros considerando que podrían dejar a la vista nuestro gen especial.
—¿Por qué no puedes?
—No me gustan los hospitales. —era una excusa muy pobre, pero no se me ocurría nada mejor.
—No eres una niña Leticia, ambos sabemos que esto es lo mejor para ti.
—Tú no lo entiendes Drew, no puedo ir a un hospital.
—Dame una razón convincente.
Tenía una bastante convincente, pero no creía que sea apropiado contárselo.
—Confía en mí, no puedo ir al hospital.
—De acuerdo. —Dijo levantando ambas manos. —Al parecer no confías en mí, lo mejor es que Santiago te convenza.
Lo vi tomar su teléfono y no pude resistirlo, si lo llamaba no habría manera de evitar asistir.
—Soy una mujer lobo, Drew. —Confesé de golpe, tomándolo por sorpresa. —Si voy a un hospital ellos podrían descubrirlo y estaría en problemas verdaderamente graves.
Él me observó por un momento, antes de echarse a reír y negar, creyendo que estaba jugando.
—Buen intentó, pero no tengo diez años y no creo en leyendas.
Sabía que no me creía, nunca lo hacían.
Para ellos es fácil decir: dime la verdad. Pero cuando se las dices, no la creen.—No estoy jugando Drew, estoy hablando en serio y necesito que no le cuentes esto a nadie.
—¿Entiendes que es una locura lo que estás diciendo?
—Sí, pero es mí realidad.
—Pruébalo. —me desafió y no pude evitar rodar mis ojos.
—No puedo hacerlo, me siento débil. ¿Olvidas que acabo de desmayarme?
—Creí que era algo sin importancia. —respondió, devolviendo las palabras que hacía minutos le había dicho.
Empezaba comprender mejor la personalidad de Drew, él era demasiado inteligente, demasiado observador y no se conformaría con una respuesta que no saciará su curiosidad.
Lo observaba, al igual que él, cuando mí teléfono comenzó a sonar.—Hola—respondí sin mirar quien era.
—¿Cómo demonios pudiste ocultarnos algo tan importante Leticia? ¿En qué mierda pensabas? —cerré los ojos al escuchar la molesta voz de mí padre. Incluso a través del aparato podía sentir su molestia.
—Lo siento papá, creí que sería algo sin importancia. —hice un gesto hacía Drew, pidiéndole que se mantuviera en silencio, mientras encendí el altavoz.
¿Quería que le demostrará que no mentía? Está era mí oportunidad
—¿Estás jugando conmigo? Sabes tan bien como yo que no nos enfermamos. Puedes estar rodeada de personas normales, hija, pero tú eres una loba y no es común que esto suceda.
—Es por eso que no quería llamarlos, quería evitar preocuparlos.
—Hablaremos acerca de esto en cuanto lleguemos.
—Papá no creo…
—Ahora no Leticia, estoy muy molesto por el hecho de que no llamaras. Puedo entender que no quisieras preocuparnos, pero somos tus padres, debes decirnos estás cosas si o si.
Quité el altavoz y llevé el aparato a mí oído.
—Son muchas cosas las que tengo que contarte, pero este no es el momento papá, siempre han confiado en mí, entonces háganlo ahora.
—No esta vez, demostraste que cuando se trata de algo importante no podemos confiar en ti. Nos vemos en unos días. —uso eso como despedida, ya que luego cortó.
Estaba segura de que en este mismo momento mi madre estaba preparando las cosas para venirse y papá caminando de un lado a otro, tratando de calmarse. Pero en tres o cuatro días, los tendría instalados aquí, controlándome aún más.
—¿Entonces eres una loba? — levanté mi mirada y miré a Drew, recordando que se encontraba aquí.
—Lo soy, pero por favor no se lo digas a nadie.
—¿Santiago lo sabe?
—No. Se lo diré, pero más adelante.
—No entiendo que significa todo esto, vas a tener que explicármelo.
Había mucho por contarle, ya que Drew querría saberlo todo.
El primero a quien debí contárselo, tendría que haber sido mí compañero, sin embargo se lo digo a uno de sus mejores amigos, pero quizás si lo sabe podría ayudarme.—¿Qué es lo que quieres saber? — pregunté, sabiendo lo que respondería.
—Todo. Quiero que me expliques que es ser un lobo y qué buscas conseguir.
Y ahí estaba, tendría que repetir una historia que estoy segura de que mis padres y mis amigos habían tenido que contar, una y otra vez.

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Jugando limpio
WerewolfLeticia Fenn sabía tres cosas con seguridad: 1-Su futuro había sido decidido desde que nació. 2-No podía luchar contra este, sin lastimar a las personas que más amaba. 3-La cuenta regresiva había comenzado y solo le quedaban horas para enfrentar su...