17.

3.3K 523 20
                                    

Jade






El teléfono no dejaba de sonar, sabía que Drew seguiría intentando hablar conmigo, pero no estaba segura de poder hacerlo. Tenía miedo, tenía tanto miedo de lo que pudiera decirme, que prefería evitarlo.
Siempre creí que al encontrar a mi compañero las cosas serían un poco más sencillas de lo que son ahora, claramente nunca esperé conocerlo en una fiesta, emborracharme y acostarme con él, olvidando el detalle importante de preguntarle su nombre.  Tampoco esperaba encontrarlo dos meses después, descubriendo que era una persona muy cercana a mi círculo, pero lo que principalmente no espere, fue embarazarme de él.

¿Qué tanta mala suerte tenía para embarazarme con la primera relación? Desde ese día no había vuelto a besarme, ni a insinuarme ningún tipo de interés, es por ello que ahora me sentía con el autoestima tan bajo.
¿Sería capaz de estar conmigo solo por el bebé? ¿ O terminaría mandándome al diablo? No podía saberlo, así que cuando mi teléfono volvió a anunciar una de sus llamadas, solo respondí, dejando que sea lo que la diosa quiera.

—Jade, al fin respondes.

—Si estás preocupado por cómo me encuentro, estoy bien, ya no te preocupes.

Era mi orgullo quien hablaba, pero solo quería que no viera el dolor que seguía quemando dentro mí.
No esperé que saltará sobre un pie de la felicidad, pero nunca creí que me diría que no quería hijos.

—No es solo por eso. —no dije nada, él no era claro y yo no era adivina para andar adivinando lo que pensaba. —Jade, necesitamos hablar.

—No estoy preparada, me siento sobrepasada con esta situación, has visto como te solté la noticia. ¿Crees que fue correcto decírtelo así? Porque yo no, debí tener más tacto, no lo sé, un poco más de sensibilidad y no pude.

Tengo solo diecinueve y muchas metas, metas que no traían consigo un bebé, pero que estaba dispuesta a cambiar para darle lo mejor. En cambio él, no lo estaba y yo no sé lo pediría jamás.
Había empezado a admirar su esfuerzo, aunque me hubiera gustado que sintiera por mí, el mismo cariño que sentía por su carrera.

—No pienses en eso ahora Jade, no hay una manera correcta o incorrecta de decirle a alguien que será padre. La noticia de cualquier manera te sorprenderá si no lo esperas.

—Si, pero pude prepararte, sin embargo escupí las palabras y corrí.

—Eso sí estuvo mal, no me diste tiempo a reaccionar.

—Tenía miedo, aún tengo miedo.

—También estoy asustado, nunca creí que sería padre a esta edad, cuando salgo tan poco y me preocupo tanto por el futuro.

Y ahí estaba, nuevamente no eran las palabras que quería escuchar. Estás se sentían como si estuviera presionándolo a estar conmigo y nada era más lejano. 
Por eso no quería hablarle de nuestro lazo, con eso solo terminaría de pensar que trataba de atarlo a mí.

—Entiendo eso, siempre te preocupaste por terminar tu carrera y te admiro por ello.

—Jade, tenemos que hablar.

Teníamos que hacerlo, pero no ahora. No cuando no sabía que decir, que hacer o que pensar, aún estaba la susceptibilidad al máximo.

—Y lo haremos, pero no ahora. Yo estoy entendiéndote Drew, entiéndeme tú también.

—Está bien, será cuando te sientas preparada, pero al menos puedes decirme ¿cómo te sientes?

—Preocupada. Hablé con mis padres y sé que están decepcionados, porque también me siento así. —Decepcionada de la cantidad de errores que había cometido. —Ellos estarán aquí en tres días y debo ver qué les diré.

—¿Quieres que hable con ellos? —Me quité el teléfono del oído y lo observé atentamente, él no sabía lo que decía.

—No. Si apareces aquí o si te nombró siquiera, mi padre, mis hermanos y mis tíos irán por ti. ¿Recuerdas lo que vivió Santiago cuando conoció al padre de Leticia? Bueno, fue un paseo en el parque, al lado de un día junto a mi padre. Él te odiará y querrá destruirte y mis hermanos no se quedarán atrás.

—¿No estarás exagerando un poco?

—No. Pero si no me crees puedes hablar con alguna de las chicas y te dirá si exagero o no.

Las chicas saben cómo es mi padre, incluso sus amigos lo sabían, ya que Nathan lo había traído y se lo había soltado a Santiago, sin ninguna correa o advertencia.
Lo amo, pero cuando se le mete una idea en la cabeza, ni la diosa Luna podría sacársela. Y la idea que tenía ahora, era despedazar a mi compañero.

—Jade, de verdad me gustaría que habláramos en persona.

—Lo sé Drew, hablamos luego.

Corté el teléfono y pase una mano por mi rostro, debí imaginar que no se daría por vencido e intentaría volver a insistir para que nos viéramos.
Pero no podía, ambos necesitábamos este tiempo para pensar todo correctamente.

Cuando mi teléfono volvió a sonar, crei que estaba listo para volver a intentar que hablásemos en persona, por lo que respondí un poco ruda.

—Perdón por portarme de esta manera, pero en serio no quiero hablar.

—¿Por qué será, hermanita? A ver pensemos, tal vez porque estás embarazada, o también puede ser el hecho de que ni siquiera has estado allí seis jodidos meses y ya estás metiéndote en problemas. —la voz calmada de Gael, me decía que estaba enojado, muy enojado.

—No empieces, no me siento bien.

—Tampoco me sentí bien cuando me enteré que mi hermanita, la más pequeña, estaba embarazada. Entonces la llamó, para saber cómo está y quién es el idiota que se atrevió a tocarla, solo para que las quince llamadas que le hice fueran ignoradas.

—No quería hablar con nadie.

—Nunca antes te negaste a hablar conmigo, ¿Será por tu sucia conciencia?

—Mí conciencia no está sucia, Gael.

—Bueno, ahora dime.

—¿Qué cosa?

—¿Quién se atrevió a tocarte? — ¿Por qué no podían dejarme en paz? ¿Acaso no se daba cuenta que solo estaba haciéndome la tonta?

—Mi compañero.

—Déjate de juegos Jade, solo dame el nombre.

—¿Para qué? ¿Para qué les pidas a tus amigos investigarlo y luego ir a golpearlo? Olvídalo Gael.

—No voy a golpearlo, solo quiero hablar con él.

—No soy una tonta Gael.

—El que no se cuidarán como es debido me lleva a pensar lo contrario.

—Vete a la mierda. —dije antes de cortar y apagar el teléfono.

¿Ahora se creían con el derecho de juzgarme? No recordaba que hayan sido perfectos a la hora de encontrar a sus compañeras.
Mi padre cometió errores, que casi lo llevan a perderla, Aryeh, se alejo de Samara y Gael le mintió a Ruby. Así que ellos no podían ahora venir y decirme si actúe o no mal.

Jugando limpioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora