Jugando limpio

23.

Jade

Intenté tardar el mayor tiempo posible en llegar a casa, por lo que me negué a aceptar que Drew me trajera, tratando de evitar que nuevamente se desate una pelea entre mi familia y él.
Elegí el camino más largo, tomé varios desvíos, pero fue inevitable que llegará y ahora mientras me encontraba de pie frente a la casa de Lyra, casa en la que me he quedado los últimos meses, solo siento ganas de dar marcha atrás y perderme algún tiempo más.

¿Desde cuando me había convertido en una cobarde? ¿Desde cuándo prefería esconderme en lugar de enfrentar mis problemas como alguien madura?
Supongo que el tiempo en la ciudad me cambio más de lo que pensé, llevándose parte de mi esencia, haciéndome enfrentarme a una nueva Jade, una que sentía que no podía luchar contra nadie.

Tal vez podría continuar caminando y llegar hasta la casa de Leticia, pero sé que no estaría allí, sino con Santiago y no podría llamarla porque con todo el revuelo no me había dado cuenta de tomar mi teléfono.
De igual manera eso no me serviría de nada, mi padre sabría que estaría allí escondida y no tardaría en ir por mí.

Cansada de las fabulaciones absurdas que no dejaban de crearse en mi mente, ingresé en la casa y me encontré a todos allí esperándome.
A pesar de que trate de evadirlos y dirigirme a mi habitación, dónde podría tratar de encontrar al menos unos minutos de tranquilidad, no logré hacerlo, ya que al parecer todos tenían otros planes.

—Jade, ven tenemos que hablar. —aunque las palabras de mi madre parecían ser una orden, su mirada me pedía que no hiciera una escena.

Estaba lista para hacer una escena, vivía por ello, pero quizás tenía razón y este no era el momento. Debía ser inteligente y considerar que está podía ser mi única oportunidad para que vieran que era responsable y no la niña que aún necesitaba que la cuidarán, vigilando cada paso que diera, por miedo a que me golpeara.
Tenía que hacerles ver que aunque golpeen a Drew una y otra vez, lejos de alejarlo a él, me alejarían a mí, pero de ellos.

—¿Dónde estabas chispita? No es muy considerado de tu parte dejarnos aquí, cuando vinimos a verte.

—Tampoco fue muy considerado de su parte golpear a mi compañero entre los tres, trío de brutos, pudieron matarlo.

—Deja el drama Jade, ya te hemos dicho que no lo íbamos a matar, solo queríamos asustarlo. — observé la tranquilidad con la que Aryeh hablaba, era increíble que no sintiera un mínimo de culpa.

Pero no solo era él, al pasear mi mirada por los demás, veía como Gael sonreía complacido de sus actos y como mi padre asentía feliz.

—No puedo creer que quieran verme triste, sola y miserable. No estamos hablando de un hombre al azar con quién tuve una relación casual, hablamos de mi compañero, aquel que la misma Diosa Luna eligió para mí. ¿En serio quieren ponerse en contra de su mandato?

—No queremos verte sola Jade, pero no podemos perdonarle que te haya tocado y mucho menos que te embarazara.

—Bueno Gael, yo sí puedo perdonar lo último, ya que gracias a ello tendré a mi nieto para malcriar. —mi padre se veía verdaderamente feliz, él ansiaba un bebé en su vida. —¿Se imaginan cómo será? Seguro se parecerá a mí, mi familia tiene el gen dominante, no hay manera de que se parezca a Stranger.

—No importa a quién se parezca, pero si continúan con estás peleas, nuestro nieto no podrá crecer feliz. —mi madre tenía razón, ¿Cómo podría ser feliz viendo a su padre y a sus tíos pelear cada vez que se veían?

—Por supuesto que él crecerá feliz, porque tendrá al mejor abuelo del mundo, es decir, yo.

—En el camino hacia aquí no he dejado de pensar en lo que sucedió y yo no quiero vivir esto siempre. Los amo, son mi familia y siempre he intentado entenderlos, pero si continúan con este comportamiento, yo me iré y no a la manada.

—¿Qué nos quieres decir hermanita?

—Lo que les estoy diciendo es que si no cambian, yo me iré y no volverán a verme ni a mí, ni a mi hijo.

—Tú no puedes hacerme esto chispita, no me puedes alejar de mi nieto.

—No quiero hacerlo, pero no me están dejando otra opción. ¿Se creen que es agradable para mí, verlos pelear? Hoy no sabía si se detendrían o si acabarían con él, tenía los nervios bastante elevados y eso tampoco es bueno para mí, ni para el bebé.

—¿Y como crees que nos sentimos nosotros al enterarnos de que estabas embarazada? ¿Crees que nos sentimos bien?

—No lo sé Gael, pero tal vez deberían sentirse felices de ver qué estoy bien, que podría ser feliz, pero que no puedo porque ustedes no lo son.

—Jade, no quiero volver a pelear contigo, eres mi hermana, pero no voy a aceptar a tu compañero tan fácilmente.

—¿Por qué no Gael? Yo acepté a Ruby sin problema.

—Son situaciones diferentes.

—No lo son, él es mi compañero, ella tu compañera, desde donde lo veo, no hay diferencia.

—Ruby no está embarazada.

—Ya me gustaría, ¿Se imaginan si también lo estuviera? Estaría rodeado de nietos con los que jugar. —a pesar de lo malo que se veía todo, no pude evitar sonreír al escuchar a mi padre.

—Si lo hubiese estado, la hubiera aceptado de igual manera, porque veía que te hacia feliz. No les pido que vayan y lo abracen, pero al menos les pido que le den una oportunidad, háganlo por mí.

—De acuerdo chispita, muy a mi pesar le daré una oportunidad al cachondo de Stranger, pero eso no quiere decir que me caerá bien.

—Gracias papá. —Fui hacía él, envolviéndolo en un abrazo que necesitaba tanto. — Solo eso necesitaba, que le dieras una oportunidad.

—Está bien Jade, también lo intentaré. —Vi lo mucho que le costaba a Aryeh decirlo, pero eso consiguió que Samara se lanzara sobre él.

—Sabía que entrarías en razón, por eso te amo. —dijo mientras esparcía besos en su cara, haciéndolo sonreír.

—¿Y tú que dices Gael? —retuve la respiración a la espera de su respuesta.

De los tres, él parecía ser el más reacio a aceptarlo y me dolía que sea así.

—Lo intentaré, pero no prometo nada.

Solo eso necesitaba, solo necesitaba que lo intentarán, porque estaba segura de que terminarían aceptándolo.