12.

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Jade






Cuando desperté, creí que el día sería increíble. Había encontrado a mi compañero, había comprobado que le interesaba y para mi desgracia, también había comprobado que estaba algo reacio a tener una relación.
Drew tenía un objetivo fijo y ese no era encontrar a su compañera, él lo que quería era terminar sus estudios y convertirse en doctor.

Pero a pesar de saberlo, no estaba dispuesta a alejarme de él. Tal vez debería esperar, pero como que me llamó Jade Doll, en algún momento estaremos juntos.
Pero ahora no era ese momento y mientras leía el mensaje en mi teléfono, solo quería que mágicamente se borré, porque yo no iba a borrarlo.

*Beatriz: Como una ofrenda de paz, Flavio me pidió darte el número de Drew. De nada.

¿De nada? No estaba agradeciéndole, sino todo lo contrario, porque ahora solo quería escribirle o llamarle y eso no sería bueno, porque me haría parecer desesperada e intensa y no quería darle esa impresión.
Pero mientras miraba el número, solo quería llamar hasta que me responda y allí gritarle que era mi compañero. Una locura, una completa locura que solo provocaría que esté se alejara.

—¡Ahhhhhhh! — Grité, dejándome caer nuevamente sobre la cama.

No podía dejar de pensar en él. Toda la noche había aparecido en mis sueños, poniéndole rostro, por fin, al chico con el que soñaba sin cesar.
Maldita sea Flavio y su jodida intromisión, no solo de ayer, sino también de hoy.

¿Por qué tenían que enviarme su número? Si yo no sé los había pedido.

—¿Por qué gritas a las ocho de la mañana? Jade es muy temprano. ¿Acaso tuviste alguna pesadilla? — Lyra entró a mi habitación aún en pijama, resfregando el sueño de sus ojos.  

—¡Lyra, gracias a la diosa que estás aquí!

—¿Dónde más estaría? Mi clase no comienza sino hasta las dos. Pero te advierto que si vas a empezar con esa mierda de: “ tenemos que hablar” paso, es muy temprano. — Se dió la vuelta, lista para salir, pero no podía hacerlo, la necesitaba.

—¡Lyra espera! Necesito un favor, un enorme favor.

—¿Qué necesitas?

—Llévate y esconde mi teléfono. Sé que suena loco, pero por favor hazlo.

A pesar de encontrarse más dormida que despierta, Lyra me observó, tratando de averiguar si jugaba o lo decía en serio.

—¿ Qué?

—Llévatelo, o sino… —pensé unos momentos alguna otra salida para mi problema. —o sino átame. Tengo que resistir la tentación y sola no podré.

—No estoy entendiendo nada. ¿Quieres explicarme?

—¿Recuerdas que había encontrado a mi compañero y no sabía su nombre?

—Sí, pero eso no te impidió hacer algunas cositas. —movió sus cejas de manera sugerente, consiguiendo que tomara la almohada que tenía detrás de mí y la lanzara contra ella.

—Concéntrate Lyra. —le pedí con un suspiro. —Lo encontré y es el amigo de Santiago.

—¿El anti?

—Siii, el mismo y es tan lindo, pero hay un problema, está más interesado en su carrera que en una relación.

—Hasta aquí te entiendo, pero ¿Por qué debo llevarme tu teléfono?

—Bea acaba de enviarme su número y sé que si no te lo llevas lo llamaré, porque ambas sabemos que me muero por hablarle, pero entonces hablaría de más y lo asustaría.

—Déjame ver si entiendo, encuentras a tu compañero, al que buscaste por dos meses, entonces ahora tienes su número y te aterra llamarlo. ¿Voy bien? — asentí, hasta ahora lo comprendía. — Estás loca.

—Solo llévate está cosa o átame, solo te pido eso.

—Dame esa cosa. —le di mí teléfono y la vi mover sus dedos sobre la pantalla de este.

Al principio creí que borraría el número y me ahorraría la tentación, pero luego volvió a entregármelo y sonrió

—De nada, está llamando. — y al mirar la pantalla comprobé que era de verdad, había marcado.

Los nervios me llevaron a apretar la pantalla con fuerza, para terminar la llamada.

—¡Lyra! — grité, sabiendo que está me la cobraría.

A pesar de que la llamada fue interrumpida, antes de que él respondiera. No tardó en enviarme un mensaje.

*Drew: ¿Por qué cortaste Jade?

¿Cómo demonios sabía que era yo? ¿Acaso era un adivino o algo parecido?

*Jade: ¿Cómo sabías que eras yo?

*Drew: Flavio me envió tu número. Creo que en su cabeza está es una manera de resarcir el habernos interrumpido.

Tenia que estar metido en esto Flavio. ¿Cómo no lo vi venir? Ese chico en serio quería ver una reacción en mí.
Pero una cosa era obvia, Drew tenía mi número y no lo había utilizado, eso debería dejarme las cosas claras.

*Jade: Si, en mi caso fue Bea, pero él se lo pidió.

Creí que esa sería toda la conversación que tendríamos, pero no tardó ni un minuto, para que mi teléfono comenzará a sonar y su nombre iluminará la pantalla.
Dudé unos segundos, solo unos segundos, porque no podía engañar a nadie, moría por volver a escuchar su voz y atendí.

—No respondiste Jade, ¿Tienes la costumbre de ignorar las preguntas que se te hacen? — este chico sería mi perdición.

—No recuerdo tu pregunta.

—¿Por qué cortaste la llamada anterior?

—Se marcó por error y no quería molestarte, no sé si estás ocupado.

—No lo estoy. De hecho estaba pensando en llamarte, pero tenía la misma duda.

¿Entonces si iba a llamarme?

—¿Y para que ibas a llamarme tan temprano?

—No andaré con vueltas Jade, quería saber si querías ir a tomar algo conmigo está tarde.

La sonrisa en mi rostro era enorme, igual que la emoción creciendo en mi pecho.
Por supuesto que estaba aceptando verlo. No me importaba saltarme las clases, está era mi oportunidad y la tomaría.

—Sí quiero.

—Entonces pasaré a buscarte, solo envíame tu ubicación.

—Lo haré, nos vemos más tarde.

—Hasta más tarde.

Cuando terminé la llamada comencé a saltar en mi cama, pero debí detenerme cuando de pronto sentí muchas ganas de vomitar.
No era la primera vez que me sucedía, pero ahora no podía pensar en ello, seguro eran los nervios. Eso me dije mientras corrí a encerrarme en el baño.


Jugando limpioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora