Lyra
Me habían engañado.
Luego de tomar un baño, Abril se había acercado a mí y me pidió que tomara un jugo, ya que según ella, necesitaba tomar y comer algo. A pesar de que me negué al principio, terminé aceptando y bebí el vaso de jugo de una vez, pero luego de eso no recuerdo nada.Ahora mientras me despierto en mi cama, viendo como el sol ya está fuera, entrando por mi ventana, solo puedo pensar que me dieron algo para dormir.
¿Y luego quieren que confíe en ellos? Así no hay manera de hacerlo.No sabía que había sucedido, no sabía cómo seguía mi compañero y ellos no sabían lo enojada que me encontraba ahora mismo.
No quería descansar, quería estar a su lado, ¿Tan difícil era comprenderlo? ¿Tan difícil era ver qué lo necesitaba?Quite las mantas de arriba de mi cuerpo y me puse de pie, me habían detenido lo suficiente, hoy no podrían impedir que llegará a Iván.
Caminé por el pasillo, escuchando la voz de mis tíos venir desde la sala. Sin embargo, continué caminando hasta la habitación en la que sabía que Iván se encontraba.Al entrar lo vi acostado, dormido, con el cuello completamente vendado. Se veía tan indefenso, muy alejado al chico rebelde, arrogante y mal llevado que conozco.
Me acerque y me senté a su lado, tomando su mano.-Perdón. Sé que debí escucharte y que debí irme, pero no quería dejarte solo, tú también me preocupas. ¿Cómo pudiste creer que te dejaría? Ellos te matarían.
Era la primera vez que hablaba tan abiertamente con él, pero lo malo es que no podía escucharme.
Tal vez si estuviera consciente no sería tan valiente, estoy segura de que me acobardaría y terminaría diciendo algo que nos llevaría a empezar a discutir de nuevo.-Me rindo, estoy cansada de que siempre peleemos por tonterías. Mira donde estamos, casi mueres y solo me quedaría el mal sabor de nuestra última discusión. Ya no quiero que estemos con las armas en alto, quiero estar contigo y quiero que estemos bien.
Quería que él rompiera el silencio con alguna tontería, incluso si decía algo que me molestara yo sería feliz, pero seguía en esa cama sin decirme nada.
Era una tortura, pero a la vez me sentía bien al verlo respirar.-Vamos Iván, dime algo, cualquier cosa, incluso si me pides que me vaya, no lo haré. Me pegaré a ti como una garrapata y no te soltaré, no voy a permitir que vuelvas a exponerte por mí.
Este era el momento en el que me diría que si seguíamos estando juntos ellos llegarían a nosotros y tal vez tenía razón, pero no sabía si podría dejarlo ir.
Ahora había abierto la caja de Pandora y dejado libres mis sentimientos, aquellos que me prohibí, como tonta, por tanto tiempo y estos me pedían a gritos estar junto a él.-Lyra, ¿Qué haces aquí? Deberías estar descansando. -no quería empezar a pelear con ellos, por lo que ignoré a mi madre. -Tienes que dejarlo descansar, él está bien, solo debe recuperarse.
-Quiero estar sola, mamá.
-Ven cariño, tienes que comer un poco.
-No tengo hambre. -y no mentía, no tenía ganas de comer nada, solo quería quedarme sentada aquí, aferrada a la mano de Iván, hasta que despertara.
-Sé que no quieres moverte de aquí, pero piensa en como se sentirá él si al despertar te encuentra en mal estado.
Respiré con fuerza y asentí, no quería darle más preocupaciones, además era mejor que me enfrentará a las bestias antes de que él despertara.
Haría lo posible por evitarle todo el drama y las peleas que seguro surgirían.-De acuerdo mamá. - apreté la mano de Iván, antes de soltarlo y salir de la habitación.
Fuera estaban la mayoría sentados en la sala. Todos tenían sus ojos puestos en mí, principalmente Michael, quien me observaba con timidez y culpa.
-Lo siento Pinki, yo les dije que era una mala idea sedarte, pero ellos nunca me escuchan , nunca lo hacen. Fue pomponcito, ella trajo lo que sea que te dio. -se defendió esté enseguida.
-Lo mismo que te daré a ti. Michael, eres un cobarde. -lo acusó Abril, consiguiendo una mirada lastimera de Mich.
-No quiero que Pinki se enoje conmigo, ella es una de mis ahijadas. Pomponcito, entiéndeme, además te dije que no era buena idea.
-Lo que sea. -Abril rodó sus ojos y me observó. - Sí, fui yo la de la idea de sedarte, pero lo necesitabas y no trates de negarlo Lyra, estabas muy eufórica y necesitabas bajar un poco.
-Esta bien, cuando desperté estaba un poco enojada, pero ahora creo que fue lo correcto.
-¿Lo ven? Por algo siempre estuve de acuerdo con la idea de sedarla, Pinki necesitaba descanso. -me reí al escuchar a Michael contradecirse tan rápido, pero es que él cambiaba de opinión de un minuto a otro.
-Cállate Michael, ¿Ahora resulta que estabas de acuerdo?
-Siempre estoy de acuerdo en lo que sea bueno para mis pequeños, no debería sorprenderte pomponcito.
-Ya no me sorprende.
-En vez de hablar de esto, creo que deberíamos tratar el tema importante aquí. ¿En qué demonios pensabas a la hora de hacer esto Lyra?
Creo que Cédric ya no soportaba las ganas de regañarme y por lo que podía ver no era el único. Mi padre tenía los ojos clavados en mí, observando a detalle cada uno de mis movimientos, al igual que Johan y Robert.
¿Qué esperaban, que corriera, tratando de escaparme de esto? No lo haría. Primero, porque mi compañero aún estaba convaleciente, y segundo, porque tarde o temprano está conversación debería darse.-Creo que esperaba poder demostrarles a todos de lo que soy capaz. Quería que dejarán de verme como una niña y sin embargo, solo me comporte como tal. Fui irresponsable y no me puse a pensar en todas las personas a las que pondría en peligro con mi comportamiento, pero ahora veo que tome las decisiones equivocadas.
Ahora lo veía, nunca fue la manera de accionar, no debería haber ido e infiltrarme en esa manada. Por culpa de esas acciones todos estábamos en esta situación y mientras los miraba, preocupándose por mí, solo podía sentir una cosa: arrepentimiento.
No había peor sentimiento que esté, ya que aunque deseaba con todas mis fuerzas volver hacia atrás, no se podía, nunca se podría.Todos aquí lo sabíamos, nuestras vidas ya no volverían a ser las de antes. Ahora tendríamos que luchar, porque de lo contrario tendríamos que aprender a vivir con miedo.

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Jugando limpio
WerwolfLeticia Fenn sabía tres cosas con seguridad: 1-Su futuro había sido decidido desde que nació. 2-No podía luchar contra este, sin lastimar a las personas que más amaba. 3-La cuenta regresiva había comenzado y solo le quedaban horas para enfrentar su...