1.4 Habilidades Nulas

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Después de tres meses con la cabeza del ejército cortada, los hombres del ejército del Dragón Negro recibieron un nuevo entrenamiento, las nuevas órdenes se transmitieron, Limei tomó su lugar como comandante, se caló su nuevo uniforme y se integró a los grupos mostrando su fuerza, cuando fue doblegada por el príncipe Lle se defendió y muchas veces luchó, sus técnicas no estaban pulidas, pero nadie negaba su tenacidad y su fuerza, seguiría haciendo eso durante las siguientes semanas para forjarse una reputación y ser respetada.

En cuanto a Dogo.

Una vez que cayó la noche mandó traer un barril extra de agua, lo vertió sobre su jardín personal, limpió un poco y se preparó un batido especial moliendo algunas plantas e ingredientes, ese cuerpo era débil y se curaba lentamente, debía entrenarlo, también pensó en preparar un poco para Limei, solo en caso de que algo saliera mal y la chica fuera herida de muerte antes de tiempo, así que guardó una botella, él bebió un vaso grande.

De vuelta en su tienda, llegó un extraño e inesperado visitante.

Dogo no se sorprendió demasiado, Halcón era la persona más confiable para Limei, claramente era su futuro esposo, internamente Dogo felicitó al hombre, no lo sabía, pero al menos ya había penetrado una de las barreras de Limei, eso era admirable.

Antes de que pudiera expresar su felicitación, Halcón sacó su espada y la extendió, la punta estuvo a una escasa distancia del cuello de Dogo que enseguida saltó hacia atrás, miró el filo y dudó un momento – esa es una espada real – hasta él sabía que, para un entrenamiento, se usaban espadas de madera, de otro modo existía el riesgo de que el estudiante se cortara a sí mismo.

Halcón enarcó una ceja – por supuesto que es una espada real, ¿qué querías que usara?

Dogo tuvo un mal presentimiento – ¿Qué te dijo Limei?

– La princesa – resaltó – dijo que necesitabas un compañero de entrenamiento.

¿Eso era todo?, Dogo pensó que no iba a tener que pasar por la penosa tarea de decirle a su entrenador que no sabía usar una espada, ¿por qué Limei no le explicó? – es algo parecido, durante mi tiempo en prisión algunos de mis huesos recibieron heridas y quedaron atrofiados, no puedo sostener una espada correctamente – Halcón lazó una ceja sin creerle – mis hombres no pueden saberlo, necesito que me enseñes.

Halcón guardó su espada y se paseó por la habitación – Ferdis Estanced comenzó a entrenar con la espada a los cuatro años, a los diez recibió un maestro personal y su entrenamiento se volvió profesional, a los quince se unió al ejército, ascendió a teniente de escuadrón en un tiempo de seis meses después de acciones meritorias y tras nueve misiones de alto grado con una familia importante de respaldo se convirtió en general a los diecisiete.

Ese discurso, ¿tenía algún objetivo?, Dogo conocía el pasado de Ferdis, lo admiraba por ello, pero eso era todo, no era su pasado, era el del hombre al cual desplazó para entrar a ese mundo.

No debía sentirse culpable, su esperanza de vida era lamentable, el hombre está mejor en su siguiente vida.

– Pensar que ese hombre encontraría un final como éste, donde ni siquiera puede usar una espada – el objetivo del discurso se reveló y Dogo se encontró con el rostro sonriente de Halcón, no había duda, él lo veía como un rival y estaba archivando ese momento como una victoria personal.

Bueno, una victoria merecida, ahora por favor deja de verme como un rival, nada pasará entre Limei y yo.

– Realmente lamentable – Halcón continuó con su monologo.

Dogo rodó los ojos archivando la actitud infantil del protagonista y se cruzó de brazos – entonces, ¿me ayudarás?

Los días siguientes el territorio del ejército del dragón negro fue sellado, dentro los hombres eran atormentados por un nuevo entrenamiento diseñado por las dos figuras principales, un hombre cuyo rango de dolor no se podía considerar humano y una mujer con un objetivo para el que los hombres eran desechables.

No soy un virus, soy un acosador (primera parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora