Nicolás jamás pensó que habría tantas personas interesadas en su relación hasta que la fotografía de Sebastián y él apareció en internet, después de eso, personas a las que jamás conoció tenían un punto de vista en su vida.
– No sabía que once mil personas podían enviarte al infierno con una sola línea de texto, ¿por qué decidiste ser modelo?, la verdadera razón.
– Penalización por extender mi vida en el último mundo – pensó – ya te lo dije, necesitaba dinero rápido y tenía un rostro atractivo.
Nicolás tenía la cabeza colgando en el borde de la cama y se estiró para mirar su rostro – no lo discuto.
– No dejes que te moleste, desaparecerá en un par de meses o en un par de semanas, nunca se sabe, puedes concentrarte en tu trabajo en Brisa de Mar, se ve que te gusta bastante.
– Algo así – era lo que él y el dueño anterior de su espacio tenían en común – en mi vida anterior debí morir en una droguería.
Bastante cerca, en sus últimos años Saki había convertido la casa en una farmacia para el centro de sanación que solía ser un hogar temporal.
Liam se sentó sobre la cama y entrelazó sus manos con las de Nicolás – lamento que sea tan incomodo tener una relación conmigo.
– Tiene sus beneficios, siempre que te quedes.
Dos meses después el mundo de la moda había girado hacia el rostro más nuevo de un tenista de apenas diecisiete años que había firmado un contrato con una conocida marca deportiva y solo en su muñeca llevaba un reloj de 14 millones.
Salir todavía era extraño, pero no tan anormal y sus días volvieron a entrar en una rutina sin pasar por el acoso mediático.
– Luces como un hombre que ha pasado la peor parte de la tormenta – le dijo la presidenta mientras discutían los detalles del siguiente envío.
– Me gustan las tormentas – se encogió de hombros – pero, algunas pueden ser catastróficas, lo estuve pensando y creo que podría abrir un invernadero en lugar de un laboratorio, tú podrías contratar personal confiable y yo tal vez, podría entregarte la fórmula de la crema de rejuvenecimiento.
Los ojos de Isabel Denys se agrandaron sin poder creerlo – lo estás diciendo en serio, pensé que querías irte a la tumba con ese secreto.
– No soy tan inflexible.
La presidenta le sonrió con un aire relajado y miró hacia la ventana – me gustaría decirte que sí y tal vez hice los preparativos hace meses, pero primero debes encargarte de la investigación de la policía.
Nicolás rodó los ojos, había olvidado que seguía bajo investigación policiaca hasta que hubiera una forma de ligar a César Holt con las empresas fantasma o el dinero robado apareciera – cierto, tengo esa cosa – se rascó la cabeza – piensa que podría durar eternamente.
– Yo no estaría tan segura, las finanzas de Nova son poco claras y su patrocinador más fiel fue robado, podría necesitar ese dinero más pronto de lo que imaginas.
– ¿Cómo conoces las finanzas de Nova?, ni siquiera yo sé eso y era accionista.
– Es porque eres demasiado inocente.
– Eso fue bastante obvio cuando me arrestaron.
– Ya aprenderás – sacó de su bolsillo una pequeña tarjeta y se la entregó – es una fiesta importante, tienes que asistir.
Odiaba las fiestas – ¿estás completamente segura?
– Más que segura, lo quieras o no eres una persona conocida, he tenido que inventar docenas de excusas para rechazar a todos los reporteros que quieren entrevistarte, así que prepárate mentalmente, toma la mano de tu novio y bésalo frente a las cámaras, pero mantenlo en un nivel decente, muchos de los fanáticos de tu novio son menores de edad.
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No soy un virus, soy un acosador (primera parte)
RomanceDespués de invadir el sistema de un viajero de mundos, Dogo logró abrirse paso a un nuevo cuerpo y a una nueva vida. Esa nueva vida perfecta tiene un pequeño problema. - Por seducir al protagonista de esta historia y poner en peligro el mundo, voy a...