4.10 Droga

484 96 20
                                    

Después del festín todavía había hombres reunidos en rededor de la fogata, el sentimiento en el aire era de celebración, tenían el dragón y el hombre que asesinó a su maestro estaba muerto.

Muchos de los hombres creían que, con ese logro, el quinto maestro Damon Lea Amenfor se convertiría en el nuevo líder del clan, aunque sabían que no sería fácil con la personalidad de los otros hermanos.

Pasada la media noche, el lugar todavía era ruidoso.

Liam miró a Lucios dormido sobre la cama, cuando regresó de darse un baño lo encontró en la cama a medio destapar y lo cubrió.

– Sistema, analiza su huella de alma, compárala con la de Luna.

[Analizando análisis completo, no hay coincidencia]

Liam ya esperaba esa respuesta, había pequeñas diferencias en Lucios que no coincidían con la personalidad de Dogo en sus mundos anteriores, era probable que hubiera algo que no estaba considerando – analiza la estabilidad de su alma.

[Analizando, no se detectan anomalías]

– ¿Qué probabilidad hay de que él sea Dogo?

[Analizando posibles escenarios, probabilidad de que esta sea una versión del virus previa a su encuentro, probabilidad de que el virus tenga ayuda de una entidad capacitada, Anfitrión, existe una posibilidad del 7.35% de que esta persona sea el virus]

Era un porcentaje muy bajo, pero todavía estaba el asunto de la melodía, Liam no podía dejar pasar eso, cuando Lucios despertará, lo primero que haría sería preguntarle.

Sí él era Dogo, debía protegerlo, pero sí no era él, Liam no podía perder el tiempo con la persona equivocada.

Maldijo entre dientes.

Después de dejar su tienda Liam caminó de vuelta a la tienda de mayor tamaño, el lugar donde se colocó la mesa ahora estaba limpio salvo por una botella de vino, la habitación estaba muy iluminada y junto a la cama se veía un cofre abierto con varios pliegos enrollados.

Eran similares a los que había en la habitación de Lucios, de hecho, mirando la mancha oscura en las esquinas, venían del mismo lote.

– Eso fue rápido.

Damon entró en la tienda y miró al príncipe con desgana, se sentó en la cama y terminó de secar su cabello, sin el polvo del camino su cabello se veía mucho más claro que antes, lanzó la toalla hacia los pies de la cama y se levantó para tomar la botella de vino.

– ¿Quieres un poco?

Liam pasó la mirada de la botella a él – tus hombres la reservaron para ti.

– Solo bebo para acompañar la cena, no quiero que se desperdicie – se la entregó sin darle importancia y caminó para tomar la pomada medicinal, su mirada giró levemente, de reojo alcanzó a ver que el príncipe destapaba la botella y se la empinaba para beber dos tragos, luego se limpió la comisura de los labios y tapó la botella.

– Quítate la camisa y recuéstate sobre la cama.

Liam no discutió, se quitó la camisa negra y se sentó sobre la cama, con eso debía ser suficiente para dar acceso a su pecho y a su espalda, ya había lavado bien durante el baño y el aspecto era más saludable, se sentó y colocó las manos sobre sus rodillas.

Damon miró su pose y se sentó detrás de él, mirando la herida y el poco cuidado que tuvo al tallar, se dio cuenta de que el príncipe no era una persona que le temiera al dolor, aplicó suficiente crema en sus manos, la calentó frotándolas y tocó su espalda.

No soy un virus, soy un acosador (primera parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora