4.18 Decisiones

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Innegable, así era la marcha del ejército del quinto hijo del clan Amenfor y al igual que su destino, se volvió obvio con el paso de los días.

Los espías de los tres reinos justos necesitarían ser ciegos para no ver lo obvio y cabalgaron sin descanso durante tres días para llegar al consejo de emergencia que se celebró en el norte.

Con una mesa que mostraba el mapa del norte del continente y diferentes marcadores, fue ilustrado el camino que el ejército seguía, así como sus números y diversos datos que los espías fueron recopilando. Al terminar de exponer el problema, la verdad fue evidente.

Damon Lea Amenfor, quinto hijo del clan y hermano del rey de Napas, marchaba al norte.

Nadie pensó que era para saludar.

El sonido de un golpe es escuchó al momento en el que un hombre vestido con una larga túnica verde se acercó a la mesa – no estamos asustados por un clan de asesinos en el confín del mundo, el norte es más fuerte, más resistente, sus hombres serán vencidos por nuestro invierno sin que toquen una sola de nuestras torres – anunció en voz muy alta el primer ministro Gerald Sia Lluna, padre de la reina del reino de Erion y mano derecha del rey.

Se escucharon varios murmullos.

– Si no ha escuchado hablar del ángel demoniaco del clan Amenfor, es un tonto, ministro de Erion – dijo el General Silas Lea Saun del reino de Fando – en nombre de mi rey – miró al rey Primus Xao Galian – he recorrido el sur en numerosas ocasiones y escuché los rumores, el clan Amenfor fue dirigido por la fuerza de un hombre, aterrador y solitario, nada que debamos temer, pero sus hijos son diferentes, los cinco que han sobrevivido, cada uno es un monstruo por sí solo.

Hubo varios murmullos en la reunión.

– Los ejércitos de Coran y Reguan ya están en Napas y el ejército de Windo tiene la ciudad sitiada, en cualquier momento, con una sola orden, más de cien mil hombres marcharían al norte para enfrentarnos, ¿a eso llama un clan de asesinos en el fin del mundo?, además, el quinto maestro posee una cría de dragón y el rey Arameo es conocido por su gran codicia y su gusto por manejar venenos, a esta hora, ya debe haber drenado a la cría y posee un tipo de veneno que ninguno de nosotros ha visto antes.

La reacción no se hizo esperar ante la mención de un dragón.

– Disculpe – se escuchó una voz débil, su atención estaba puesta sobre el General Saun – ha dicho que Windo tiene la ciudad de Napas sitiada, significa que los hermanos están en guerra, ¿por qué no esperar a que se maten entre ellos?

El General miró al hombre como si estuviera mirando a una cucaracha o a un ser sin un cerebro desarrollado – la ciudad ha estado sitiada por varios días, en mi opinión tal guerra jamás sucederá, los hermanos lo están usando como una distracción.

– ¿Es así? – se escuchó otra voz, en esa ocasión – al igual que usted, General Saun, yo también he viajado al sur – el nombre de la mujer que habló era Alicia Min Balbia, una mujer mayor con un largo vestido acaramelado y el cabello teñido de un rojo muy intenso, ella era también la consejera del rey Elíseo – y sé que Arameo Amenfor es un hombre paranoico y desconfiado que envenenó a sus hombres más fieles por temor a que lo traicionaran, también asesinó a su esposa antes de que esta pudiera engañarlo y en cuanto a sus hermanos, los envenenaría sí ellos bajaran la guardia.

Muchos de los presentes desconocían esa información, como lo dijo el ministro Lluna, el clan Amenfor era un grupo de asesinos en los confines del mundo y a nadie le interesaba lo que ocurriera con ellos, solo conocieron su nombre cuando escucharon del ejército que marchaba en su dirección y solo aprendieron sus nombres después de considerarlos una amenaza.

No soy un virus, soy un acosador (primera parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora