7.29 Reunión

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Después del descubrimiento de la reina araña y en contra de los de su padre, el príncipe Dor Uri abandonó la tribu y se embarcó en la misión de encontrar y terminar con la vida de la reina araña.

Sus seguidores eran un grupo de cuarenta miembros de la tribu de tigres, incluida su hermana la princesa Nia.

Pero tras cuatro meses de búsqueda, el objetivo no se había logrado.

Durante ese mismo tiempo más de una tribu consideró al príncipe Dor Uri un demente o un soñador que perseguía humo, lo mismo pasó con sus hombres, a excepción de Seo y Gan, los dos guardias que lo acompañaron a las cuevas y que presenciaron el renacimiento de la reina araña, los demás comenzaban a creer que todo se trataba de una alucinación o un intento del príncipe por ganar fama antes de heredar la posición de su padre.

En cuanto a la princesa Nia, entre más ruidosamente hablaba de la reina araña y de todos los eventos acaecidos esa noche, menos le creían, sus seguidores disminuían hasta quedarse en un grupo de doce personas y él mismo perdía la fe sobre encontrar a la reina araña.

De sus ataques esa noche sabía que ella fue herida de muerte y lo más normal era que escapara para morir, siendo de esa forma, todas sus acciones eran redundantes y estaba perdiendo el tiempo de todos.

Suspiró.

El aroma que traía el viento cambió, y se debía a un grupo grande de personas.

- Zorros – dijo Nia olfateando – lobo, leones y – siguió olfateando – este aroma es extraño, nunca lo había sentido antes, pero no es humano.

El príncipe Dor lo tomó como una amenaza – todos atrás – mostró garras y colmillos, y esperó por la identidad de sus visitantes.

El viento corrió con más fuerza poco antes de que el grupo llegara a la parte del bosque en donde el grupo del príncipe Dor se estaban quedando y las dos personas al frente eran Liam y Helian Lauren.

Nia exhaló profundamente y corrió – cuñada – se asomó a la izquierda y a la derecha de los dos hombres – cuñada, ¿dónde dejaron a mi cuñada? – preguntó a Liam que permaneció en silencio y ofuscada pasó su pregunta a Helian – tú, ¿qué hiciste con mi cuñada? – sus pasos se detuvieron cuando miró a la mujer de ropa negra y largo cabello suelto que la miraba con la barbilla en alto.

Esa mujer, era la dueña del aroma inusual que detecto en el aire y por precaución retrocedió.

el príncipe Dor rodó los ojos y fue por su hermana, pero él también notó que la identidad de esa mujer no era tan sencilla.

- No esperábamos encontrarlos – los saludó el príncipe Dor.

Helian asintió – tuvimos algunas complicaciones.

Dor miró hacia atrás de Helian al grupo que unía a miembros de diferentes tribus y de nuevo hacia Helian – es lo que veo.

Sin importar que pertenecieran a diferentes tribus, todos eran hombres-bestia, les dieron la bienvenida, prendieron una fogata y cazaron la cena, aunque en secreto se mantenían distantes.

Helian supo que el grupo del príncipe buscaba a la reina araña, su encuentro podría ser una causalidad o un elaborado plan de Liam, entre más personas hubiera a su alrededor, más difícil sería seguirle la pista y él podría escapar de su vida en cualquier momento.

Con eso en mente, se aseguró de seguirlo.

Y encima suyo, la princesa Elisa recargó las manos y la cabeza colocándose como un sombrero.

¡Era muy molesto!

Tos seca.

Aplauso.

Helian levantó la mirada hacia su costado izquierdo y miró a Angela con los labios fruncidos y una expresión complicada.

No soy un virus, soy un acosador (primera parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora