7.20 Las cuevas

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Una lámpara se mantuvo flotando por encima de su cabeza e iluminó lo que parecía ser un pasillo alargado y redondo. Fueron movidos en el espacio.

– D, dame un mapa de las cuevas.

Según la historia Helian entró a la cueva, enfrentó algunas complicaciones, luchó contra los guardianes como parte de una prueba, impresionó a la princesa Nia por su dedicación y salió de ahí con la técnica de las tinieblas.

Además de eso, no hubo más peligros latentes, en tanto pudiera recuperar la técnica como parte de la misión y encontrar a Dogo, todo debería estar bien.

Mantuvo su espada en la mano, por lo general la guardaba en su inventario, pero no se sintió seguro entre esas paredes.

Fue durante su tercer mundo y también el primero en el que tuvo que usar una espada, por siete años practico hasta que sus manos se volvieron callosas y ganó puntos por habilidad que mantendría en los mundos siguientes, en aquel entonces no era tan tacaño cuando se trataba de gastar sus puntos e invirtió en una lámpara marca Odisea con la forma de una esfera de luz amarilla que flotaba por encima de su cabeza y mantenía el lugar iluminado.

La esfera ya estaba desgastada y vieja, pero aún funcionaba y con ayuda de un mapa encontró el sitio que estaba buscando.

El pilar de las tinieblas.

La historia de la reina araña era muy desgarradora. Su único deseo fue proteger a aquellos a quienes amaba y acabó destruyendo a toda su tribu.

El pilar donde guardó su técnica secreta probaba a los aspirantes y solo se abriría frente a aquellos que demostraran tener la misma convicción de la reina y eran capaces de hacer cualquier sacrificio por el bien del resto del mundo.

Irónicamente, para la reina araña, era ella la que se sacrificaba cada vez que metía un bebe en su boca y lo tragaba, era ella quien soportaba el dolor de esa muerte y ella quien viviría con ese peso en su corazón.

¡Cómo si las vidas perdidas no fueran un sacrificio!

El guardia apreció y miró a los ojos a Liam – has llegado hasta este punto y has probado tu valía, ahora debes probar que eres el hombre que daría su vida por proteger nuestro mundo.

– Haz tu prueba.

El espejismo comenzó, se sintió tan natural, como si realmente hubiera sido transportado a un escenario diferente, al frente se encontraba un gran monstruo, un oso gigante con ojos rojos y una ciudad destruida bajo sus pies, un simbolismo muy básico, dio un paso al frente y escuchó un grito.

Por el tono de voz, miró hacia atrás de inmediato.

Dogo estaba herido, la ciudad ardía a su alrededor y una flecha le atravesaba el pecho.

[Anfitrión]

Se congeló.

[Anfitrión, recuerde que es un espejismo]

– Gracias por eso D.

Por un momento, en realidad estuvo a punto de perder la prueba de fe, la reina necesitaba un heredero que pudiera dejar a sus seres queridos morir y en su lugar, proteger la tierra.

Y él, iba a dejar que el mundo ardiera, porque Dogo estaba herido, corrió con la espada desenfundada para derrotar al monstruo y se hizo una pregunta, si esa no fuera una ilusión, ¿hacia dónde habría corrido?

Avis abrió los ojos.

Una cámara iluminada con luz verde incandescente que veía del techo y una escultura gigante con la forma de una araña.

No soy un virus, soy un acosador (primera parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora