5.14 Transmigración (2)

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El camino de la oficina al elevador se sintió parecido a los pasillos del castillo dorado, había jugado tantas veces esa secuencia, se había matado con las texturas, la perspectiva y el diseño de las habitaciones.

Y nada de eso podía compararse con la burda imagen de una chica desnuda bajo una sábana.

– ¡Mal día!

– No preguntes – respondió sin ver quién le había hablado.

– ¿Cómo va el evento del guardaespaldas?

La curiosidad de Viola se despertó, giró la cabeza y se encontró de frente con la piedra en su riñón, Romeo – bien, excelente, de hecho, no podría ser mejor.

– ¿Es así?, escuché que solo hubo doscientas cincuenta inscritos y la mayoría relleno la casilla de ¡estoy aburrido!, como motivo.

Las manos de Viola se apretaron, presionó el botón de emergencia que detenía el elevador y giró sobre sus tacones, con su pantalón de tela color camel, su blusa blanca, la corbata azul marino, zapatos azules de tacón alto, el peinado prolijo y un bolso diminuto en el que apenas cabían su celular, cartera, anteojos, cosméticos, lentes de contacto, peine, pañuelos desechables, pastillas para el dolor de cabeza, pastillas para el estrés, espejo y audífonos, era la imagen misma del profesionalismo, muy diferente al hombre con el cabello despeinado y húmedo cayendo sobre sus cejas, vestido con una chaqueta con logotipos deportivos, zapatos de mezclilla, tenis blancos con negro y una camiseta roja con las palabras en inglés, ¡Hit me or Kiss me!

Entre esas dos opciones, Viola estaba muy segura de cuál elegir – ¿crees que eres superior solo porque tuviste suerte?, te diré algo, historias como la tuya pueden ser llamativas, pero en dos semanas nadie las recordará y cuando eso pasé, mi castillo dorado seguirá abierto y habrá miles de personas esperando que el reloj llegué a cero para entrar.

– Es probable, no cambia el hecho de que tienes un gran problema.

– ¿Yo?, ¿un problema? – resopló.

– Tus personajes son demasiado fuertes.

– ¿Cómo es eso un problema?

– Que no necesitan a los jugadores. Todo juego requiere un objetivo, el policía entra a la casa para salvar a los rehenes, el especialista desarma la bomba antes de que estalle y el héroe escala la torre para rescatar a la princesa, no sirve si los rehenes se salvan solos, la bomba se desarma a sí misma o la princesa doma al dragón y escapa por la ventana.

Viola apretó los dientes y estuvo a punto de quejarse.

– Pero me agrada el personaje de Alicia Alister, si la convirtieras en un jefe final tendrías mucho éxito.

Viola abrió la boca y no pudo cerrarla – tú, no dijiste eso. Así que, una chica fuerte que no depende de un hombre ni necesita ser rescatada, tiene que ser una villana, ¿es así cómo ves a las mujeres?

– No fue lo que dije.

– Entendí perfectamente bien lo que dijiste – volvió a presionar el botón para que el elevador continuara bajando.

– Intento ayudarte.

– Ayúdate a ti mismo, sal de mi camino.

Su destino fue el bar más cercano a su trabajo.

– ¿Puedes creer lo que hizo ese idiota? – azotó la botella vacía después de beber todo el contenido – ¿Me estás escuchando?

No era la intención de su amiga Mónica ignorarla, simplemente estaba algo cansada de tener la misma conversación – claro, ¿qué más te dijo? – respondió mientras seguía escribiendo en su celular.

No soy un virus, soy un acosador (primera parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora