4.24 Ignorando la misión

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– Escuche que la tienda del joven maestro se quemó – ¡escuchar!, era una forma de decirlo, la gran llamarada provocada por el dragón cuando quemó la tienda era lo bastante grande como para ser vista de lejos y en todo el campamento no se hablaba de otra cosa – sí no tienes tienda

– Me quedaré en la tienda de Angus – respondió Liam secamente.

– ¡Oh!

En el rostro de Lucios se podía ver su decepción tan clara como el agua, ser elegido por el príncipe de uno de los reinos justos significó para él un gran logro y se imaginó haciendo pinturas con un contenido diferente al de hombres desnudos, con ayuda del príncipe también podría ganar reconocimiento e impulsar su carrera, estaba muy emocionado, pero el príncipe no lo visitaba en días y estaba padeciendo el síndrome de la novia abandonada.

– Entonces, ya que estamos en el norte

– Te daré una carta de recomendación para que la lleves a Lama, tiene una Academia de bellas artes y su reina es famosa por fomentar todo tipo de artistas, no tendrás problemas para llegar hasta allá, de hecho, es mejor que te vayas lo más pronto posible – pensó en la situación después de que Sacer los atacara más activamente – estarás a salvo.

Lucios tragó saliva, su cerebro no proceso la parte en la que estaría a salvo y tampoco se preguntó sí había motivos para que su vida corriera peligro, todo su razonamiento se detuvo en la parte que nombraba la Academia de bellas artes de Lama y su expresión se desencajó.

No era un idiota.

Era un pintor que se especializaba en paisajes con poca experiencia y nada que fuera llamativo en sus pinturas o que lo resaltara del resto, enviarlo a una Academia rodeado de competencia era la peor decisión.

– Te conseguiré un transporte.

– Es, pe, ra – tartamudeó – no puedes, es demasiado.

– ¿No estás interesado?

La boca de Lucios estaba torcida en una mueca – es un honor muy grande, no puedo merecerlo, estaré muy bien, tengo un amigo, lo conocí en el puerto cuando el joven amo perseguía a ese pirata, si lo busco creo que estaré bien, alteza, es muy amable – tanta amabilidad, lo mataría – muchas gracias por preocuparse.

Liam asintió – lamento las molestias, solo, quisiera aclarar algo, esa noche tocabas una flauta, la melodía, ¿dónde la escuchaste?

– Canción de cuna, el joven amo la tocaba a menudo, pero se aburría muy rápido, creo que le traía malos recuerdos, así que me ordenó aprender a tocarla en caso de ser necesario.

– Ya veo – eso lo aclaraba y le dejaba un mensaje, la próxima vez, debía estar completamente seguro antes de hacer un movimiento – te ayudaré a pagar tu viaje como compensación – sacó una bolsa y se la entregó antes de despedirse.

Viéndolo alejarse, Lucios exhaló un largo suspiro, de vuelta a esa noche en la tienda del quinto maestro del clan, el príncipe Galian le pidió que lo acompañara en todos sus viajes y a la vuelta de una rueda lo cambió por alguien más atractivo, no era que repentinamente le gustaran los hombres, de hecho, estaba agradecido de no haber tenido que llegar a ese punto, con un hombre como el príncipe Galian, obviamente él ocuparía la posición de abajo.

Esquivó la flecha.

Pero se sentía muy decepcionado, como si una rara gema se le hubiera escapado, suspiró – era demasiado bueno para ser real.

Sin más, se despidió del ejército del quinto maestro del clan Amenfor.

Dentro de la tienda de Angus, Damon estaba sentado sobre la cama con una pierna doblada para sobar su pie, si tomaba el golpe de una vara de metal con el brazo o la espalda no era tan doloroso como haber golpeado madera con el dedo pequeño de su pie.

No soy un virus, soy un acosador (primera parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora