Enri Emmot sintió como el corazón se le desprendía de su pecho. Escucho un silbido que venía desde el interior de su cabeza. Su vista se nublo, sus piernas comenzaron a temblar, y con la poca conciencia que aún le quedaba a la perturbada chica, solo podía pensar en lo vergonzoso que seria orinarse de miedo enfrente de su benefactor ¿Pero acaso alguien podria culparla?
La joven perturbada no entendía como habían llegado tan rápido ante el ejercito del reino, y más que nada no podía entender cómo podía haber tanta gente reunida en un solo punto.
A Enri le parecían intimidantes aquellos hombres con armaduras. Recordó lo que un puñado de estos le hizo a su aldea y ahora frente a ella estaba un número que excedía por mucho a la tropa que los arraso.
Eran tantos y parecían tan atemorizantes, que la chica penso que haber venido a plantar cara era una mala decisión y que debio seguir el consejo de su amigo. Su resolución de hace unos minutos se habia desvanecido. Lo que estaba frente a ella escapaba a toda lógica que ella conciera.
Estaba por rogarle a sus salvadores que huyeran, pero entonces...
Una fría mano cubierta por un guante metalico toco el hombro de Enri. Era seguramente un tacto tosco, pero sintió cierta gentileza en el...
Momonga coloco su mano sobre Enri para detener el temblor general que la chica tenia. Para su sorpresa la chica dejo de temblar en el momento en el que la toco, por lo que el discurso inspirador que había preparado se fue al caño...
Mas al verla aun nerviosa y en su afán de calmarla, solo comenzó a improvisar.
-Enri, no dejes que el enemigo te vea temblando, aunque tengas miedo, trágatelo o de otra forma harás más difícil la batalla- le dijo Momonga con voz neutral a Enri
Al instante la chica dejo de temblar y con los ojos llorosos observo la máscara que llevaba Momonga.
-Eso es, no muestres cuanto les temes, y tampoco permitas que descubran tu fuerza, debes mantener eso siempre como un misterio, déjalos que te menosprecien, déjalos que te subestimen, y cuando tengan la guardia baja, entierra tu espada fieramente en sus corazones-
Ulbert y TouchMe miraron curiosos a Momonga quien hablaba, estaban seguros que esos consejos habían salido del manual de duelos de un compañero suyo.
-Y recuerda, eres el punto de entrada, eres la primera prueba antes de que lleguen a la fortaleza, Enri, hazles ver que el primer obstáculo es demasiado grande, hazlos temer del siguiente. Has que piensen que tú que les diste tantos problemas, eras el eslabón mas débil. Dales una batalla que no olviden, hazlo temer de seguir avanzando. Tu eres la primera guardiana de este lugar... dalo todo y no te guardes nada cuando debas pelear para proteger este lugar-
Los compañeros de Momonga estuvieron a punto de romper el encanto de sus palabras diciendo "¡ESO FUE LO MISMO QUE NOS DIJISTE CUANDO HUBICAMOS A SHALLTEAR!" efectivamente esa era la filosofía que había tomado para poner a la guardiana ofensivamente más fuerte en el primer piso.
-¿Proteger?- pregunto la chica casi al borde de las lágrimas.
Al instante en la mente de la chica apareció esa pequeña niña a la que habia protegido con su propio cuerpo. En su mente apareció el recuerdo de sus padres muriendo para protegerlos...
Enri tenía lo que nadie tuvo ese día. Tenía un arma en sus manos y la determinación de vivir.
Las lágrimas de Enri comenzaron a salir de sus ojos como suaves arrollos, las lagrimas se desplazaban lentamente por su mejillas pero habia algo raro en ellas...
Enri no mostro un rostro triste, no estaba desesperada. Estaba sencillamente enojada. Y con el seño fruncido apretó con fuerza la empuñadura de su espada.
Había sido traída por sus salvadores al campo de batalla, se le estaba dando ahora la oportunidad de hacer lo que no había hecho aquel día. Estaba aquí para enfrentar a la pesadilla que no dejaría dormir a su hermana durante semanas. Estaba aquí bendita por seres de infinito poder y bondad.
Estaba aquí confundida.
Estaba aquí con miedo.
Pero sobretodo, estaba aquí con la determinación para pelear.
Enri se tomó un segundo para tocar su pecho... y pidió disculpas a sus padres, pidió disculpas a sus dioses, pues estaba por romper una promesa que les había hecho a todos ellos.
Con voz rota Enri agradecía a su salvador -¡Lamento causarle tantos problemas, Ainz-sama!-
Ainz pareció sobrecogido por la situación. No entendía por que Enri lloraba o porque le hablaba de esa manera. El solo se preguntaba si la había ofendido de alguna manera.
-¡No le fallare! ¡HAAAAAAAAAAAAAAAAA!- Enri tomo con fuerza su arma y corrió lejos de sus salvadores. Corrió con fuerza hacia el soldado que caminaba tranquilamente hacia ellos.
Gazef vio como la chica que acompañaba aquellos seres a los que respetaba había salido disparada hacia él. Al verla pudo apreciar que se trataba de una joven que hasta hace poco tiempo era una niña.
"Demasiado joven para un arma" penso el capitán de los guerreros, quien con pena desenfundo su espada, sintiéndose decepcionado de aquellas 3 personas que respetaba, pues no podía concebir la idea de que tan dignas personas enviasen a una chica tan joven a pelear por ellos... arriesgándola a morir bajo la mano del mayor guerrero del reino.
Enri se encontraba a tan solo 10 pasos de Gazef mientras los 3 seres supremos miraban perplejos como de la nada la chica se había lanzado como una flecha directo hacia el enemigo.
Rápidamente Ulbert y TouchMe observaron a Momonga con ojos juiciosos, acusándolo de haber impulsado a esta insensata acción de la chica.
Momonga por su parte solo podía preguntarse como esas palabras aleatorias que le llegaron a la mente habían causado esto.
TouchMe para salvar a la chica estaba por ordenar a los asesinos de 8 filos ocultos que la rescataran pero entonces...
La inexperta Enri salto mientras tenía la espada entre sus manos. Guiada por un recuerdo infantil, salto para asegurarse de que la velocidad de la caída magnificase el impacto de su golpe.
La idea no era equivocada pero Gazef rápidamente determino que habia sido mal ejecutada. "Una pobre novata" penso con pena mientras se preparaba para bloquear el ataque, pero entonces...
Al ver a Enri caer de esa forma tan torpe, Gazef sintió como si una enorme montaña estuviese por caerle encima. Siendo fiel a sus insntitos Gazef no bloqueó si no que esquivo el brutal ataque de la chica de cabello rubio.
Cuando el cuerpo de la chica cayo al suelo y su espada perforo la tierra... un sonido parecido a una explosión se propago por toda la planicie.
Gazef vio con terror como en el punto donde la chica habia caído se habia formado un pequeño cráter. Enri también se mostro confundida unos segundos... pero solo, solo un breve momento, pues dejo las dudas atrás y se dirigió de nuevo a Gazef.
Gazef lo pudo ver otra vez, como la chica abanicando torpemente con su espada parecia convertirse en en una avalancha viniendo hacia el.
Gazef torcio su columna tanto como pudo para evitar la abanicada de Enri.
La espada corto de mala manera aire y creo un flujo poderosos que levanto una densa nube de polvo desde el suelo.
Momonga vio sorprendido lo que podía hacer una nivel 1 con un equipo avanzado.
Por su lado, Gazef vio pasmado a la niña con los ojos inyectados en sangre, era final, la chica estaba buscando matarlo y no tendría piedad.
Gazef se encontraba confundido, se encontraba desequilibrado y en desventaja, por lo que cuando Enri dio una nueva y torpe abanicada con su espada...
Se escuchó a un objeto cayendo al suelo. Enri retrocedió por la sorpresa y sus manos temblaron ligeramente al ver que le había arrebatado un brazo a aquel legendario soldado llamado Gazef.
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Overlord: Trinidad Caps 1-170
FantasyGrandes calamidades han arriban al nuevo mundo. Un overlord gobernante de una tumba llena de poderosos monstruos llega a una tierra que no podrá plantarle cara, pero diferente a la historia original, esta vez llegara también acompañado por un camp...