Parte 126

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Un pequeño ejército de demonios y no muertos al mando de Yuri Alfa, aterrizo de manera delicada sobre un claro dentro del bosque Tob. Los hanzos, demonios sombras y de mas sirvientes sin la capacidad de volar, llegaron apenas segundo después. Y ahí, en el territorio que defendían sus amos, todos los NPC's mercenarios se inclinaron respetuosamente ante Yuri Alfa para que esta los liberara de sus deberes.

Yuri, la gran creación de un ser supremo, la amada hija de Yamaiko, quien era por lejos más importante que cualquiera de estos seres invocados, respondió amable al gesto de los que fueron sus soldados y los libero de su mando para que se unieran a las demás fuerzas que protegían esta fortaleza temporal.

Yuri vio como el ejercito que le había sido dado se dispersó en un parpadeo, y sintió como junto con ellos se desvanecía el peso que había estado sintiendo sobre sus hombros.

La maid de batalla miro a su pequeña hermana LupusRegina, quien alegre se reía de Clementine, quien apenas podía mantenerse despierta.

-¿Por qué nos detuvimos en este maldito bosque?- Pregunto somnolienta la mujer de cabello dorado.

En otro momento Yuri pudo haberle respondido con un regaño por su vocabulario o su actitud, pero viendo que ese cansancio venia de haber llevado acabo con gran valor y obediencia la misión, y que esa forma de actuar era un defecto que su amo encontraba interesante, Yuri se permitió tratar con algo de delicadeza a juguete roto de Momonga.

-Los seres supremos nos están esperando aquí, así que trata de mantener despierta un poco más Clementine, además, procura mantén la compostura frente a ellos- dijo Yuri.

-¿Los dioses se encuentra aquí?- pregunto Clementine sorprendida a la vez que observaba los alrededores. –Ja, ¿Una reunión secreta dentro de un sucio bosque? Siendo sincera, no esperaba algo así de Momonga-sama - dijo Clementine, clara y auténticamente decepcionada.

En respuesta, Yuri Alfa sonrió de manera cálida. Esa mujer podía ser irrespetuosa, pero tenía razón, este sucio bosque no era digno de los seres supremos, y a la sirvienta le agradaba que la asesina comprendiera eso.

Claramente, sus amos jamás habrían realizado tan importante reunión en un lugar como este, y era algo que a Clementine tendría que quedarle claro.

-Aun tienes mucho que aprender Clementine- dijo Yuri mientras tocaba algo sólido frente a ella. –Y la primera de muchas cosas que debes saber, es cuando quedarte callada y esperar-

La sirvienta de batalla, sujeto algo invisible y tiro de el, al momento, una puerta se materializo en el aire, y dentro del marco de la misma se observaba en el interior una habitación de primera categoría, en la cual se encontraban los amos que Clementine había aceptado, y el dios al que ahora le rezaba.

Una sonrisa emocionada se formó en el rostro de la asesina.

Las tres entraron a la fortaleza invisible donde sus amos se resguardaban, y dentro de ella, Clemenetine pudo ver un lujo y belleza exuberantes, aunque para su desgracia, el ambiente era demasiado agradable. El fuego que ardía en la chimenea del salón, producía un calor tan cómodo y acogedor que el cuerpo de Clementine comenzó a rogarle por un descanso después haber pasado más de 24 horas sin dormir.

Los gemelos elfos les dedicaron una tierna sonrisa.

Las tres sirvientas que esperaban al fondo del salón se inclinaron ante los que llegaban.

"Bienvenida, Yuri-nee" dijeron al unísono las sirvientas a su hermana mayor.

Los gemelos elfos le dedicaron una tierna sonrisa.

-Buen trabajo, Yuri- le dijo el mayordomo.

-Parece que tuvieron una noche interesante - dijo Demiurge con una sonrisa.

Overlord: Trinidad Caps 1-170Donde viven las historias. Descúbrelo ahora