Overlord: Trinidad Caps 1-170

Parte 112

Durante la desastrosa retirada del ejército real, murieron más de 27.000 soldados según un estimado de Katrias. Las bajas civiles sin embargo... se volvieron incontables.

Durante más de 3 horas posteriores a la transformación de Khajiit, espantoso gritos se escucharon desde el interior de las murallas. Los soldados y pobladores sobrevivientes quedaron traumatizados al escuchar a niños, mujeres y ancianos suplicar por ayuda. Nadie más que os guardias en la cima de la muralla exterior pudieron ver el horror que se suscitaba... y 14 de ellos se arrojaron hacia el suelo al no poder soportar aquella infernal visión.

El príncipe, los nobles, los pobladores y el ejército se quedaron impotentes en el exterior de la muralla, sin haber podido hacer nada. 

Recién a las 4 de la mañana los gritos se detuvieron... y cayó sobre la ciudad un silencio que parecía, iba a volverse eterno.

E-Rantel estaba en ruinas, los pobladores no pudieron escapar una vez los no-muertos tomaron las salidas, y el ejercito que esperaba afuera se preparaba para una muerte horrible una vez los caballeros de la muerte fuesen enviados a acabar con ellos, pero... por alguna razón desconocida, ningún caballero de la muerte, dragón o zombi salió de la muralla, y en cambio esas creaturas de pesadilla se quedaron en las puertas interiores sirviendo como guardias.

Las puertas éste y norte eran custodiadas por un caballero de la muerte cada una.

La puerta sur tenía como guardián a un dragón esqueleto y varios no-muertos con armas mágicas robadas del gremio de magos.

Y en la puerta oeste... un mar de no-muertos de bajo rango se mantenía inmóvil, impidiendo que cualquiera penetrara. Sin embargo, lo mas perturbador de aquella esecena, era que los no-muertos, de diferentes tamaños y formas, conservaban aun sus ropas ensangrentadas de cuando aun eran humanos. Los que alguna vez fueron soldados tenían sus armaduras abolladas, y varios de los que alguna vez fueron niños, les faltaban varias partes de sus cuerpos. Claramente habian sido desmembrados antes de volverse no-muertos.

En sus cuerpos podía verse la clase del destino al que se enfrentaron los que alguna vez fueron pobladores de este reino...

En muchos momentos se planteó entrar por la puerta oeste e intentar buscar supervivientes para levantar la moral de los supervivientes, pero pronto los guerreros supervivientes vieron en esas personas un brillo peculiar, y pronto cayeron en cuenta de que aquellos ya no eran los clásicos zombis de nivel 1.

Eran más fuertes y esto era debido a que no habían sido creados por el hechizo "Zona de muerte"

Este nuevo ejército había sido levantado por medios diferentes.

Después de que el efecto de "Zona de muerte" terminara y los no-muertos se dejaran de mover, el nigromante hizo uso de otros métodos para levantar de nuevo a los cuerpos y crearse un aún más grande y poderoso ejercito.

Fue así como por fin el príncipe mando varios mensajeros con peticiones de refuerzos, pero no solo a su nación. Cartas con mensajes para todos los gremios de aventureros, el imperio, la teocracia, el reino santos e incluso  al lord dragón de platino fueron enviadas con categoría de "Urgente".

Un grupo sin embargo, un grupo especial, se dirigió con una petición hacia un pequeño pueblo fronterizo. Había quienes no creían que el no-muerto de ahora tuviese relación con los conquistadores de Carne, y había quienes deseaban con el alma, que aquel hechicero capaz de borrar ejércitos con una sola bola de fuego, prestara su poder por el bien de la humanidad...

Desgraciadamente, quizás no fue directamente, pero las acciones de esos conquistadores permitieron el nacimiento de aquel no-muerto.

Estos fueron los hechos corridos en el pueblo Carne durante la mañana del día del ritual.