Parte 37

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Nota del autor: llevo despierto desde las 4 de la mañana... me iré a morir un rato. Disfruten de la obra de una persona medio dormida.
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Al interior de una gran catacumba resonaban fuertemente los pasos de una mujer cubierta por una larga túnica. De ella solo se podía ver su cara redonda y ojos azules, así como un cabello rubio corto que le llegaba hasta los hombros, bien peinado y que daba la apariencia de no deshacerse incluso ante un viento tormentoso.

Aquella mujer avanzaba por el lúgubre lugar con una amplia sonrisa; parecía que ese aire lleno de muerte le parecía satisfactorio y un tanto familiar.

Al interior de la catacumba, la mujer pudo vislumbrar la figura sombría de un hombre completamente calvo, con la piel pálida y los ojos hundidos que despedía un aura de podredumbre y muerte.

Al verlo en un lugar tan lúgubre, una mujer normal hubiese corrido despavorida, cualquiera pensaría que esa extraña figura pertenecía a un no muerto que odiaba la vida.

-¡Khajiit-saaaaaaan!- dijo la mujer de manera juguetona al extraño ser.

Este se giró y observo con fiereza a la mujer y a su sonrisa. Al voltearse, aquella creatura se revelo como humana.

-¡Clementine! ¡¿No te había dicho ya que no me llamaras por ese nombre?!- le grito molesto aquel hombre.

La mujer "Clementine" ignoro la furia de aquella persona y con una alegre sonrisa le arrojo un pergamino que había robado a un mensajero cuando se dirigía  hacia la ciudad.

El hombre "Khajiit" abrió el pergamino y se sorprendió al ver que tenía el sello real de Re-Estize.

-Me encontré con un lindo chico de camino hacia acá- la mujer rio de manera vulgar mientras le mostraba a Khajiit el símbolo del rey que permitía paso libre en cualquier ciudad del reino, algo que solo era confiado a hijos de nobles y soldados que hubiesen demostrado su lealtad, como el chico al que le pertenecía este.

Khajiit trato de no pensar en los problemas y atención que atraería el asesinato de un mensajero real y comenzó a leer el informe que tan gentilmente la mujer le había traído, pero en cuando termino de leerlo, el hombre arrojo el papel con furia hacia el suelo y golpeo el santuario de piedra frente a él.

-¿Qué pasa? Creí que te agradaría la noticia- la mujer dejo de sonreír y se vio claramente confundida. -¿Por qué te enfadas ante la idea de una masacre?- la sonrisa lasciva volvió al rostro de Clementine.

El papel que había entregado a Khajiit era para el gobernador de la ciudad amuralla de E-rantel.

El informe hablaba de la gran derrota que había sufrido el ejército real y de la captura del guerrero más poderoso del imperio, Gazef Stronoff.

Clementine sabía que este escenario desencadenaría una guerra, un combate a muerte entre varias naciones para salvar la vida del capitán guerrero que representaba el poderío humano en esta región, además de que muchas naciones moverían sus piezas para eliminar aquellos poderosos seres que habían capturado al capitán guerrero.

En este mundo, tanto el emperador como el rey no podían imaginar el poder de aquella entidad que logro capturar a un hombre tan poderoso.

Pero todo ello tenía sin cuidado a Clementine.

Ella confiaba en que podría lidiar con cualquier ser humano que no perteneciese a la escritura negra, he incluso confiaba en poder capturar ella sola a Gazef. Clementine tenía la confianza de ser la guerrera humana más poderosa del planeta.

Y eso incluía a los miembros de la escritura negra, pues aquellos que tenían la sangre de los dioses en sus venas, se negaba a llamarlos "Humanos"

Overlord: Trinidad Caps 1-170Donde viven las historias. Descúbrelo ahora