Parte 134

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Al despertar, Pavel se encontró con un techo desconocido pero extrañamente familiar. Era un techo de tela teñida de rojo, un símbolo de fuerza y salud. Algo muy usado en...

-¿Una carpa medica?- Se preguntó el confundido arquero.

No era la primera vez que a Pavel le ocurría esto. En sus días como novato era algo común que despertara en un lugar así. Durante las misiones en las que se quedaba sin mana o era severamente herido, sus compañeros lo arrastra...

-¡Neia!- Grito aterrado el veterano guerrero al recordar los sucesos de la noche anterior.

Pavel entonces intento levantarse con una creciente preocupación y el incontenible deseo de encontrar a su esposa e hija, pero en el instante en el que intento alejarse de la cama, el veterano sintió su mano derecha aprisionada.

Al voltear... Pavel se encontró a su mano  atrapada por gruesas cadenas. La mano que había perdido durante la batalla se encontraba ahora regenerada.

Pavel ya entendía donde se encontraba.

Lucia, la druida de apoyo no podría realizar una recuperación de este nivel, y aun si alguno de sus compañeros hubiese usado algún ítem para ayudarlo, no lo habrían encandenado.

Era obvio entonces quienes lo habían rescatado.

Ahora lo recordaba, lo último que vio Pavel antes de desvanecerse fue a una guerrera de cabello rubio salvándole la vida.

-¿Señor?- dijo la voz de una joven que se encontraba cerca de Pavel.

A un costado de él veterano arquero, la joven paladina, la aprendiz de Rena se encontraba igualmente atada por cadenas, y además estaba vendada prácticamente de pies a cabeza.

En un instante, un soldado que Pavel no había visto, salió de la habitación a toda velocidad.

-¿Qué paso? ¿Dónde están Rena y...?

-No lo sé, señor- respondió Leona con vergüenza. –No recuerdo nada después de ser arrojada por el no-muerto- agrego.

Pavel recordaba eso, y también recordaba haber pensado que Leona estaría muerta.

Pero entonces, otra pregunta surgió en la mente del arquero.

-¿El caballero de la muerte o el dragón?- Pregunto Pavel.

En un instante, un rostro de terror puro se formó en el rostro de la joven paladina. Leona se sostuvo la cabeza intentado recordar.

-¿Qué paso después de que me golpeara el dragón?- pregunto.

Pavel entonces dejo de prestarle atención a la confundida y asustada paladina. No sabía nada. Sabía menos que nada y Pavel no estaba de humor para responder las preguntas de una amnésica novata.

Tenía cosas más importantes de las que preocuparse.

El arquero entonces aclaro su mente, afilo su lengua y preparo su alma para hacer frente al más grande enemigo de los grandes guerreros.

La política.

Tal como se lo esperaba, pasados unos minutos varios peces gordos de Re-Estize llegaron para verlo. El segundo príncipe, un renombrado marqués,  varios caballeros y lo que claramente era un plebeyo desarmado, entraron a la carpa médica donde se encontraban Leona y Pavel.

Esos dos eran personas de gran peso en la política nacional e internacional. Figuras con estatus y riquezas. Personas que el reino santo trataría como invitados de honor si algún día pisaran sus tierras...

Overlord: Trinidad Caps 1-170Donde viven las historias. Descúbrelo ahora