Overlord: Trinidad Caps 1-170

Parte 71

Escoltada por una aberrante creatura cambia formas y una sacerdotisa a quien su propio creador trato como una diosa, la maldita demonio, la sucia Lilith que al igual que su contraparte homónima, se alejaba a un exilio temporal impuesto por los dioses cuyas órdenes desobedeció, mientras en sus brazos llevaba a las mayores armas que aquel ser que trascendió a un dios creo.

Albedo se alejaba con su hermana en brazos. La demonio Lilith avanzaba despojada de cualquier prenda o calzado, un gesto que uso para frenar la fiereza de sus compañeros y mermar la preocupación de los seres supremos. Quizás ni siquiera ella supo entonces lo que había causado. Pues incluso aquel amo de la muerte que ya no poseía los deseos de la carne (ni carne alguna) paso por alto ese "Encanto" natural, propio de la demonio que encarnaba la desobediencia contra dios y la  lujuria, pero hubo alguien que no pudo evitar notarlo.

Las curvas de aquel vulgar cuerpo creado para fascinar el corazón de los santos y dar a luz a demonios eternos, dejo encantado a aquel ser cuyas necesidades y sentimientos no habían podido ser satisfechos durante algún tiempo. Y mientras miraba a la demonio balanceando sus caderas de un lado al otro al alejarse, un enorme deseo le invadió.

¿Fue una coincidencia? "Él" no lo creía, pues incluso pronunciar el nombre de esa creatura, era una delicia:

La lengua se coloca detrás de los dientes delanteros durante la primera silaba que sale como un suspiro, la segunda explota de desde los labios con fuerza mientras la voz tiembla y, la última, cuando la lengua se coloca entre los dientes delanteros, produce un sonido  que provoca en el corazón un eco eterno...

"Al-be-do"

La demonio de la lujuria con un encanto de ensueño, con aquel rostro de diosa que por más humana que parecía no permitía olvidar lo que realmente era, hacía que  "Él" sintiera que quizás las acciones de la súcubo fuera una provocación hacia los supremos, quizás fuera todo parte de un plan para conseguir un perdón... ¿Y si así lo fuera? Con tal de tenerla no le importaría pasar por alto este error, e incluso quizás...

-Demiurge, dale a Shalltear el ítem mundial que tienes- Hablo con voz poderosa el overlord.

Las palabras de Momonga lo alejaron a "él" de sus fantasías con la demonio. Al ver ese semblante poderoso, recordó el enfado de ese hombre cuando la demonio fue agredida por los demás guardianes el día que llegaron a este mundo. Y se maldijo a si mismo por pensar de esa manera, se maldijo por dejarse llevar por el deseo de su cuerpo y la mente contaminada que había experimentado un placer que alguien como Momonga (un virgen) no podría comprender. Pero tenía que reprimir esos deseos y volver a la realidad, pues para alguien como Momonga, quien ya alguna vez llamo a esa mujer "una hija" estos deseos podrían desembocar en un destino duro y cruel...

Por el bien de todos debían reprender a él mismo por ese crimen de su corazón

Una vez que "ÉL" alejo sus pensamientos del deseo, miro al demonio guardian.

Demiurges veía en su mano el ítem mundial que le había dado Pandora's Actor. Esa arma de descomunal poder le había sido otorgada en el caso de que todos tuvieran que salir de la tumba hacia la capital del reino, para enfrentar a un enemigo que podía incluso amenazar la existencia de un ser supremo.

Había recibido una orden directa del overlord, pero al igual que Albedo, este dudo. Demiurge dirigió la mirada a su creador, como preguntándole si era prudente seguir esa orden. Después de todo, Momonga tenía un objeto mundial, y unilateralmente había dejado ir a Albedo ¿Qué pasaba entonces si su creador no estaba de acuerdo con esto? Si era así el necesitaba una manera de ir tras Albedo que seguia con su pequeña hermana. Pero al ver a Ulbert no encontró después, y parecía incluso que este no comprendía los deseos de su creación, y no se enteró jamás de la súplica de este por una orden. Ulbert solo le devolvió la mirada, extrañado de que estuviera tardando tanto en responder a la orden de Momonga.