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Malmvist era fuerte. Podría ser una basura pero para ser un humano, su voluntad era fuerte. Neurotis tenía que reconocérselo a ese humano, sus anteriores víctimas habían soltado todo en menos de 7 horas, pero este humano había durado ya un día entero.

Lamentablemente, por más impresionante que fuera, Neurotis no iba a permitir que esa resistencia entorpeciera su trabajo, y tras ponerse seria, Neurotis logro sacarle información que incluso el propio Malmvist había llegado a olvidar.

Y entre la información que dio, se encontraba el nombre de un hombre. Era el nombre de un espadachín al que Malmvist quería enfrentar, pero al que lamentablemente no podía buscar porque tenía un cierto trato con los ocho dedos.

Neurotis pregunto por un nombre, un nombre que había sido dado a los guardianes por ese famoso capitán que estaba viviendo en el coliseo de los hermanos elfos. Y Malmvist, con la uretra dilatada, ya sin dedos, ojos,  nariz ni testículos, dijo...

-Brain... el camino real... tiene una banda... secuestra mujeres... nos las vende...- fueron las palabras que salieron de su boca, palabras que hicieron a Neurotis parar su tortura, pues el nombre de aquel humano que necesitaban para los planes de su amo, por fin podría ser localizado. 

Con la última pizca de cordura, Malmvist dio gracias a los 6 dioses porque al fin se hubiese puesto fin a su tortura. Sin ser consciente de que una vez se quedara sin información... su última morada sería la guarida de Kuouhukou, el guardián insecto de un área concreta en el segundo piso, donde por órdenes de TouchMe, Malmvist  sentiría millones de diminutas patas recorriendo su interior, durante días... durante semanas... durante meses... durante años si era necesario, la tortura de Malmvist no se detendría hasta que su yo se pudriera y se perdiera irremediablemente por los horrores que ahí viviría.

(Nota del autor: TouchMe ordeno a Kyouhukou que no matara a Malmvist, y que si en algún momento este se encontrara al borde de la muerte, el guardián insecto tendría la obligación de sanar al prisionero y mantenerlo vivo el mayor tiempo posible. Así de profundo es el odio que tenía TouchMe hacia ese hombre por sus  crímenes. Momonga también apoyo esta tortura por el atrevimiento que tuvo al querer pro**tuir a las Pleyades que eran las preciadas creaciones de sus amigos.
Ulbert solo acepto la propuesta con una enorme sonrisa)
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A Albedo le quedo un amargo sabor en la boca tras hablar con Neurotis... no le agradaba para nada la encargada de las torturas, más que nada por su deseo de meterse en la misma cama que Momonga.

Pero por otro lado, la coordinadora de los guardianes sentía una gran alegría en su corazón, pues la orden de su gran Momonga al fin podría ser cumplida.

Y sin esperar contacto a su amado amo para informarle de lo encontrado.

-[Mensaje]

Tras una breve espera, la voz del ser supremo sonó en la mente de Albedo, causando que la súcubo se estremeciera de manera extraña.

-¿Albedo?-

-¡SI! Momonga-sama, tengo información importante para darle ¿Se encuentra ocupado en este momento?-

Un pequeño silencio precedió a la respuesta de Momonga, como si dudara en lo que debía responder.

-Si yo...-

El tono de su amo parecía extraño, poco natural para el Overlord, y Albedo se preocupó.

-¿Sucedió algo, Momonga-sama?-

-No, no es nada... solo que nuestra primera aventura no fue lo que esperábamos- respondió Momonga. –Decepcionante...- susurro.

Los seres supremos estaban emocionados por enfrentar a un monstruo de este mundo, y dado que todos estaban usando las clases con sus peores estadísticas esperaban que cualquier enemigo fuera un reto...

Overlord: Trinidad Caps 1-170Donde viven las historias. Descúbrelo ahora