Parte 167

1.1K 136 15
                                    

Sentarse en una mesa redonda debería ser un símbolo de respeto. En una mesa redonda no existen líderes, no habia una cabeza y ninguna posición en ella podía considerares privilegiada. Los que aceptan dialogar en una de estas, reconocen a las otras personas en ella como iguales.

Zanac se sorprendió al ver que los conquistadores habían aceptado tener sus negociaciones en ella. En ese momento llego a creer por un breve momento que podrían llegar a un acuerdo mutuamente benéfico.

Que equivocado estaba el príncipe.

Al ver las finas sillas que se les ofrecieron para sentar, los conquistadores se mostraron ofendidos. Su disgusto habia nacido por considerar aquellas finas sillas aterciopeladas "indignas" de ellos. Y por ello el hechicero, con la ayuda de algún extraño hechizo, fabrico 2 tronos negros que parecían estar hechos de cristal. Eran hermosos. Una obra más allá de lo que los mejores artesanos del reino podían lograr.

Mientras tanto, Zanac tuvo que sentarse en una de las sillas que los conquistadores habían rechazado.

Y pese a encontrarse en una mesa redonda, Zanac no pudo llegar a sentirse respetado, o visto como un igual. Desde sus tronos negros los conquistadores eran más reyes de lo que padre del príncipe jamás fue.

Esa acción sin embargo, no pareció ser algo hecho por simple casualidad. En la invocación de esos tronos negros habia un frio mensaje: "Aceptamos el trato que tienen para ofrecer y les ofrecemos paz. Pero no pueden olvidar quien tiene el verdadero poder, aun en esta mesa"

En un simple movimiento, los conquistadores de Carne dejaron en claro su posición ante Zanac. Causando que le segundo príncipe temblara con una sonrisa derrotada, al contemplar su propia inferioridad.

Aunque la verdadera razón de invocar los tronos negros, fue el miedo a que esas pobres sillas de madera no pudiera resistir el peso del campeón mundial.

Las personas detrás de Zanac; el marques Raeven y el estratega Katrias, quienes servían como asistentes en estas negociaciones, al ver que el príncipe no encontraba como iniciar la conversación, iniciaron ellos mismo.

-La persona frente a ustedes es el segundo príncipe de Re-estize, Zanac Valleon igana Ryle Viself- presento el marques.

-El príncipe fue autorizado por su majestad para mandar sobre las fuerzas hoy reunidas en este campamento, y les asegura que hará cumplir cualquier tratado que hoy se firme aquí- Agrego Katrias.

Si bien sabían que Zanac no tenía esa autoridad, tanto el príncipe, el marques y el estratega, se las arreglarían para hacer que cualquier acuerdo se respetase. Si eso aseguraba la paz, no importaba el costo.

-Envíenos la corona de Ramposa dentro de dos días. Asegúrense de entregar el control completo de Re-Estize en menos de 2 meses. Haga cumplir estas órdenes o de lo contrario marcharemos a la capitán y destruiremos cada ciudad que encontremos a nuestro paso- dijo Ooal (TouchMe)

-Yo... nosotros no podemos aceptar eso- dijo Zanac. –Esto que plantean no es una negociación ni un trato, es un ultimátum...-

-Es cierto. Y es el precio que tiene que pagar por mentirnos. Porque sabemos muy bien que usted no tiene el poder para respaldar ningún tratado al que lleguemos en esta mesa. Porque usted no es más que el segundo hijo de un rey sin poder verdadero. Así que dejemos en claro algo, niño, no estás aquí para negociar con nosotros. No te vemos como nada más que una paloma mensajera, estas aquí para escuchar lo que tenemos que decir. Es todo.- dijo el Ooal, haciendo gala de sus habilidades como negociante.

Aun que si Momonga era sincero consigo mismo, esto parecía el acto de un yakuza que de un negociante empresarial. Lo que le no sabía, es que en el mundo en el que se desarrolló TouchMe, un Yakuza hubiera salido llorando tras las primeras dos oraciones.

Overlord: Trinidad Caps 1-170Donde viven las historias. Descúbrelo ahora