Overlord: Trinidad Caps 1-170

Parte 47

Un hombre enorme, calvo de piel oscura, con tatuajes de bestias repartidos por su musculoso cuerpo golpeo de manera brutal a una persona que llego a él llorando con un mensaje. El sujeto con el mensaje salió volando y cayó muerto, mientras esa montaña de músculos lo veía con asco.

Aquel que miraba con desprecio el cadáver era Zero, el encargado de la seguridad de los 8 dedos, la más grande organización  criminal del reino. Y como el protector de un nido de criminales, Zero tenía una muy mala fama que se había ganado apulso por las atrocidades cometidas al paso de los años.

Zero era un asesino, un sádico, un bastardo cruel, implacable y avaricioso, pero si algo no era ese hombre era mal agradecido. Zero sentía aprecio por aquellos a los que les debía su éxito, y por sus subordinados que cada día arriesgaban la vida para cubrirle las espaldas.

Y por eso era que ese hombre al que había golpeado estaba muerto, pues ese hombre llego aquí con lágrimas en sus ojos para infórmale que jefe directo, Malmvist  había sido masacrado y capturado por un grupo de aventureros novatos. Quizás ese hombre hubiese salvado la vida si en sus ojos hubiese una mínima pisca de odio, valor o tristesa, pero Zero solo vio en esos ojos a un hombre buscando un salvador, solo buscaba a alguien que lo librase del miedo que le causo enfrentarse a esos aventureros. Ese hombre pues, no lloraba por Malmvist si por sí mismo, y fue por ello que el líder de los seis brazos, quien dirigía el sector de seguridad de los 8 dedos, había matado con a un subordinado.

Y ahora, por su amigo que seguramente estaría pronto encarcelado, juró vengarlo por la tortura que le hicieron pasar.
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TouchMe no había explicado su plan al 100%, pero remarco que no debían dejar evidencia física de lo que hicieron, pese a que hubiese tantos testigos. Claro, el trabajo de limpieza no podía ser dejado a cualquiera, ni siquiera a las poderosas sirvientas.

Momonga y Ulbert invocaron algunos devoradores del vacío, creaturas de nivel 30 que comían cualquier cosa orgánica, y solo 5 de ellos dejaron la calle reluciente, tanto así que Momonga se preocupó que alguien notara lo limpia que estaba esa calle que a menudo estaba llena del olor a podredumbre y muerte. Una vez terminada la limpieza, Ulbert libero la ilusión que impedía a las personas ver lo que pasaba dentro la sucia calle, aunque hay que decir que al principio le sorprendió que nadie intentara pasar por ella; incluso había puesto hechizos para que los transeúntes habituales no pudieran ver la sangre de Malmvist cuando pasaran ni a los devoradores el vacío, pero ni una sola alma asomo su cabeza por esa calle durante los más de 5 minutos que duró la masacre de TouchMe y los 4 que duro la limpieza. Incluso una hora después mientras se mantuvieron escondidos dentro de una de las casa nadie paso por esa calle, lo que quería decir que era un lugar peligroso y conocido en la ciudad. Dentro de su mente Ulbert puso una nota para recordarse el memorizar esta clase de lugares.

Tras terminar de limpiar aquella sucia calle, los devoradores del vacío tuvieron que ser eliminados por Lupus Regina, y los 3 seres supremos se escondieron en una de las casas de esos criminales donde abrieron un portal para enviar a Malmvist a lo que sería el lugar de su muerte.

Uno de los subordinados de Demiurge recibió al prisionero y se le dieron órdenes precisas que debían ser cumplidas a la brevedad. Tras poner en marcha cualquiera que fuera el plan de TouchMe, los 3 seres supremos se mantuvieron dentro de la casa en completo silencio por unos minutos... hasta que Ulbert se aburrió.

-"Ayudar a las personas es lo normal"- dijo Ulbert de manera burlona.

-Hey, para- dijo Momonga mientras miraba preocupado a TouchMe quien se mantenía en silencio.

-¿Por qué?- replico Ulbert mientras hablaba con tono animado. -¿No te da curiosidad Momonga? Yo si tengo mucha, y realmente quiero saber ¿Por qué nuestro querido símbolo de la justicia mando sin contemplaciones a un pobre hombre al infierno en vida? –