Parte 104

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Remedios era una figura reconocida a nivel internacional, famosa por su gran talento como esgrimista, y aclamada por su gran belleza natural, que en conjunto con la de su hermana, formaban a las dos damas que le servían como alas a la reina santa, Calca.

No era raro entonces que  los forasteros preguntaran a menudo por la  joven paladina. Pero lo que no muchos sabían, era que obtendrías una respuesta distinta dependiendo de donde hicieras la pregunta.

Si preguntaras en el capital "¿Cómo es Remedios Custodios?" la respuesta seria casi siempre "Es una guerra perfecta, justa, fuerte e idealista" los pobladores la adoraban, y para ellos, Remedios era una de las tres joyas más hermosas de la capital.

Si preguntaras en una ciudad distinta, las personas la reconocerían como la capitán de la orden paladina, alabarían a la mujer por su fuerza e idealismo, y  escucharías rumores sobre la gran belleza que ella y su hermana poseían.

Pero a medida que te alejaras de la costa, entre más avanzas hacia la muralla las respuesta se volverían más toscas.

"No la conozco", "Nunca la he visto" serían las respuestas más comunes en las ciudades fronterizas.

Pero si por algún error, si por casualidad llegaras a preguntar a un soldado de la muralla por esa mujer, uno podía ver los torcer la cara con desagrado antes de responder:  "¿Remedios? Ni idea, no la conozco ¿Es fuerte dices? ¡¿Entonces porque no está aquí?!"

Los soldados en la línea de fuego despreciaban a Remedios.

La niña era una noble de fuertes conexiones con la familia real.  Fue entrenada por los mejores maestros desde la infancia, criada para obtener la espada sagrada, y aun que realmente se la había ganado por su gran poder y destreza, no eran pocos los que creían que esa espada debía estar en otras manos, y que esa mujer tan solo la había obtenido por su título de nobleza.

Remedios era una noble bendita, mientras que la mayoría de los soldados de profesión y los paladines de primera línea, eran huérfanos que no encontraron una mejor forma de sobrevivir. En estos lugares, lo que era bueno para los de la capital, era la muerte aquí.

Los generales que custodiaban la muralla, por ejemplo, a menudo llamaban a Remedios "idealista" pero no como un alago, pues era bien sabido que los idealistas no vivían mucho en el frente de batalla.

Incluso las personas de la orden paladina que ya habían estado en el campo de batalla, hablaban a espaldas de Remedios, pues no podían concebir que una niña tan joven hubiese obtenido la espada sagrada. Les parecía inconcebible que esa arma estuviera en manos de alguien que jamás salió de la muralla, y eso, mezclado con los turbios rumores de esas tres mujeres...causo que muchos señalaran que era "otra" la razón por la que Remedios fue nombrada capitana y obtuvo la espada.

Todo esto, no importaba demasiado en este momento, pero quizás contribuyo a que los dos colores y la heroína presentes se jugarán el pellejo,  en el momento en el que Remedios le dijo a su grupo que ayudarían a E-Rantel.

Tan solo las dos más jóvenes se emocionaron y vieron en esa orden un acto de heroísmo, digno de la más fuerte paladín del reino.

Neia y Leona había pasado casi toda su vida en la capital. Leona había ascendido como Paladín hace muy poco, solo había realizado 2 misiones fuera de la muralla, aun no conocía del odio generalizado que las fuerzas de vanguardia tenían con la supuesta mejor guerrera del reino, quien jamás plantaba cara donde realmente se le necesitaba.

Lucia entendió que su misión no era ayudar al reino, para asegurar la supervivencia del grupo, lo mejor era pasar de largo y aprovechar la confusión para colarse en el pueblo Carne.

Overlord: Trinidad Caps 1-170Donde viven las historias. Descúbrelo ahora