Quizás para el nigromante, la mujer que se había materializado a partir de la oscuridad, era una señal divina, muestra de que su cruzada era apoyada por los dioses.
Pero para los aventureros y los dos caballeros que la miraban, aquella mujer, aquella creatura que había nacido de la noche misma, les aterraba.
En aquella figura ninguno podia ver a una mujer. En esa esbelta creatura de cabello dorado, tan solo encontraban un espectro maldito. A sus ojos, aquella era tan solo un ser vil y triste que habia sido invocado por el nigromante, al igual que los dos dragones.
Y no se les podía culpar por aquello, pues bajo la tenue luz de la luna llena, esas ropas de terciopelo, brillaron con un aura fantasmal. A pesar de la noche sin viento, el final del vestido se movía, evitando tocar el suelo, actuando como si tuviese voluntad.
La máscara negra, inexpresiva y silenciosa reflejaba con exactitud y belleza el miedo en los rostros de los aventureros, así como el dolor por haber perdido a sus compañeros.
Un espectro oscuro sosteniendo dos espadas rotas y oxidadas... definitivamente, Clementine no parecía humana, y aquella figura se asemejaba más a lo que cabría esperar de una bruja no muerta. Nadie podría culpar a los aventureros por la confusión, el propio nigromante por un momento dudo de la identidad de la mujer frente a él. Pero al ver su piel tersa y clara, al escuchar su voz animada, se confirmó que era ella... tenía que ser ella...
Esa fuerza descomunal, esa velocidad del rayo, no podían pertenecer a un no muerto, era la viva imagen de una guerrera.
-¿Cle...?- Khajiit intento pronunciar el nombre de la mujer que le había salvado, quizás para confirmar que seguia siendo la aliada que alguna vez conoció, pero esta, con su espada en mano, hizo una señal para que el nigromante se detuviera.
-Lo siento, khajiit-san, no es buen momento. No es que pueda explicarte lo que pasa... pero si alguno de estos sujetos sabe mi nombre...¡Es seguro que termine muerta!- dijo sin importarle el riesgo que corría.
Burlarse del fin era una cosa que muy pocos hacían de manera autentica, y disfrutar con ello era algo que aún menos podían lograr. Esta mujer que disfrutaba con la idea de su propio final a manos de un ente más poderoso que ella, debía ser sin dudas aquella demente que quedo suelta, una vez Khajiit rompió sus cadenas.
Sin embargo, aunque se sintiera agradecido de saber que su aliada no lo había traicionado (aun), y de que esta siguiera viva, el odio que sentía Khajiit en su corazón, creció al escuchar que esa mujer lo había llamado por su nombre de bautizo.
Por el nombre que su madre le dio.
-¡Te he dicho que no me llames por ese nombre!- grito furioso Khajiit mientras desquitaba su rabia con los aventureros.
El dragón arremetió de nuevo, y ahora fue Nimble quien corrió para detener al dragón de huesos.
Como se cabria de esperar, el caballero logro herir de gravedad la garra de la creatura. Era obvio, esta era la creatura más poderosa que Khajiit podía invocar, sin embargo, era más efectiva contra hechiceros que contra guerreros.
Por lo que su batalla con estos poderoso y famosos caballeros sería algo con lo que Clementine debía lidiar, de otra manera, Khajiit no tendría posibilidad.
Entonces, antes de realizar un nuevo movimiento, khajiit escucho a unos de los caballeros gritar "¡Puede hablar con esa cosa!" dijo Baziwood.
Khajiit vio con sorpresa a Clementine... el genio nigromante dedujo en pocos segundos lo que pasaba. Entendio por que la asesina se habia atrevido a pronunciar su nombre de bautizo frente a enemigos y en voz alta.
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Overlord: Trinidad Caps 1-170
FantasyGrandes calamidades han arriban al nuevo mundo. Un overlord gobernante de una tumba llena de poderosos monstruos llega a una tierra que no podrá plantarle cara, pero diferente a la historia original, esta vez llegara también acompañado por un camp...