Parte 84

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Cuando los argumentos desaparecieron y solo quedaron los gritos, Momonga observo con tristeza a los guardianes del primer y sexto piso. Estaban claramente desesperados y deseosos de impedir que los seres supremos llevaran acabo  tan peligroso acto

Por un momento, Momonga incluso creyó que sería obligado poner a los tres bajo un nuevo juicio de traición, pues se veían capaces a todo, con tal de que sus amos no tomaran tal riesgo.

Pero al final demostraron tener menos valor que Albedo, cuando Momonga se vio molesto, tanto Shalltear como los hermanos Elfos se mostraron sumisos y temerosos. No aceptaron lo que querían hacer los supremos, pero comprendieron que no podían hacer nada para detenerlos.

Tras recibir la orden de irse de la sala del trono, los hermanos elfos se levantaron llorando, pero Shalltear, antes de marcharse declaro:

-Momonga-sama, esta es su decisión, lo entiendo ¡Pero no respeto que se expongan a tales riesgos solo por darle una lección a Albedo!-

-Lo respetes o no, no hay nada que puedas hacer para cambiar la situación-

-Sí, tiene razón, no tengo idea de cómo detenerlo, y por lo que veo, Aura y Mare tampoco, pero afortunadamente, nosotros no somos los únicos guardianes en la tumba ¡Informare a todos los guardianes de área y piso! ¡Buscaremos la forma de detener eso!-

En otro momento... Momonga hubiera tenido miedo.

Si esas palabras hubiesen venido de otro guardián, Momonga estaría preocupado.

Pero el ver que la guardiana tomaba decisiones propias y se atrevía a retarlo, hacía que Momonga se sintiera contento por la maravillosa guardiana que su amigo le había dejado. Hasta ahora todos los demás guardianes habían obedecido ciegamente las órdenes que se les daban, incluso Mare y Aura, en esta situación desesperada solo lloraban.

Emocionado tras escuchar esas palabras, Momonga solo podía aguardar emocionado para saber a qué brillante conclusión llegarían los guardianes para afrontar esta situación.

Pero por más que le gustara la situación, Momonga no podía permitir que otra guardiana realizara acciones que pudieran confundirse con una traición, por lo que debía quitarle el poder a Shalltear en este momento, aunque eso significara restarle valor a la conclusión a la que ella sola había llegado.

Momonga rio. –En ese caso, Shalltear, veamos que tan lejos puedes llegar con esto- La vampiro sangre pura observo confundida a su amo, no entendía porque este se veía tan feliz pese a la declaración tan ruin que la guardiana había hecho. No se dio cuenta de todo el poder que Momonga le arrebataría con simples palabras –¡Shalltear Bloodfallen, guardiana del primer, segundo y tercer piso! ¡En el nombre de Ainz Ooal Gown! ¡Te ordeno que informes a los guardianes de piso y área! ¡Les ordeno que vengan a mí con un mejor plan! Los reto a encontrar una forma de detenerlos- los ojos del Overlord brillaban, eran testimonio de su poderío. –Ahora, pueden retirarse-

Shalltear quedo con la boca abierta, sorprendida por el movimiento que su amo se había hecho. Los hermanos elfo dejaron de llorar...

Shalltear había mostrado valor y determinación al hacer tales declaraciones contra los seres supremos, pero Momonga, al hacerlo una orden, le quito a Shalltear toda la fuerza que ese acto le había dado.

La vampiro sonrió con emoción, extasiada miro al hombre que adoraba, aquel que le había recordado que no era más que una esclava bailando en la palma de su amo.

Al convertir la rebelión de Shalltear en una orden, libero a la vampira de su crimen y le arrebato cualquier poder o credibilidad que la guardiana hubiera ganado...

Overlord: Trinidad Caps 1-170Donde viven las historias. Descúbrelo ahora