Parte 130 2 de 3

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El sonido de una puerta siendo azotada llamo la atención de Lizzie, quien instintivamente corrió hacia la habitación donde se encontraban su nieto y la herida chica Emmot.

Un joven destrozado y claramente molesto fue lo que la anciana encontró frente a la puerta.

-Nfi...-

Sin siquiera reparar en la existencia de su abuela, Nfirea pasó por un lado y salió de la casa asignada a la que ahora llamaban "Taller" y "hogar"

Los ojos de su nieto no auguraban nada bueno. Aquel odio creciente como un fuego veraniego alerto a la anciana, quien rápidamente se dirigió a la habitación donde se encontraba Enri. Temió por un momento que la chica hubiese muerto. Temió por un instante que la chica hubiese dicho algo inapropiado o molesto. Pero al entrar, lo que Lizzie se encontró fue a Enri durmiendo en una posición extraña, con su ropa desarreglada.

Viendo la escena, a Lizzi solo se le pudo ocurrir una cosa que Enri pudo hacer, que explicara tanto la furia de su nieto, como la extraña posición en la que se encontraba.

La anciana entonces tomo a la jovencita que acababa de vivir uno de los momentos mas traumáticos de su vida, y la coloco en una posición cómoda para dormir.

La entendía.

El día de hoy tan solo se vio a si misma siendo derrotada sin remedio. Vio a sus amigos morir frente a ella, y se culpó a si misma por las víctimas.

Lizzi conoció a infinidad de aventureras que tras esos traumas, entregaron su cuerpo al primer hombre que tuvieron cerca.

Nfirea también sabia de esos casos, y ello, saber que significaba y entender que este no era un momento intimo, y que el no era alguien especial, fue un duro golpe a la mente del chico. 

"Podría haber sido cualquiera" era el pensamiento aterrador que corrió por la mente del joven farmacéutico. Un pensamiento cruel en la mente de un joven lleno de miedos e inseguridades que amaba con locura a la chica desesperada por calor humanos.

Lizzie no dudo que ese momento fuera sumamente traumático para su nieto. Pero si tenía que ser justa, ella no creía que una chica como Enri fuera a hacer eso con cualquiera, y tenía que hacérselo entender a su nieto antes de que cometiera una estupidez.

La anciana dejo cómoda  a Enri, quien era su  paciente. Verifico que Nemu aún se encontrara bajo los efectos del hechizo [Sleep] y cerro las entradas de su hogar para dejar a las dos seguras.

La anciana pronto se abrió paso por el pueblo en busca de su nieto. Sin preguntar a nadie para evitar causar pánico, Lizzie lo busco por todos lados. En el establo, en las cocinas e incluso en la casa donde se encontraban los cadáveres de los aventureros, y su ultimo compañero llorando a todos ellos.

Y asi siguió, y siguió corriendo con sus débiles piernas por todo el pueblo hasta que por fin, con los años pasándole factura, Lizzie se rindió, y discretamente le pregunto a uno de los pobladores.

La respuesta aterro a Lizzie. Su nieto había ido a la casa del jefe del pueblo.

Intentando que nadie pudiera ver su preocupación, Lizzie avanzo hacia aquella enorme casa con paso rápido. Ya tenía una idea de lo que podría estar pasando, pero afortunadamente, no era como si ahora mismo Nfirea pudiera hacer algo con ese...

Las campanas comenzaron a sonar. ¿Era otro ataque? No... cuando se anunciaba la llegada de un invasor las campanadas eran rápidas, estas campanadas eran más lentas y espaciadas, tenían un ritmo característico que anunciaba...

-¡Nfirea!- ya sin querer guardar las apariencias, Lizzie corrió desesperadamente hacia donde se encontraba su nieto. Tenía que detenerlo antes de que...

Overlord: Trinidad Caps 1-170Donde viven las historias. Descúbrelo ahora