Parte 129

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Se agitaba elegantemente el vestido negro obsequiado por el demonio.

Se manchaban con sangre las espadas rotas que la muerte entrego.

Dolor reflejaban los zafiros de la máscara que el caballero presto.

Pronto una respuesta, un pensamiento compartido lleno la mente de los tres seres que trascendieron su propia humanidad.

"Era débil"

A ojos de los supremos, la velocidad de la mujer era pobre. Aun para los aventureros y caballeros, la fuerza era escasa. Aquellos brazos delgados no podían competir contra el poder natural que aquellos caballeros imperiales ostentaban.

Y para prueba de ello, cada vez que atacaba, cada vez que el enemigo quedaba impresionado por la brutal fuerza de la dama negra, esta susurraba palabras exactas y medidas.

"Fuerza" "Fortaleza" eran algunas de las que más se repetían. Eran esas las palabras que en cada movimiento le salvaban la vida.

Algo parecido había ocurrido cuando enfrento a Enri. Los supremos recordaban que Clementine debía realizar amplios movimientos para dañarla. Recordaron las magias imbuidas en sus armas y la forma en la que combatió contra los viejos guardianes de Nazarick.

Clementine era fuerte para los estándares de este mundo, pero no dejaba de tener un problema en su naturaleza.

La mujer era una sacerdotisa antes que una asesina o guerra.

Podía ocupar milagros de recuperación, buffos de fuerza y velocidad que ser aplicaba a si misma de manera silenciosa. Tenía artes marciales defensivas y de movimiento que aseguraban una superioridad en batalla, pero no tenía ataques poderosos.

Debía tomar impulso para lograr que sus ataques fueran definitivos, tenía que apuntar a zonas concretas si realmente quería hacer daño.

Pronto en la mente de Momonga hizo eco aquella suplica que había hecho Clementine cuando se conocieron.

Una imagen pronto apareció.

Clementine luchando contra el hombre de la lanza, y la primera siendo empalada sin poder poner resistencia....

Ulbert y Momnga rieron dentro de sus corazones. Aquella demente resulto ser más aparecido a ellos de lo que pudieron imaginar. Era una persona débil intentando vencer a un enemigo imposible. Era una guerrera experimentada que se valía más de la lógica, la planeación y estrategias que de la simple fuerza de su brazo o el filo de su espada.

Más lamentablemente, aquel que se erigía como el cuarto más fuerte del juego, y el más poderoso del gremio, no podía ver más que crueldad y sadismo en los hábiles movimientos de la asesina. Por más que reconociera su fuerza, no podía empatizar con ella de la manera en la que los otros dos lo hacían.

A ojos del caballero, resaltaba más la crueldad y el sadismo que la habilidad en batalla.

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Tras la larga batalla, Clementine logro alzarse con la victoria. Asesino a uno de los caballeros imperiales, derroto a los aventureros y soldados que llegaron después, y ahora respiraba aliviada mientras los cadáveres de sus enemigos caídos se unían a las fuerzas no-muertas de su aliado.


Habían ganado. La asesina y nigromante mostraron tener una sinergia sinigual, una capacidad de análisis y estrategia dignos de reconocer. Momonga ya no tenía duda de su elección con Clementine. La quería dentro de Nazarick. Quería saber hasta dónde podía llegar esta nueva adquisición.

Y sobre el nigromante... si podía ser leal, se ganaría un buen puesto en la creciente colección de humanos de Momonga.

Pero entonces...

Clementine se movió de manera brusca y anti-natural. En ese momento, Yuri y LupusRegina mostraron su sorpresa. Incluso para los seres supremos fue difícil ver lo que había pasado en la grabación. Pero gracias a las batallas con Peroroncino, pudieron identificar una flecha volando directo al pecho de Clementine.

Una flecha veloz pasó entre los huesos de los dragones esqueléticos que cubrían a Clementine y casi la asesina en un parpadeo.

-Ese tirador es bueno- comento TouchMe tras ver como alguien en los tejados lanzaba 3 tres flechas más de una manera precisa hacia Clementine que las bloqueaba con dificultad.

-Es muy bueno-

"¡Khajiit, tus aprendices están muertos!" grito Clementine.

Los supremos se impresionaron con las palabras de la asesina. Yuri entonces explico que había zonas de la ciudad que no habían grabado, donde los aprendices de Khajiit estaban causando estragos y que fueron asesinados sin que ellas se dieran cuenta. Eso porque las sirvientas no tenían interés por la vida de los humanos y toda su atención se centraba en Clementine y su aliado.

Toda su concentración estaba en su misión.

Era entonces impresionante que Clementine dedujera eso solo por la habilidad del arquero que la acosaba, y más impresionante fue que el nigromante pareció creer en las palabras sin sentido de la asesina, y rápidamente invoco no-muertos con escudos para defenderse del arquero.

Entonces las flechas dejaron de representar una amenaza. Pero Clementine apenas tuvo tiempo para respirar, pues entonces un nuevo grupo entro en escena.

Una idiota usando armadura blanca en un combate nocturno se lanzó contra Clementine, mientras que otra persona de armaduras teñidas de negro intentaron atacar a Khajiit directamente, aun que fueron frenadas en seco por los dragones esqueléticos.

Mas entonces, una joven de cabello rubio y ojos amenazantes salió de la nada y se lanzó contra el nigromante, quien se defendió usando a uno de sus no-muertos con escudo. La espada de la chica reboto. Los seres supremos vieron entonces como débil a aquella niña que no había podido penetrar un escudo tan débil, mientras que sus otras dos compañeras hacían frente a dos dragones esqueléticos y la propia Clementine.

Pero entonces...

-¡OH! ¡¿Vieron eso?!- pregunto emocionado el demonio.

-¡¿Cómo demonios logro hacer eso?!- dijo el campeón de gruesa armadura que poco sabia del combate a distancia.

-Fue por un rebote- dijo el nigromante.

-Nada mal para un humano- comento el demonio Demiurge, contribuyendo a la emoción de su amo.

Los tres seres supremos quedaron impresionados por la forma en la que el arquero en los tejados había logrado herir a Khajiit. La chica atacando al esqueleto con escudo era solo una distracción. El esqueleto fue posicionado para que la flecha lanzada pudiera rebotar en el escudo y dañar a Khajiit.

Era un tiro preciso, a tal punto que los tres cuestionaron si aquella enorme hazaña era fruto de la habilidad o de alguna extraña arte marcial, pues incluso en Yggdrasil aunque existía la mecánica del rebote, solo algunos pocos dementes la dominaban a su 100%, y eso incluía a Peroroncino. Y si era habilidad pura y no alguna magia desconocida, podrían tener entre sus manos a un talentoso guerrero que merecía no menos que la sorpresa de los eres supremos.

Y por lo que veían en la grabación, parecía ser que no fue por magia que logro tan extraño tiro.

Aquel arquero había hecho estragos enormes con una cuantas flechas. Pese a estar a la distancia protegía a todas sus compañeras en el campo de batalla. Era claramente la piedra angular del equipo, era quien marcaba el nuevo ritmo de la pelea, y pese a que Clementine estuviera cansada, debían reconocerle a ese sujeto, ser el primero en poder herir a Khajiit que ni siquiera podía determinar cómo esa flecha había llegado hasta él.

Pronto en la mente de los tres supremos, que se estaban acostumbrando a aprisionar a seres humanos poderosos apareció un pensamiento compartido.

"Lo quiero"

Overlord: Trinidad Caps 1-170Donde viven las historias. Descúbrelo ahora