Familia.
Una palabra poderosa, un estructura social que había mantenido viva a la humanidad durante más de setenta mil años de historia.
Una familia fue lo que le permitió a TouchMe superar profesionalmente a Ulbert y Momonga, aun cuando ambos habían nacido con habilidades naturales excepcionales. La falta de familia fue lo que no le había permitido a Momonga tener estudios más allá de la escuela primaria, y la misma historia se aplicaba a Ulbert.
La familia era una bendición para aquellos que nacían dentro de ella. Fuera mala o buena, si uno lograba llegar a la edad adulta sin mayores problemas, podría decir que había tenido suerte. Momonga y Ulbert pensaban de esta manera.
Pero a su vez, la familia podía ser una maldición para quienes vivían bajo el yugo de estas.
La compañía de Momonga estuvo en crisis muchas veces después de que el hijo mayor del director heredara su cargo. Ulbert fue despedido de dos corporaciones, después de que los jóvenes hijos despilfarradores arruinaran las finanzas y obligaran a las compañías a recortar gastos o directamente cerrar las fábricas.
Darle poder a un hijo idiota, era lo mismo que entregarle un juguete caro a un niño que no temía en romperlo una vez estuviera en sus manos. Los padres ricos que se acercaban al final de sus vidas, daban esos regalos a los hijos idiotas, intentando compensar que no habían estado para ellos durante sus primeros años de vida.
Lamentablemente, ese juguete, ese poder que les entregaron a sus hijos, significaba también la vida y la estabilidad de cientos, o incluso miles de otras almas humanas.
Y hoy, con horror, ambos empleados comprobaban que en este mundo, en esta época tan nulamente industrializada, aun había padres que daban poder a los hijos idiotas que tanto amaban.
Remedios entrego un pergamino a los seres supremos, un pergamino que por supuesto, ellos no sabían leer, y tras escuchar la explicación de la paladina, fingieron no querer leerlo para evitar causar sospechas o dar evidencia de su analfabetismo en este mundo.
Pero aun que no pudieran corroborar lo que Remedios decía, estaba claro que no mentia.
La estúpida paladina relato como su reina la había enviado con su misión al pueblo Carne, y como el sello real en aquel pergamino, daba fe de que era ella, y no Pavel, quien tenía el control de esta misión. Algo inexplicable, pues claramente Pavel era mucho mayor que Remedios y además, según la propia paladina, el arquero era un llamado "color" al igual que ella, lo que los colocaba en el mismo rango dentro del ejército.
Pavel había demostrado ser superior en batalla, y su decisión de marcharse y dejar que el reino se ocupara solo de Khajiit una vez eliminaran al dragón, era prueba de que no era un simple guerrero sin mente.
Un idiota hubiera decidido quedarse a pelear hasta el final. Un cobarde hubiera huido antes de eliminar a su enemigo. Aquella había sido la acción de un diplomático... o al menos uno mejor de lo que era Remedios, que no había dudado en gritarles a los hombres que por sí solos podían destruir ejércitos.
La respuesta era obvia, pero los supremos, que tenían tan buena opinión de este mundo se negaron a creerlo.
Pero al final, la curiosidad les pudo más que la razón, y molesto, TouchMe pregunto:
-¿Por qué la eligieron a usted para liderar esta misión capitana?-
Los supremos imaginaron a la mujer responder cosas como "Era la más apropiada" "No había nadie más capacitada" o incluso, pudo haber alegado que fue debido a su cercanía con la reina, dado que era su guardiana.
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Overlord: Trinidad Caps 1-170
FantasyGrandes calamidades han arriban al nuevo mundo. Un overlord gobernante de una tumba llena de poderosos monstruos llega a una tierra que no podrá plantarle cara, pero diferente a la historia original, esta vez llegara también acompañado por un camp...