Parte 50

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Dos personas, que por su apariencia debían de ser gemelas, desenfundaron un par de cuchillos cada una y se prepararon para el combate. El hombre-mujer corpulenta tomo un gran martillo entre sus manos y lo apretó con fuerza. La pequeña creatura enmascarada, quien dejaba ver algunos cabellos dorados saliendo de su capucha se puso detrás del grupo y no saco ningún arma, por lo que Momonga pensó de inmediato que se trataba de una hechicera.

Por último la mujer con la espada negra, armadura blanca y varios objetos flotantes alrededor de ella, se plantó enfrente de su grupo con fiereza en sus ojos.

Las 5 mujeres eran rubias... cosa que de alguna manera le llamo la atención a Ulbert y es que este se preguntaba cosas como: "¿Por qué son todas rubias? ¿Sera algún requisito para unirse a su equipo? ¿Y si alguien con el cabello negro quiere unirse tiene que teñírselo? ¿Pero porque sería un requisito para unirse? ¿Racismo? Pero son todas mujeres así que... ¿Sexismo?" no le dio importancia a las mujeres que se preparaban para la batalla.

Ciertamente no eran amenaza, según sabia incluso los aventureros de adamantina no serían más poderosos de Gazef, por lo que era risorio pensar que pudieran ser heridos por niveles tan bajos.

Aunque a TouchMe le dolió su corazón de insecto al ver que el anciano sacaba una hermosa espada que estaba bajo su escritorio...

Los padres de TouchMe ya eran ancianos, y de alguna manera le daba pena la idea de lastimar a uno.

Momonga tampoco sintió miedo por la amenaza pero si estaba preocupado, no quería que la aventura que estaban por iniciar se viera arruinada, y tampoco quería destruir esta ciudad porque ya le había prometido a Gazef que no lo haría. Para hacerlo peor las sirvientas tenían una expresión horrenda en sus caras, se veían claramente furiosas porque las humanas se atrevían a levantar las armas contra los seres supremos.

Incluso la tranquila Yuri quien tenía Karma positivo y un carácter amable y compasivo había tensado la boca y llevaba en su rostro una sonrisa forzada acompañada por unos ojos inyectados en sangre.

"¡Es malo, muy malo! Si no hago algo esto va a terminar en un baño de sangre... Nos están viendo feo ¡¿Y porque ustedes dos no han dicho nada?! No me dejen todo a mí... pero esperen, ellas están molestas por que las descubrimos, y la mujer dijo que ningún aventurero de rango cobre podía hacerlo... ¡LO TENGO!"

La alegría  de Momonga por descubrir el misterio fue tan grande que se activó su supresión de emociones.

Momonga aprovecharía el que sus compañeros no desenfundaran sus armas y el que estuvieran tan tranquilos. Aprovecharía el conocimiento que había adquirido durante años trabajando con personas molestas en la oficina. La verdad fuera dicha, solo había una cosa cierta en la interacciona humana: "No puedes atacar a alguien que lleva consigo una sonrisa"

-JAJAJA- se escuchó una risa, una amable.

Las miradas de todos se dirigieron al guerrero oscuro quien levanto ambas manos y dijo tranquilamente "Me rindo"

En ese momento la expresión de las mujeres y el anciano se volvieron confusas, parecían haber perdido el espíritu combativo que los llenaba hace unos segundos, y ahora todo lo que quedaba en sus corazones era confusión.

Ulbert y TouchMe también voltearon extrañados hacia Momonga ¿Por qué se rendía? Y las sirvientas se miraban entre ellas sin saber qué hacer, ellas querían eliminar a esas mujeres que habían levantado sus armas contra los seres supremos, pero ahora mismo estaban interpretando sus papeles como aventureras por lo que no sabían si no hacer nada estaría bien.

-¿Momon? ¿Qué haces?- pregunto curioso Ulbert.

-Me rindo ¿No es obvio?-

-Claro que obvio, pero... ¿Por qué?-

Overlord: Trinidad Caps 1-170Donde viven las historias. Descúbrelo ahora